Agosto 10, 2025 -HC-

Mirando más allá de lo evidente


Domingo 10 de Agosto de 2025, 9:00am






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Las elecciones presidenciales en Bolivia están a la vuelta de la esquina, el escenario diario son nuevos resultados de encuestas, debates (que no lo parecen), infinidad de foros y abrazos y sonrisas de los candidatos presidenciales que una vez en el poder no te dejan ni acercarse; candidatos a Senadores y Diputados (honorables dizque) que hoy buscan al ciudadano común pidiendo el voto pero que instalados en la Asamblea no reciben ni atienden, seguridad policial de por medio en los ingresos a esas oficinas públicas.

Entre toda esa vorágine de expectativas eleccionarias también encontramos diversas opiniones de analistas y periodistas consuetudinarios que analizan ese espectáculo diario que pretende mirar para adelante sin opción de retrovisor.

Intentemos en estas líneas, establecer la importancia de mirar algunos antecedentes bajo la premisa de que “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo” (George Santayana).

Albores del eje invisible

En febrero de 2020 el entonces candidato presidencia Luis Arce Catacora, se reunía en instalaciones del Congreso con quien ejercía la presidencia del Senado, Eva Copa y la bancada del MAS, a cuya conclusión salieron juntos a Plaza Murillo y entre sonrisas y abrazos informaban a la prensa de los resultados y apoyo pleno al candidato. Meses después en 2021, cuando Arce ya era Presidente y Eva Copa alcaldesa de El Alto, en un encuentro protocolar en El Alto, la autoridad edil no pudo con la emoción y entre lágrimas saludo al flamante presidente. Las muestras públicas de apoyo y afecto mutuo fueron sucesivas desde entonces y reflejadas por diferentes medios de comunicación.

El mismo 2020 se veía con regularidad la cercanía que tenían Eva Copa con el candidato a la Vicepresidencia por el MAS, David Choquehuanca, promoviendo la campaña electoral presidencial. Tal cercanía tendría su antecedente en el padrinazgo o aprobación de Choquehuanca para la participación de Eva Copa en las elecciones de 2014 como candidata a segunda senadora por La Paz, no debemos olvidar que la región occidental del MAS, principalmente La Paz, estaba encargada políticamente a David Choquehuanca. La candidatura de Eva Copa a la Alcaldía de El Alto habría contado también con el apoyo del actual Vicepresidente Choquehuanca, confrontado con Evo Morales (lo que le valió en su tiempo ser reemplazado en la Cancillería), pues recordemos que el ex Presidente Morales rechazo la candidatura de Eva Copa y puso como candidato para El Alto a Sebastian Maquera. En los años posteriores, esa cercanía entre Copa y Choquehuanca se haría evidente en muchas y diferentes oportunidades, desde entregas de obras para El Alto, desfiles y otras actividades festivas. Hasta aquí queda en evidencia la absoluta conexión entre estos tres personajes políticos.

Pelea por la sigla política MAS

Encumbrados Luis Arce y David Choquehuanca como las principales autoridades del país, con un respaldo eleccionario del 55,11%, el liderazgo de Morales se fue debilitando porque ya no era dueño del poder y no lograba mandar detrás de la silla presidencial. La confrontación más evidente surgió desde diciembre de 2021 a raíz de una petición de cambio de ministros realizada por Evo Morales al Presidente Arce, entre esos ministros cuestionados se encontraba Eduardo Del Castillo (hasta hace poco Ministro de Gobierno y actual candidato a Presidente por el MAS). En junio de 2023 dicho Ministro fue censurado por la Asamblea Legislativa con el apoyo de legisladores afines al evismo; el Presidente Arce lo restituyó pocos días después marcando el camino sin retorno para la división del masismo. La consecuencia, convocatorias a Congreso y Cabildo por Morales y Arce, respectivamente, con la finalidad de quedarse con la sigla del MAS, objetivo que Luis Arce alcanzó, decisiones de por medio obtenidas del Tribunal Supremo de Justicia y Tribunal Supremo Electoral que lo favorecieron. Estas actuaciones fueron respaldadas por diferentes organizaciones sociales bajo la batuta movilizadora de David Choquehuanca a partir del Cabildo desarrollado en El Alto, bastión de su apadrinada Eva Copa que ya había alojado en su entorno a personajes muy cercanos al Vicepresidente, como el ex viceministro Freddy Bobarin alojado meses antes en Palacio de Gobierno.

Arce y Choquehuanca lograron arrebatar a Evo Morales el denominado Instrumento Político con el que ahora postula a la Presidencia al censurado ex Ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo y por su parte, Eva Copa, abanderada de David Choquehuanca, logro la constitución y aprobación ante el TSE de MORENA, frente por el que se inscribió como candidata a la presidencia.

Estrategia política para conservar el poder

El 22 de enero de 2025, Dia del Estado Plurinacional, Andrónico Rodriguez manifestaba de manera contundente: “…estamos en un momento de grave riesgo de perder si no empezamos a unificarnos… si seguimos dispersados y peleados, estaremos frustrados, decepcionados, exiliados o de repente presos”.

Tal afirmación que con seguridad fue considerada y analizada mucho antes de la misma por el oficialismo, señala el grave riesgo que les significaría perder el poder y vislumbrar destinos como los de Jeanine Añez, Fernando Camacho, Marco Pumari y una larga lista de ex autoridades gubernamentales, militares y policiales que enfrentaron procesos instaurados por el actual gobierno, u otros más atrás, que vivieron esa realidad (Leopoldo Fernandez, Zvonko Matcovic, Antonio Aramayo, Jose Maria Bakovic, Luis Revilla y varios que optaron por el exilo).

En ese escenario, no suena descabellado considerar que se hayan diseñado estrategias para conservar el poder, por ejemplo mostrarse débiles en diferentes candidaturas promovidas por Luis Arce encumbrando a Eduardo Del Castillo y David Choquehuanca a Eva Copa (donde juegan nombres como Jorge Richter, candidato a Vicepresidente e Ivan Lima, Jefe de Campaña, ambos del entorno cercano de confianza del mismísimo Luis Arce), para que los opositores se sientan fortalecidos individualmente y egos de por medio descarten la unidad; o alentar subrepticiamente algunas otras candidaturas que cumplan el objetivo de dispersar el voto opositor. Así, amparados en las reglas del TSE, la estrategia proseguiría bajando candidaturas, como ya sucedió con Eva Copa, y continuaría hasta mantener al candidato mejor posicionado entre Andrónico Rodriguez y Eduardo Del Castillo, sin descartar que se sume a último momento tal vez Jhonny Fernandez y hasta el mismo Evo Morales, propugnando que lo hacen por el bien del país y en aras de no retroceder lo avanzado, como vienen previniendo los últimos días tanto Arce como Choquehuanca, retrotrayendo acontecimientos de la historia como “cruzar ríos de sangre” con la finalidad de hacerse del gobierno.

Por otra parte, bajo la premisa que en 2019 hubo fraude con la finalidad de no perder el poder, podríamos también imaginar que se apunta, desde el oficialismo a acomodar las piezas para ir a una segunda vuelta, circunstancia que demostraría haber logrado un gran caudal de votación a partir de ese voto oculto o voto duro que nos indican las encuestas y que estaría disfrazado de voto indeciso, blanco o nulo. Una victoria en segunda vuelta legitimaría internamente y ante la comunidad internacional la prolongación en el poder de los que se autodenominan socialismo del siglo XXI.

Como epilogo de todo lo referido, extraña que no se hallen conjeturas que introduzcan variables como las posturas del Grupo de Puebla, ALBA-TCP, o los  gobiernos de Cuba, Venezuela o Nicaragua, que en teoría no debieran entrometerse en asuntos internos de otros países respetando su soberanía, pero que sin embargo se hace muy difícil creer que no juegan cartas en la elección presidencial de Bolivia pues se arriesga quedar mas diezmados de apoyo y participación de gobiernos y países, pues su peso internacional va menguando en los últimos años, además que el voto de Bolivia ante diferentes temas coyunturales en instancias internacionales, adquiere relevancia, como el reconocimiento a gobiernos como el venezolano o nicaragüense; o en hechos de orden mundial como la guerra de Rusia con Ucrania, el reconocimiento de Palestina como Estado o alinearse a posturas rusas en foros internacionales como la ONU. Por ello no parece descabellado pensar que exista participación y asesoramiento subrepticio, como ya habría pasado en las elecciones fallidas de 2019 cuando se determinó que hubo fraude y se propusieron nuevas elecciones presidenciales.

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