Mayo 09, 2024 [G]:

La ministra Campero y la lucha contra el machismo

La ministra revela pasajes sufridos a causa del machismo y da cuenta de las medidas que lleva adelante en el sistema boliviano de salud


Lunes 4 de Septiembre de 2017, 11:45am






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La Paz, 04 de septiembre (Urgentebo.com).- Ariana Campero Nava cumplirá este mes próximo 31 años. Es la ministra de Estado más joven de la historia. Graduada como médico en Cuba, la autoridad del Estado Plurin acional recibió a la revista Oxígeno para hablar como mujer de las políticas de salud que implementa el gobierno de Evo Morales. Y acepta hablar sobre el machismo, ese problema que afecta a miles de mujeres, ya sea como ciudadanas de a pie o como personas que deben tomar decisiones. El portal Urgentebo.com publica la entrevista que fue lograda por la revista Oxígeno.

Usted es una de las pocas mujeres que llegó al despacho de ministra de Salud, es la segunda, después de la Dra. Nila Heredia…

No, no soy la segunda. Antes de la gestión del proceso de cambio, hubo ministras mujeres, pero no duraron mucho tiempo; en el periodo del proceso de cambio, soy la segunda ministra mujer. Pero lo que sí soy es la ministra mujer que logró durar tres años consecutivos. Entre hombres y mujeres, soy la ministra más joven en la historia del país.

¿Cuál es su experiencia como autoridad, cuando debe llevar adelante medidas frente a un sector como el de los médicos?

Con todo respeto. Uno de los sectores más conservadores y con actitudes patriarcales es el del sector salud. Hay una relación de ironías de parte del médico sobre las profesionales o sobre los profesionales de otros sectores. Hay una visión patriarcal sobre la mujer. Para mí, el ser ministra de salud, mujer, joven y además formada en Cuba, ha representado un triple esfuerzo. Y le doy la razón a mi madre que decía, que una mujer debe trabajar tres veces más que un hombre para que se conozca su esfuerzo. Y en este cargo me di cuenta que es totalmente cierto. Lo bueno que haga una mujer si lo dice un hombre es tomado en cuenta rápidamente, aunque no haya sido idea del hombre sino de la ministra mujer.

"Cuando hay un policía o un militar y hay dos ministras mujeres y un ministro varón,

al ministro varón le dan el parte. Y a las dos ministras nos dicen, cómo están señoras".

¿Puede citarnos un caso?

Por ejemplo, en alguna reunión con el sector salud, sobre todo con las entidades colegiadas, se hizo una propuesta como mujer, pero nada y cuando lo dijo un hombre, desde otro ministerio, incluso para llegar a un acuerdo, fue tomado en cuenta. Es como que porque lo dijo un hombre tiene valor.

No la escuchan

Sí, no nos escuchan en esos casos. Ya imagino el trabajo que habrán pasado otras autoridades del Estado Plurinacional de Bolivia, en su condición de ministra, de mujeres e indígenas. Este gobierno como nunca dio espacios a las mujeres. Antes era imposible que una persona como yo entre en un cargo de estas características. Esta es una muestra del proceso de despatriarcalización, pero aún no hay un cambio de actitud en toda la sociedad. Pongo un ejemplo, de manera muy respetuosa, cuando hay un policía o un militar y hay dos ministras mujeres y un ministro varón, al ministro varón le dan el parte. Y a las dos ministras nos dicen, cómo están señoras. Esas actitudes se mantienen, hay clichés patriarcales. Esto es complejo, en 11 años, hemos transformado la forma de gestión, la forma de pensar, pero no es suficiente.

En la sociedad aún hay gente que cree que para que una mujer acceda a un cargo, necesariamente tiene que tener un vínculo o relación sentimental con el inmediato superior, con el jefe. Y eso pasa no solo en la relación del gabinete de ministros con el Presidente, sino pasa en la que hay entre la directora y el ministro, la jefa de unidad y el director. Y así se repite en todas las estructuras. No se identifica ni valora la capacidad ni talento de la mujer. Hay casos que ocurrieron con mi persona y otras ministras de Estado, vinculándonos en relaciones con el ministro de la Presidencia; se metieron en mi vida personal, demuestran acciones machistas sobre el rol que tiene la mujer en la gestión pública y la política.

Entonces, tenemos que seguir transformado. Para mí, es un orgullo ser ministra del Presidente Evo. Y desde este despacho pude contribuir con mi equipo a impulsar leyes, decretos, políticas. En nuestras estrategias como Ministerio de Salud, hemos podido llevar, entre muchas otras medidas, por ejemplo, la vacuna contra el virus del papiloma humano. Tenemos un plan para transformar el sistema de salud.

Antes de ir a la gestión en salud, ¿esa actitud machista que existe contra la mujer también se manifiesta dentro del gobierno?

Esta actitud no está vinculada a una posición ideológica política o de militancia partidaria. Varias mujeres que acompañamos al Presidente Evo Morales, en diferentes espacios, criticamos y pedimos que se investigue a la gente del instrumento que hace comentarios machistas. Este es un proceso de lucha, no vamos a permitir la violencia, cuando sea tipificada como física y psicológica. Se ejerce violencia psicológica incluso en los medios de prensa, ahí está el caso del Padre Pérez y su comentario, de que el gabinete está conformado por desplazados de la vida. La lucha de las mujeres tenemos que hacerla en distintos medios. Como decía Rosa Luxemburgo, un izquierdista que no sea feminista carece de profundidad. Entonces, la persona que se identifique como izquierdista tiene que apoyar la lucha de la mujer. Hay que tenerlo presente, no solo en el discurso sino también la cotidianidad, en las acciones. Eso creo que es parte de un proceso de formación política. Todo depende de un cambio de actitud de las personas.

Aterrizando en las políticas de salud, ¿qué medidas ha impulsado a favor de las mujeres?

Puedo dividir en las cosas que hicimos, las que seguimos haciendo y las que vamos a hacer. A la mujer no hay que ver únicamente como un ser reproductivo, sino como un ser humano, de sexo femenino, de identidad femenina, que tiene derecho a una vida sin violencia, al placer, a la superación. Implementamos programas fundamentales. Ahí tenemos el bono Juana Azurduy que garantizó el acceso a la salud y que disminuyó la mortalidad materna. El 97% de los partos es atendido por los médicos. Tenemos un plan de prevención del embarazo adolescente. Ahí si hay que reconocer que nos falta.

Tenemos avances importantes para cumplir la ley 348, lanzamos el certificado médico, para hacer la denuncia de agresión. Uno de los proyectos bien lindos y en el que avanzamos es en la prevención del cáncer cérvicouterino, el asesino número 1 de las mujeres en Bolivia. Cada día, tres mujeres mueren como consecuencia de este cáncer. ¿Qué lo causa? En el 100 por ciento, el virus del papiloma humano. Incorporamos en el programa nacional de vacunación, la vacuna contra el papiloma humano en niñas de 10 y 11 años. A mediano plazo va a tener un impacto muy importante.

Como decía Rosa Luxemburgo, un izquierdista que no sea feminista carece de profundidad.

Entonces, la persona que se identifique como izquierdista tiene que apoyar la lucha de la mujer

¿Qué me dice de las medidas que faltan ejecutar?

Tenemos que fortalecer nuestro programa sobre el embarazo en adolescente. Nos queda pendiente la aprobación la Ley Marco y luego la ley de Sexualidad y Salud Reproductiva. Tenemos abordar de nuevo el cáncer cervicouterino, no podemos quedarnos en la vacunación ni en el papanicolau. Tenemos que evitar la muerte de la mujer. Debemos seguir incidiendo en las determinantes sociales de la mortalidad materna. Hay que seguir trabajando la ley 348, sin burocracia, con educación y formación.

¿Cómo tendría que comprender el boliviano sobre las políticas del gobierno para transformar el sistema de salud?

Que tenemos un plan de gobierno muy claro, al respecto y hay que cumplirlo. En eso hay una serie de tareas vinculadas a la inversión, al gasto corriente, al logro de metas. Ese plan tenemos que cumplirlo. La meta más grande es la salud universal gratuita. Pero hay que decirlo, el sistema de salud es un monstruo de mil cabezas. Es un sistema fragmentadísimo. En los últimos 20 años, el Ministerio de Salud ha ido perdiendo rectorías con la Caja, que son autónomas y descentralizadas, más aún con las autonomías departamentales y municipales. Hoy no se puede obligar a un gobierno autónomo, tenemos que coordinar. Por eso es importante una transformación estructural de salud.

¿Hay un sistema de salud en el país?

Sí, tiene tres subsectores, sector público, en el que los terceros niveles dependen de la gobernación, los segundos niveles de los municipios; el sector de seguros de salud, que tiene 20 cajas, cajitas y cajotas. La más grande es la CNS y es la que tiene más problemas y mañas; y el sector privado que necesitamos fiscalizarlo.

El sistema de salud es un monstruo de mil cabezas

La idea es hacer la Ley Marco, para coordinar con los tres sectores

Sí, con la Ley Marco, tenemos que pensar en la población y vamos a abordar temas estructurales, por ejemplo, recursos humanos. No hay ninguna otra norma que sea el paraguas de salud. Eso es lo que tenemos pendiente. Con la Ley Marco, tenemos que definir las brechas entre municipios y gobernaciones para el seguro universal. Algunos tienen menos recursos que otros; por eso, sus gastos son limitados. Los municipios pequeños tienen dificultades para, por ejemplo, garantizar servicios a las embarazadas. Hay elementos técnicos, administrativos, económicos que hay que tocar.

¿Cómo va a encarar la coordinación entre nivel central y autonomias?

No quiero adelantar. Tenemos un equipo que está trabajando de manera exclusiva. Es una ley grande. Tenemos que ver el tema de financiamiento, fondos compensatorios, las capacidades de los municipios, el nivel de referencia. Todo eso hay que evaluar. Pero es superdificil, porque el 70% de los municipios no han ejecutado ni el 70% de sus recursos. Hay casos en que ejecutan el 20%. Se verá el tema de financiamiento y la capacidad de ejecución a nivel municipal. La Ley marco tiene que afrontar problemas estructurales pendientes. Pero también cuando sales de viaje hay municipios que hacen gestiones muy buenas.

¿Qué punto de vista que tiene sobre la gestión de salud en los municipios?

Un municipio que tiene recursos, es periurbano y que no hace buena gestión es El Alto,  tenemos muchos problemas con El Alto. Santa Cruz de la Sierra hace buena gestión, Sucre hace gestión, la ciudad  de La Paz también, El Alto se aplaza

En El Alto siempre hay carencia de medicamentos, no hay una buena planificación de la compra de insumos y medicamentos; compran lotes pequeños; no hacen una buena planificación de sus necesidades anuales, por tanto, se acaba rápido los medicamentos;  no hay una identificación clara de las necesidades.

La valoración que hago no se da porque se trate de una Alcaldía opositora al partido en función de Gobierno, sino porque la información oficial da cuenta de la baja ejecución presupuestaria; al año solo llega a ejecutar un 40 por ciento. 

¿Hay opiniones en el sentido de que el gobierno está construyendo más canchas que hospitales?

Es falso. La construcción de canchas ayuda a la prevención porque permite hacer deporte, una vida sana, pero el Presidente construyó centenares de establecimientos de salud en coordinación con los municipios. Hay centros de salud con los que me quedo encantada. Los mismos municipios hacen centros de salud. El Gobierno ha invertido en salud y ahora estamos llevando adelante los 49 hospitales. En la historia del país nunca hubo hospitales de alta complejidad y nosotros lo haremos. Se invierte en salud, pero hay quienes no quieren ver. Generamos condiciones para nuestros niños, porque hablamos de salud integral y al hacerlo hablamos de prevención y promoción de la salud.

Si hablamos de prevención de salud, hablamos del programa Mi Riego, mi Agua, de los programas productivos. Actuamos sobre los determinantes sociales, porque sin agua, aunque invirtamos en sales de rehidratación oral, vas a tener el mismo enfermo. El Presidente invirtió de manera estratégica desde el principio en la mejora de la calidad de vida de la población.

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