Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara Montaño ya son los primeros mandatarios de Bolivia. Ambos han jurado en un acto con gran presencia internacional y enorme expectativa nacional. El Presidente Constitucional de los bolivianos ha reafirmado los principios de la propuesta electoral que puso fin a un periodo político que se instaló en el corazón del poder en enero de 2006, hace casi 20 años.
Las primeras horas del gobierno del Presidente Paz han profundizado el camino abierto desde el 19 de octubre, cuando el binomio del Partido Demócrata Cristiano se ha impuesto con el 54.5% de respaldo ciudadano. Dicho de otro modo, en los días anteriores a la posesión de los nuevos mandatarios se han abierto los surcos para un cultivo intenso a favor de los bolivianos: las señales para relaciones mutuas con los estados democráticos, el diálogo nacional rumbo a un acuerdo por la producción, la movilización de las autoridades elegidas para encarar la crisis de combustible y la falta de dólares, han despertado el respaldo ciudadano boliviano.
Tanto el presidente Paz como el vicepresidente Lara han reafirmado sus principios para el periodo 2025-2030 con el objetivo de hacer frente a la crisis multipolar del país. Y en este contexto, vale la pena destacar dos preceptos rectores señalados precisamente por el Primer Mandatario: capitalismo para todos y primero la patria. Mientras que el vicepresidente Edmand Lara ha planteado otro: la lucha contra la corrupción. Ergo, son tres columnas centrales para el nuevo gobierno, cuya administración definirá si Bolivia ingresó a un nuevo periodo o, únicamente, a un nuevo tiempo.
Primero la patria
La patria es el nuevo sustantivo del gobierno de Paz Pereira. Es la vara que ha sido puesto en lo más alto para la administración del día a día por los objetivos más importantes del país. Es el reto de los mandatarios, su equipo de ministros, sus colaboradores y el orden rector para lucha contra la corrupción, contra la ineficiencia, contra la injusticia, contra la pobreza, la discriminación, en beneficio de todos, pero en especial de quienes menos tienen.
Así tiene sentido la frase del Presidente Paz: “Si vamos a transformar, no se transforma la patria. Se transforma el Estado. La patria somos nosotros, y nosotros transformamos el Estado para que sirva a la patria, no la patria al Estado”. Solo una visión inclusiva y una propuesta transformadora del Estado permitirán sacar al país de esta crisis estructural. Y que sea, como Paz Pereira ha dicho, que los ministros trabajen por la patria y no para grupos. El propio Presidente ha llevado a concluir que la única ideología es la patria, que será pragmático para beneficio de todos, en especial para quienes votaron por él.
Capitalismo para todos
Y ese es el otro precepto rector del gobierno de Paz: capitalismo para todos, sin distinción de clases o grupos y, en especial, para quienes han sufrido los mayores golpes de la crisis económica, del derrumbe institucional y el favoritismo político a favor de algunos grupos económicos.
Y aquí se debe tener en cuenta que el gobierno del Movimiento Al Socialismo tenía una mirada asistencialista para los sectores más vulnerables y los grupos productivos pequeños, mientras que para los actores económicos poderosos, sostenía una visión más favorable y que se tradujo en importantes beneficios para producir. Así hay que recordar que la estrategia envolvente de García Linera funcionó mientras había cuerda para envolver.
En ese contexto, vale la pena recodar una expresión del Presidente Paz, quien dijo que el concepto de capitalismo para todos fue lanzado por primera vez en El Alto, ciudad de microempresarios, emprendedores y productores. “Dijimos capitalismo para todos, un capitalismo para producir, un capitalismo para tener recursos, platita (…) para tener el derecho a crédito barato, para poder salir adelante y no solo unos cuantos poderosos sino el capital para las grandes mayorías, la economía de la gente”.
Si el presidente Paz trabaja bajo esta declaración de principios es muy posible que el complejo camino para salir de la crisis sea menos duro, pues si el gobierno genera condiciones para que el país permita oportunidades de crecimiento a todos los actores, el respaldo para su administración será sólido.
El tercer desafío
La patria primero y el capitalismo para todos son declaraciones con potencia para unir a un país que fue afectado duramente en dos décadas de mirada mezquina.
Y si para consolidar esta nueva visión de país, se suma uno tercero, el de la lucha contra la corrupción propuesta por el vicepresidente Edmand Lara, con seguridad que los bolivianos darán el respaldo que el gobierno necesita, porque la lucha contra la corrupción es reforma judicial, es ordenar la casa para eliminar la burocracia cancerígena, velar por la transparencia en el día a día de las gestiones y eliminar esos procedimientos que favorecieron a grupos poderosos en el pasado.
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