Es comprensible que, por la coyuntura actual, muchas personas busquen información, se hagan preguntas e incluso expresen sus dudas por diferentes medios de comunicación y redes sociales. Lo que no es comprensible y mucho menos responsable, es que se quieran difundir ideas equivocadas que terminan confundiendo a quienes realmente necesitan ayuda y solución a sus problemas.
Últimamente, han comenzado a circular en redes sociales ciertas afirmaciones preocupantes sobre la reprogramación de créditos, pintándola como una “trampa” que “supuestamente” obliga a pagar interés sobre interés. Todo esto no sólo es falso, sino demuestra un desconocimiento total de cómo funciona el sistema financiero y de lo que realmente establece la normativa vigente.
Aclaremos algo, el cobro de interés sobre interés, conocido como anatocismo, está expresamente prohibido por el Código Civil y regulación vigente. Las entidades financieras no pueden capitalizar intereses bajo ningún concepto. Difundir lo contrario no es una simple opinión: es una mentira que puede hacer daño y perjudicar a la población que está interesada en acceder a una reprogramación de su crédito, ante el temor de que le cobren “interés sobre interés” o un “interés adicional”.
Tampoco es cierto que la reprogramación sea una especie de “trampa” disfrazada de “ayuda”. Muy por el contrario, en la actualidad, se la ha estado aplicando como una medida de alivio, para que las personas que tienen préstamos y han visto que su situación económica está siendo afectada por la coyuntura actual, puedan voluntariamente, solicitar una reprogramación. La entidad financiera, de acuerdo a la normativa en vigencia, tiene la obligación y responsabilidad de evaluar esa solicitud, elaborando un nuevo plan de pagos, ofreciendo además condiciones ajustadas a la realidad del cliente, en función a su situación actual, siendo necesario estar consciente de que, si tengo mayor tiempo para cancelar mi deuda, también se generan más intereses, pero eso no implica que me estén cobrando un interés adicional.
Como se ha podido apreciar en medios confiables, la reprogramación de créditos, puede incluir periodos de gracia y/o prórroga, así como otros mecanismos que faciliten a cumplir la obligación sin generar más presión y siendo un alivio financiero para el deudor. Además, si el prestatario desea hacer pagos adelantados a capital, puede hacerlo en cualquier momento. Eso incluso puede ayudarle a reducir el plazo o el monto de las cuotas.
Entonces, ¿dónde está la trampa? No la hay. Lo que sí hay es una serie de disposiciones diseñadas para cuidar tanto al prestatario como al sistema financiero en su conjunto. Normas que están siendo constantemente supervisadas para que se cumplan de forma transparente.
Es fácil generar alarma desde la ignorancia. Lo difícil es asumir la responsabilidad de informar con claridad y conocimiento. Por eso, antes de compartir o creer en publicaciones que hablan de “interés sobre interés” o de supuestas “trampas”, vale la pena preguntarse: ¿quién lo dice? ¿Con qué base? ¿Es una fuente confiable?
En temas financieros, la confusión cuesta. Por eso es clave acudir a las fuentes oficiales, consultar a especialistas y no dejarse llevar por rumores. Porque ayudar no es lo mismo que alarmar y opinar con seriedad es un acto de responsabilidad ciudadana.