La Paz, 08 de noviembre (Urgente.bo).- Este sábado, un devoto del Tata Santiago, un ciudadano nacido en Tarija, habituado a vivir en uno y otro país de Europa, Estados Unidos o América del Sur, uno de los hijos de un expresidente de la República, un folclorista consumado y un hombre que lleva la política en la sangre jurará como Presidente de Bolivia. Tras 20 años de hegemonía masista (con un intervalo el 2019), Rodrigo Paz Pereira tiene el desafío de iniciar un nuevo periodo político, con la ventaja de saber conectar con la gente, conocer las relaciones internacionales y con la presión de sacar a Bolivia de la crisis multipolar que la golpea.
El nuevo Presidente, que pone fin a un periodo dirigido por el Movimiento Al Socialismo, empezó a hacer sus primeras armas políticas a fines del siglo XX, en España. Allí donde nació. Y hoy, en el tramo final del primer cuarto del siglo XXI, asumirá el mando de la nación, con el acompañamiento de un outsider de la política, el excapitán de policía Edmand Lara Montaño. Así, al cabo de una caminata de más de 20 años, Rodrigo Atahualpa llega a la cúspide de la política boliviana, con la propuesta de dar prioridad a la patria.
“Es el Presidente de la gente, sabe liderar, Sobre todo escuchar y hacer. Tiene una gran paciencia, no se rinde ante los problemas.
Y siempre busca soluciones. Es el Presidente de las soluciones”. Oscar Eid
El politólogo Ricardo Paz cuenta “que algunos de sus allegados más antiguos (compañeros de escuela algunos, otros de colegio o de universidad) recuerdan a Rodrigo como un hombre que siempre estuvo seguro de que un día llegaría a ser presidente de Bolivia. Lo manifestaba, me dicen, con tranquila convicción, sin estridencia, como quién comunica algo que sucederá de manera ineluctable. Y así fue”.
Paz Pereira se preparó por más de dos décadas para llegar a la presidencia de Bolivia. Su mayor escuela fue la calle, allí aprendió a escuchar y a entender las necesidades de la población. Llega a la máxima magistratura del país con la idea de gobernar desde y para la gente. Su historia es la de un político que no heredó el poder, sino que conquistó el voto con empatía y cercanía.
Nació el 22 de septiembre de 1967 en Santiago de Compostela (España).Hijo del expresidente Jaime paz y la española Carmen Pereira Carballo. Vivió en Estados Unidos y Europa, donde completó posgrados y fortaleció su visión internacional. Habla inglés fluido y sabe sobre diplomacia gracias a su experiencia en Suiza. Durante el exilio de su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora, vivió en diez países diferentes, casi en toda Sudamérica. Mauricio Aramayo fue comunicador suyo y recuerda que, como siempre se estaba mudando, de niño le costaba hacer amistades duraderas.
Prácticamente es un ciudadano del mundo y, como conoce diferentes realidades, logró desarrollar “conciencia social”. Sandra Rivero, diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC), dice que Paz entienda “perfectamente cuáles son las necesidades de la población boliviana, aún en sus espacios más recónditos”.
Esta experiencia le dio una mirada global. “Rodrigo conoce Europa profundamente, conoce Estados Unidos, pero también conoce el Tarija rural y los pueblos del norte argentino. Tiene una mirada internacional y, a la vez, local y humana”, destaca Andrés Torrez, amigo de Paz y hasta julio jefe de la campaña presidencial.
“Cuando los políticos tradicionales llegan a una comunidad, Rodrigo está volviendo”, ilustra Andrés Torrez
Su carrera política
La carrera política de Paz Pereira tomó impulso en Tarija. Fue concejal y alcalde por el municipio de Cercado, la capital chapaca. Luego fue elegido diputado y senador por el departamento sureño. Pero sus primeras armas en la gestión pública las hizo en el gobierno de Hugo Banzer Suárez, como Agregado Comercial de la embajada de Bolivia en España y luego delegado ante la Organización Mundial del Comercio.
“Rodrigo ha empezado desde muy temprano en su vida como candidato a diputado uninominal en Tarija y lo hizo sin ayuda, ha ganado siempre con el voto”, recuerda Andrés Torrez. Quizas por la influencia de su padre, Rodrigo siempre buscó el respaldo de la población y desarrolló un estilo particular para conectar rápidamente con la gente. “Cuando viaja la gente lo saluda como si lo conociera, y es contradictorio porque no es muy conocido mediáticamente, pero cuando recorría las calles todos decían: es el Rodrigo, el hijo o el gallito. Las personas se acercan y lo abrazan, era una cosa impresionante”, cuenta un allegado.
En los últimos años, el Presidente visitó más de 220 municipios del país y recorrió más de 230 mil kilómetros. “Poder visitar los lugares más recónditos del país es un sentido absoluto de pertenencia a la patria”, sostiene Paz, quien asegura que es el único político que puede hablar sin problema alguno y sin temer por su seguridad en Achacachi de La Paz, en La Cancha de Cochabamba o con la cúpula empresarial de Santa Cruz.
“Cuando los políticos tradicionales llegan a una comunidad, Rodrigo está volviendo”, ilustra Torrez. Esa cercanía con la población dio origen a la agrupación política Primero la Gente. “Aquí nadie piensa en la gente. Rodrigo crea Primero la Gente para decirle al país que lo más importante son los ciudadanos”, subraya Torrez.
En la misma línea, Oscar Eid Franco, que fue brazo derecho del expresidente Jaime Paz, aceptó hablar brevemente con Urgente.bo sobre el mandatario electo. Está seguro de que es el político que ahora necesita Bolivia. “Es el Presidente de la gente, sabe liderar, Sobre todo escuchar y hacer. Tiene una gran paciencia, no se rinde ante los problemas. Y siempre busca soluciones. Es el Presidente de las soluciones”.
No obstante, la carrera de Paz también estuvo marcada por obstáculos. Tras su gestión como alcalde de Tarija fue denunciado por presuntas irregularidades en la construcción de un puente vehicular, que costó Bs 73 millones. “Antes solo cuatro o cinco empresas se adjudicaban todas las compras menores, las que eran de menos de 50.000 bolivianos. Cuando él entró, abrió la posibilidad a más de 50 empresas para que compitan limpiamente, bajando los precios. Eso generó resistencia”, explica Aramayo.
Su objetivo fue que muchas más empresas pugnen por construir el puente en lugar de las habituales, “ahí empezaron los ataques por todos lados. El puente sobre el río Guadalquivir ahora es un referente, todo el mundo va a sacarse una foto ahí”, añade Aramayo.
Su propuesta política
“Capitalismo para todos” es la propuesta política central con la que fue conquistando los votos de diferentes sectores, en especial los populares. El martes 4 de noviembre, en un encuentro con vecinos y productores alteños, Paz reveló que este concepto fue lanzado por primera vez en El Alto, porque está convencido de la fuerza productora de la segundad ciudad más poblada del país y de que si el Estado les da oportunidades, es posible un mejor desarrollo.
Rodrigo entiende que Bolivia es “profundamente capitalista y eso no es una palabra negativa como nos han hecho creer durante muchos años”, subraya Torrez, quien asegura que el Presidente, guiado por aquel precepto, se ha propuesta quitar las “trancas”, las extorsiones y la burocracia que ahuyenta a los emprendedores de la formalidad.
“Sabe que la señora que tiene su puesto de comida en el mercado, o el que tiene su taxi, o su minibús, o el que su tienda de celulares es extorsionado todo el tiempo por las diferentes instituciones y quiere ser formales pero no se les permite. Entonces él (Rodrigo Paz) quiere hacer un país y un estado para ellos”, aseguró Torrez.
La otra columna de su propuesta es “50/50”, que consiste en la asignación del 50% de los recursos del Estado a gobernaciones y alcaldías, con el fin de estimular las economías regionales y evitar la concentración del dinero fiscal en el Ejecutivo, como ha ocurrido en los últimos 20 años. Precisamente por eso, este viernes, en la ciudad de Santa Cruz, durante un foro con los empresarios, declaró: “Yo creo que, en años venideros, si hacemos bien las cosas, Bolivia será federal, lo cual potenciará sus regiones, pero como todo padre, como toda la madre, como toda familia, uno genera las garantías para que tus hijos aprendan a tomar decisiones, el arte de vivir es tomar decisiones”.
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La gente es su ideología
Uno de sus excolaboradores dice que la ideología de Paz Pereira no es el estatismo ni el liberalismo. Su foco mental está en acercar el Estado a la gente real sin fanatismos ideológicos y sin complejos, con la pretensión de unir a los bolivianos, a collas y cambas. Tiene una visión nacional abierta al mundo, aprende de él, para construir un estado que ayude y facilite la vida de los bolivianos.
Paz no es de izquierda ni derecha, es de centro, afirmó Torrez. Aprende lo bueno de ambos polos para sacar una mejor versión, “con una visión real de la Bolivia real”. “Rodrigo es de centro izquierda, de centro derecha y de centro, aprende de todos” afirma Tórrez. Entiende que la política en el mundo actual no debe responder al fanatismo ideológico, sino en atender las necesidades.
Multifacético
Más allá de la política, sus allegados describen a Paz como un hombre multifacético y amante del folklore nacional. “Es alegre, comparte con su fraternidad, con su equipo, es político, es padre, es esposo, es amigo y es compa”, precisa la diputada Rivero.
Rodrigo lleva bailando 32 años, 15 de esos en los caporales San Simón de La Paz. Empezó a practicar el 89 y el 90 participó por primera vez en una entrada. Entendió la importancia cultural de estas celebraciones. Por eso, cuando fue alcalde impulsó la entrada de la Integración, que se convirtió en un fenómeno de turismo. “Vienen a ver a Tarija lo que se ve en Oruro”, expresó.
Y no solo se divierte y socializa en las fiestas, Paz reflexiona. Por ejemplo, dice que “la morenada es como el país, tiene sus estructuras de poder, tiene sus composiciones empresariales, tiene sus clases sociales. Puede tener sus conflictos, pero es como Bolivia, sigue avanzando, nunca para. Cuando arranca siempre llega, irá lento, pero siempre llega. Es como la patria”. Este hombre que cree en la fuerza del folklore fue pasante de la morenada Andaluz de Tarija; sin embargo, dijo que no lo volvería a repetir la experiencia por el gasto económico que conlleva.
A Rodrigo no solo siente pasión por las danzas folklóricas, también le gusta montar a caballo, cantar coplas chapacas en el Carnaval y el futbol. Se siente muy arraigado al deporte, que jugó a un nivel casi profesional, y comparte este gusto con su hijo.
Su familia
Rodrigo Paz es un hombre de familia. Sus allegados lo describen como muy respetuoso, cariñoso. Tiene tres hijos con los que comparte los mismos valores y principios. “Cuando dicen que los frutos no caen lejos del árbol, es cierto”, asegura la diputada Rivero.
“Ama a su familia. Siempre está pendiente de sus hijos, de su esposa. Para él, la familia es lo primero”, porque en los viajes de trabajo o campaña, Paz encontraba momentos para comunicarse con ellos. “Siempre pendiente de sus hijos, los ama, a su señora esposa igual. Es muy familiar”, subrayó.
Asimismo, las personas de su entorno describen a la esposa del mandatario, María Elena Urquidi, como “una señora muy respetuosa, amable y sencilla”. “Tiene un perfil bajo, pero es muy querendona de su familia, igual que Rodrigo”, agregó el excomunicador. La pareja lleva más de treinta años de matrimonio y la gente asegura que su relación se basa en el respeto y el cariño.
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