Sin ser politólogo, académico en Ciencias Políticas, experto en marketing o asesor de campañas electorales; pero sí un periodista observador de la realidad, lector de libros e inquieto que venimos aportando con una agenda de derechos humanos y del periodismo responsable, comparto con todos ustedes algunos apuntes para líneas discursivas dedicadas a la oposición con sus cinco o seis candidatos que está de espaldas a los cambios históricos que se han registrado en estos últimos veinte años.
Esa oposición que ha concentrado sus discursos, sus comunicados, sus intervenciones en destrozar a quienes fueron parte de este proceso de cambio, que son luces y sombras, errores y delitos, abusos y confianzas, aciertos y contradicciones, golpes y logros ha logrado un elemento central a nivel político y social: logró empoderar en sus derechos humanos a los sectores sociales marginados, excluidos, ninguneados, discriminados, quienes una vez probaron la miel del poder o de los logros históricos no están dispuestos a ceder un espacio en sus reivindicaciones.
Los campesinos, indígenas, trabajadores ahora tienen voz, presencia y quieren seguir avanzando en sus conquistas históricas. Ver en algún cargo alto a uno de ellos, es más que satisfactorio, sino un derecho humano.
Para ellos este ensayo de ideas, apuntes, propuestas que no han sido extraídas de ningún libro o manual de cómo hacer política o catálogo para el ejercicio del poder, si no de la realidad cotidiana y de los hechos que son dialécticos, intensos, cambiantes y que cada vez exigen a la clase política, saber adaptarse y leer lo que está pasando para apuntar mejor su puntería.
Ahí van las ideas, si quieren patear el tablero:
- El peor enemigo de los marginados y humildes no es haber sido víctima durante siglos de las injusticias, discriminación y retraso. Es el uso político manipulándoles, que han hecho de sus condiciones y sus sueños, hasta convertirlos en acérrimos defensores de quienes levantaron sus reivindicaciones.
- No son victimas. Son protagonistas de la historia y deben acompañar este nuevo proceso que queremos iniciar juntos, de iguales a iguales. Sin patrones ni ídolos ni jefes políticos.
- El proceso de cambio dejó muchas huellas de la que ustedes son conscientes y que también trajo varios problemas, como el de la corrupción y la impunidad, y muchas otras contradicciones.
- Vamos a transformar el proceso de cambio en una gran revolución ética, política, social y de plena vigencia de los derechos humanos, que no son privilegios ni exclusiones ni abusos de derechos.
- Es la hora de la profunda transformación en todos los ámbitos, proceso en la que cada uno de ustedes serán los convocados y los sujetos de las transformaciones históricas.
- El Estado Plurinacional somos todos: las 36 naciones indígenas, los mestizos, los karay, empresarios, jóvenes, mujeres, profesionales, trabajadores, gremialistas, interculturales, por lo que vamos a generar las mejores condiciones económicas, culturales, políticas, sociales para el mejor devenir histórico de Bolivia.
- Profundizar este proceso de consolidación del Estado Plurinacional, pero bajo la premisa vital, de que todos somos protagonistas y autores, que con nuestros aportes en el lugar donde estemos, queremos una Bolivia más justa, más equitativa, más sana, más libre y más digna.
- Los derechos humanos es como los rayos del sol que nos llega a todos y desde la vigencia de la Constitución política de febrero de 2009, cada uno de los bolivianos tiene un amplio abanico de derechos humanos, que lo debe ejercer, sin estar rogando al Estado que se cumplan sus derechos.
- No necesitan permisos ni padrinos ni jefes para el goce de cada uno de sus derechos humanos. Son de ustedes y juntos desde mi gobierno vamos acompañar que todos los bolivianos tengan salud, justicia, educación, agua, luz, alimentos, viviendas, empleos dignos, vejez digna, emprendimientos privados, familiares.
- Los jubilados que han dado todo por Bolivia, así como dice la CPE tienen derecho a una vejez digna y saludable, tendrán un mejor tratamiento en mi gobierno. Ya no mas pensiones miserables que no les alcanza para nada.
Los sectores privilegiados como los militares y otros que reciben jugosas rentas deben pensar en la solidaridad.
Vamos a reformar el sistema de jubilación con equidad, justicia, y acorde a la realidad socioeconómica del país.
O si quieren frases cortas o arengas provocativas:
- El Estado Plurinacional somos todos y entre todos vamos a construir una mejor Bolivia: más justa, más equitativa, más digna.
- Sin patrones, sin jefazos sin ídolos, ustedes son protagonistas de la historia y son parte de este nuevo proceso histórico.
- La victimización ha sido un arma política que los han mantenido callados y con miedo, es hora de acabar con la misma y levanten con más coraje y dignidad sus voces
- El proceso de cambio tendrá un giro de 180 grados y vamos a impulsar una poderosa revolución ética, social, política, cultural.
La lucha por el poder en Bolivia no se la gana a plan de tik tok, o con amplios curriculum vitae o inventarse pasitos rítmicos. Ni con ampulosas ofertas demagógicas, como vienen anunciando los candidatos de la oposición: desde los 100 carajos hasta un día.
Se la gana en las calles, casa por casa, tierra adentro. El escritor Homero Carvalho, dice: “Creen que los votos llueven por currículum, no por carisma. En su Green Tower, olvida que las urnas se conquistan en calle”.
El voto se lo disputa con un discurso coherente, fuerte y que la gente lo repita, así como su ídolo argentino ganó las elecciones: "Es el fin de la casta política, chorra y parasitaria", lo repitió Milei hasta conseguir la victoria electoral.
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