Julio 15, 2025 -HC-

Los temas excluidos de la agenda electoral


Lunes 14 de Julio de 2025, 11:00pm






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La agenda de los candidatos, de los medios y de los analistas se ha centrado en cómo enfrentar la crisis económica que está agobiando a las familias bolivianas. Es el tema, sin duda, más urgente. Los debates, casi en su totalidad, se enfocan en soluciones económicas de shock o gradualismo, con recetas ya conocidas del ámbito neoliberal: achicamiento del estado, rebaja de la deuda, liberalización de todos los aspectos de la economía y potenciar el sector privado.

Sin embargo, la agenda político electoral ha dejado de lado varios temas que son fundamentales, cuya resolución es casi tan urgente como la falta de dólares y de combustible. La crisis económica ha minimizado, en unos casos, y ha logrado desaparecer, en otros, problemas que el país arrastra desde hace décadas.

Los temas “olvidados” son varios y, generalmente, están relacionados. La problemática de la violencia hacia las mujeres, los efectos posteriores de las políticas de shock neoliberales, la educación, la salud, la producción de coca, la ciencia, las cuestiones identitarias, el deporte y las artes en general han pasado a un plano tan poco relevante que casi pasan desapercibidos en los foros de debate.

A contrapelo, un tema tan polémico como la aplicación de tecnologías para la modificación genética en la producción de los alimentos ha tenido una inusitada atención mediática, pese a que en el mundo se han puesto serios reparos a su utilización.

La exclusión de temas tan importantes significa también la supresión de sus actores. El silencio sobre temas, por ejemplo, de violencia contra las mujeres o de los colectivos de diversidad sexual invisibiliza sus luchas y sus preocupaciones, reduciendo a sus actores a consumidores que solo buscan satisfacer sus apetitos comerciales.

No digo que la crisis económica no sea, hoy por hoy, la principal urgencia. Digo que la crisis se ha vuelto en sí un pretexto para excluir otros problemas casi tan urgentes. Y de paso, se ha convertido en un horizonte de salvación, como si con la llegada de dólares se solucionaran temas como la discriminación, el racismo, el machismo y la exclusión.

La solución de la crisis no puede ser un cheque en blanco para destruir otras agendas alternativas o reducirlas a cuestiones técnicas o administrativas que se resuelven bajo la lógica del mercado. 

El enfoque de la crisis que se ha impuesto en los debates, excluyendo una gran agenda de temas sociales y políticos no resueltos, va a generar un espacio de conflictividad de imprevisibles consecuencias, porque los sectores excluidos, tarde o temprano, se articularán y exigirán su espacio en la vida político estatal.

Por ello es necesario escuchar a todos los sectores e incluir sus problemáticas en la agenda político y electoral, y no reducir el debate público a cuestiones del agronegocio, la exportación y las divisas.

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