Nuevamente, la red UNITEL ha optado por una apuesta arriesgada. Aunque han pasado pocas semanas desde el cuestionable desempeño en el desarrollo y publicación de las encuestas, la red televisiva no se ha preocupado por tomar una fotografía más auténtica. Tal parece que el lente de la cámara que toma la fotografía está desajustado y el fotógrafo mantuvo el lente empañado. Veamos.
La diferencia entre Jorge Tuto Quiroga y Rodrigo Paz fue atribuida por la encuesta al valor diferencia y positiva de la propuesta económica del candidato a la Presidencia por la alianza Libre. Los datos de Cies Mori destacan el plan del expresidente frente a la del candidato por el Partido Demócrata Cristiano. Y tal punto de vista ha sido refrendado por cada uno de los participantes de los panelistas. Yo me pregunto cómo la población habrá podido distinguir tal virtud si en esta campaña tan corta lo que menos ha habido es la difusión de las propuestas económicas y ha abundado el despliegue del discurso del miedo, la guerra sucia y el show en las redes sociales.
Como debutantes en esto de la segunda vuelta, la guerra sucia se ha convertido en factor estratégico y central. Desde las redes sociales, desde algunos medios de comunicación y desde algunos espacios públicos, el ataque frontal y no argumentado ha sido el arma favorita en esta campaña. Y ese aspecto no ha sido considerado por la encuesta de UNITEL. Ergo, no hay datos de si la población cambió o no su opción por Rodrigo Paz y, en especial por Edman Lara. Y, como en el anterior caso, los panelistas no lo han considerado.
Y algo que sí hicieron los panelistas es mencionar a Evo Morales, el elefante en la habitación de este proceso electoral. Lo han mencionado de pasado, pero al menos lo hicieron. En la campaña, los de Tuto usan al líder cocalero como el factor que genera miedo, como el político con el que se debe disminuir al rival. Con toda seguridad, que ha tenido y tendrá un impacto en los sectores sociales ya conocidos: clase media y clase media alta.
La memoria parece muy corta, cuando menos eso. En el proceso electoral que culminó en agosto, la victoria que obtuvieron Rodrigo Paz y Edman Lara estuvo sustentada por esa gente que no aceptó a Samuel Doria Medina ni a Tuto Quiroga, que tampoco quiso a Andrónico Rodríguez. Esa victoria también estuvo sostenida por quienes no vieron a Evo Morales ni a Jaime Dunn. ¿Qué nos hace creer que esa población muto de preferencia? Dicho de otro modo, ¿cómo se mide la votación de los sectores populares, de aquellos espacios donde la identificación cultural, más que étnica, pesa?
Falta poco menos de un mes para las elecciones de la segunda vuelta, es muy posible que Jorge Quiroga y Rodrigo Paz ajusten sus campañas, en función de sus estrategias, en la que uno apuesta por su perfil omnipresente en las redes y el otro concentrado en su presencia territorial. Lo que resta saber es qué hará quien anoche presentó su fotografía del momento.
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