Con chalecos verde fosforescente, silbatos y hasta credenciales, cada mañana, un grupo de padres de familia lleva adelane el turno de vigilancia para resgardar la seguridad de sus hijos en el colegio. Los progenitores están acomodados en cada esquina de la escuela Tahuantinsuyo, del turno mañana de El Alto y esto se repite en otras unidades educativas con el objetivo de evitar secuestros, atracos y hasta bullying. El trabajo incluye un mayor cuidado a favor de los más pequeños.
“Nos preocupa mucho, ya día a día los padres de familia nos estamos organizando con unidades educativas. La Policía no abastece para la seguridad de toda la ciudad de El Alto, por eso estamos organizados con los delegados para poder hacer el resguardo”, explicó el representante de los padres de familia de la urbe, Luis Limachi.
Aunque no está escrita en un papel, una regla importante para la seguridad de los estudiantes es que los padres de familia se conozcan entre ellos, de esta manera ellos se mantendrán comunicados ante cualquier altercado o amenaza.
Las medidas se aplican ante el incremento de denuncias de desapariciones de menores de edad o incluso casos de abuso sexual.
El representante dice que pese a que existen puestos policiales en las puertas de algunas unidades educativas, no se puede contar con los policías porque deben hacer otros servicios.
Credenciales
Limachi explica que para evitar que los delincuentes aprovechen la salida de los más pequeños para cometer algún ilícito, se estableció el uso de credenciales. La persona que esté encargada de recoger al estudiante tiene que mostrárselo a la maestra o auxiliar, de lo contrario, el menor se quedará hasta que aparezcan los padres.
“Ya incluso se ha hecho credenciales para el que recoja y tienen los padres de familia para hacer este trabajo, para los niños de preinicial e inicial, todo lo que es primero, segundo y hasta sexto, hay algunos padres de familia que están muy susceptibles (…) si no se presenta la credencial no entregamos”, indicó Limachi.
Los estudiantes participan
César Guzmán, presidente de la junta escolar del distrito 1 de la ciudad de El Alto, indicó que luego de que se restablecieron las clases presenciales, con dificultad se retomó las estrategias de seguridad.
“Estamos empezando de cero en la conformación de brigadas de padres de familia, de brigadas escolares. Dos años han perjudicado una participación constante y permanente de padres”, indicó.
Sin embargo, mencionó que hoy se refuerza el trabajo de las brigadas escolares para mantener seguros a los estudiantes dentro de las unidades educativas.
“En algunas unidades educativas se organizan a través de brigadas escolares (…) se ha hablado con Seguridad Ciudadana a fin de estimular esa participación, pero es limitado porque ocasiona gastos a los padres de familia (…) es de manera voluntaria la participación del estudiantado, especialmente de pre-bachilleres y bachilleres.”, dijo.
Pese a estos planes para evitar casos de inseguridad, los padres de familia coinciden en que se debe implementar las cámaras de seguridad también en colegios alejados.
AMENAZAS DE SECUESTRO
En las últimas semanas se han reportado casos de intentos de secuestros en cercanías de unidades educativas. Según el representante de los padres de familia de El Alto, Luis Limachi, el pasado mes casi raptaron a un niño de una unidad educativa de Alto Lima.
“Los niños han sufrido intento de secuestro y han sido encontrados, inmediatamente los padres de familia se han movilizado y han podido encontrarlos, un caso ocurrió alrededor de un colegio, en la zona de Alto Lima, han secuestrado a un niño, pero los padres de familia nos hemos organizado”, indicó.
Según Limachi, el chofer del motorizado en el que se intentaba llevar al menor huyó tan pronto como fue descubierto.
En otro hecho, los padres de familia denunciaron el pasado 28 de abril que un menor de un colegio en Villa Adela habría sido secuestrado, sin embargo, fue liberado por inmediaciones de la zona Mercederario.
En ese entonces, los progenitores denunciaron que una mujer fue vista tomando fotografías a los estudiantes por alrededor del establecimiento.
Pero la preocupación de los padres va más allá, luego del caso que estremeció a Tarija, donde una adolescente de 14 años fue encontrada sin vida, colgada de un árbol tras ser violada por un sujeto. El agresor habría interceptado a la víctima cuando ella regresaba del colegio. El hecho ocurrió el pasado 27 de abril.
Un caso reciente fue la de Marilyn, una niña de 12 años que fue ahorcada por uno de sus compañeros de colegio, un adolescente de 16 quien la habría seguido después de clases.
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