Desaceleración económica: expectativas y realidades
Por ejemplo: si la tabla de salvación para reanimar a corto plazo el crecimiento del PIB es el sector agropecuario/agroindustrial/agroexportador: ¿invertirán más sin seguridad jurídica para la tierra y la inversión agrícola? ¿Si no se les autoriza el pleno uso de la biotecnología? ¿Si no hay libre exportación de sus excedentes?
Lunes 30 de Octubre de 2017, 1:45pm


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El economista estadounidense Richard Thaler, Profesor de la Universidad de Chicago, acaba de recibir de la Real Academia de Ciencias de Suecia el Premio Nobel de Economía por su aporte sobre la economía conductual, por integrar la psicología al análisis económico para explicar cómo el ser humano trasciende lo racional al tomar sus decisiones, afectando las tendencias del mercado, de ahí que el buen ánimo del agente económico resulta importante para la economía.
Por la Teoría Económica sabemos que las expectativas racionales o adaptativas de los individuos potencian o debilitan las políticas públicas, cuando hay o no credibilidad en ellas frente a un futuro incierto. La historia ha demostrado que cuando la desconfianza aumenta, su eficacia baja. Así, lo que piensen hoy los individuos influirá en sus decisiones y, en el agregado, sobre la economía toda.
Era necesario hacer este prólogo para comentar, desde un ángulo diferente, lo escuchado de dos respetables economistas y ex Ministros de Estado - *Flavio Machicado Saravia* y *Luis Arce Catacora*- como ponentes principales en el *Foro Económico “Ajustes y políticas para un desarrollo sostenido”* organizado por el *Colegio de Economistas de Santa Cruz* y la *Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra* (18.10.17), del cual participó también el Secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, *Luis Alberto Alpire*, así como los especialistas, *José Padilla* y *Carlos Schlink*.
El análisis de la economía boliviana desde el año 2006, su situación actual y perspectivas, la interpretación del crecimiento del PIB, su ralentización y sostenibilidad del mismo, la alta informalidad, la apreciación del tipo de cambio y la necesidad de un sinceramiento, fue realizado por Machicado.
Luego vino la intervención del ex Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora -a quien deseo una pronta y total recuperación de su salud- quien brindó una exposición mucho más serena y objetiva sobre las bondades del Modelo Económico Social Productivo y Comunitario, que en otras oportunidades.
De las varias conclusiones esgrimidas por la ex autoridad destaco su convencimiento de que -para garantizar el crecimiento y una mejor distribución del ingreso en Bolivia- dicho modelo se debe profundizar, así como el haber dejado en claro el gran potencial de desarrollo agropecuario, industrial y turístico del país, instando al empresariado a invertir más y a ser más productivo. Y, aquí es donde toma relevancia lo expuesto líneas arriba…
Siendo las sinceras preocupaciones de Flavio Machicado coincidentes con las de la generalidad de los empresarios del país -en función de sus expectativas a futuro- para que ellos puedan reaccionar e invertir en capital y tecnología con optimismo frente a un escenario que se avizora desmejorado, las buenas señales desde el Estado resultarán determinantes, no solo desde la racionalidad económica sino también de la sicología, en función de su instinto empresarial.
Por ejemplo: si la tabla de salvación para reanimar a corto plazo el crecimiento del PIB es el sector agropecuario/agroindustrial/agroexportador: ¿invertirán más sin seguridad jurídica para la tierra y la inversión agrícola? ¿Si no se les autoriza el pleno uso de la biotecnología? ¿Si no hay libre exportación de sus excedentes?
Desde el punto de vista económico, el Estado debería resolver rápidamente tales dudas, sabiendo que en lo sicológico mucho incidirá que las políticas públicas no solo sean creíbles sino oportunas para que el productor no levante las manos cansado de arar en el mar (cuántos, en un mar de deudas y desesperanza).
En una reciente entrevista, *Erick Saavedra Mendizábal* (CEO de TOYOSA y Vicepresidente del Grupo Saavedra) decía que _“La desaceleración viene más por miedo que por realidad económica”_ (EL DEBER, 17.10.17). Si esto es así, para que los temores bajen -o mejor aún, desaparezcan- la esperanza y confianza de mejores días para el país debería estar en la mente de nuestros empresarios, en base a las buenas políticas de los administradores del Estado.
"EL DEBER" - DIARIO MAYOR, Santa Cruz, 29 de octubre de 2017