“Era juguetón, bromista, pero siempre justo”, cuenta Eitnar Lara, hermano del Vicepresidente del Estado, posesionado este sábado en la Asamblea Legislativa, pese a que gran parte de su familia no ingresó al hemiciclo. Los hermanos de Edmand tienen gratos recuerdos con él. Era un niño alegre, amante del fútbol, bailarín, perseverante, criado entre carencias y sobrellevando una familia dividida. Fue un joven que hizo todo por el sueño de ser Policía. Amante de su familia, es un hombre que siempre dice lo que piensa.
“Nos cuidaba a mí y a mi hermanita, cuando éramos bebés. Jugábamos fútbol con cualquier cosa, hasta con zapatos viejos porque no teníamos para tenis. A veces discutíamos, pero él siempre estaba ahí para protegernos”, enfatiza Eitnar, vocalista del grupo Sabor Sabor y exconcursante del reality shox Factor X.
EL NUEVO SUEÑO
Uno los hermanos de Lara entrevistados por Urgente.bo dice que “él solo quería ser un buen policía, no soportaba la injusticia, por eso tuvo conflictos con algunos superiores. Pero esa misma valentía lo llevó a luchar por lo que creía correcto”. Además, uno de los familiares mencionó que el vicepresidente de Bolivia “siempre dice lo que piensa, sin miedo y esa valentía lo trajo hasta aquí”.
Al verlo convertido en vicepresidente de Bolivia, su familia siente una mezcla de emociones como: orgullo, asombro y emoción. “Siento que estoy viviendo una película”, añade Eitnar.
UNA BONITA INFANCIA
El Vicepresidente nació el 16 de octubre de 1985 en Cochabamba. Creció en dos hogares durante su niñez y adolescencia. En su infancia vivió con un hogar completo hasta sus 8 años, luego sus padres se divorciaron. El juez definió que Mario Roldán Lara se quede con la custodia de Edmand y ambos se fueron a vivir a Santa Cruz con su madrastra Zulema Aramayo, quien lo acogió con cariño. “Mi mamá Zulema, que sería madrastra de Edmand, siempre lo trató como un hijo más. Lo ayudó a estudiar, lo apoyó cuando ingresó a la Anapol. A pesar de que mi papá no ganaba mucho, nunca le faltó amor ni respaldo”, asegura Eitnar.
“El fútbol es su primera pasión, sabía todos los nombres de los jugadores del Wilstermann, su equipo del alma”, relata el hermano, quien recuerda que “cuando no podía ir mi entrenador, él iba a entrenaros”.
Lara siempre significó apoyo para a sus hermanos. “La época que yo estaba en Factor X, me acuerdo que él me iba acompañar junto a su esposa Diana, siempre estuvieron ahí, igual cuando estaba en Yo Me Llamo a la distancia me apoyaba”, recuerda Eitnar.
LA PARTIDA DE SUS PADRES
Edmand perdió a su madre el 27 de enero del 2011 a causa de la tuberculosis. Y en plena pandemia, su padre falleció por el COVID-19. “Es un horrible recuerdo, yo estaba haciendo live cuando me enteré de la muerte de mi padre y fue un dolor que nos marcó a todos”.
Una semana después, el hermano de Lara escribió una canción titulada “Padre Ausente”, en homenaje a su padre y a los recuerdos compartidos con Edmand.
LA RECONCILIACIÓN
Uno de los hermanos entrevistados por Urgente.bo recordó entre lágrimas lo difícil que fue la separación de la familia. “Mis padres se separaron cuando él tenía ocho años y yo seis, mi madre se vino conmigo a Santa Cruz y él se quedó con mi papá en Cochabamba, mi madre nunca dejó de llorar por él”.
La señora Ana Luz Montaño y uno de sus hijos “fueron a La Paz, a la Anapol, cuando Edmand y ella se vieron, comenzaron a llorar recordando buenos momentos y como si el tiempo no hubiera pasado”. Después de 14 años, hubo un encuentro bonito y de reconciliación. Pudieron recuperar parte del tiempo perdido.
Uno de los hermanos recuerda que hubo complicaciones en el alumbramiento de Edmand. “En el instante del parto, el doctor le dio a elegir entre su vida o la del bebé. Ana Luz Montaño Lino y Mario Roldan Lara Villaroel pidieron que salve la vida de ambos”
LA FAMILIA
Mario Roldan Lara Villaroel, padre de Edmand, era profesor de educación física y Ana Luz Montaño Lino era portera de una unidad educativa. Hoy sus hermanos destacan y aseguran que el Vicepresidente es el mismo de siempre: alegre, bailarín, noble y perseverante.
El vicepresidente de Bolivia tiene cuatro hijos: Cristian, Edmand Leandro 14 años, Luz María 13 años y Alexia de 9 años. “Son unos niños inteligentes y alegres como su padre”, destacó uno de los hermanos.
Los hermanos del vicepresidente enfatizan que Lara es un hombre dedicado a la familia. “Lo vi jugando fútbol con sus hijos, embarrado, riéndose como un niño, es un papá ejemplar, dedicado y cariñoso. Ama a sus hijos con el alma”, dice Eitnar.
UNA ANÉCDOTA
Los hermanos comenzaron a rebobinar momentos de su infancia al lado de Lara, cuando iban a pasear y montar caballos. Otra de los momentos vividos como hermanos fue “cuando mi mamá Zulema, nos estaba alistando y él me echo llave a la puerta y no podíamos salir, lo cual género que mi mamá reniegue y Edmand me echó la culpa y comenzó a bromear, siempre fue juguetón”.
¿Cuál es el mensaje que envían los hermanos de Lara al nuevo vicepresidente de Bolivia? “Que no cambie, que siga siendo ese hombre justo, valiente y cariñoso. Que recuerde siempre que su familia lo apoya, en las buenas y en las malas. Que sepa que es un orgullo para todos nosotros y para Bolivia.”
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