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El 17 de octubre de 2003 recordamos la guerra del Gas, nombre con el que se conoce a la insurrección popular que terminó con la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni).

¿Qué nos motivó a hacer esta insurrección popular?. Goni había anunciado, en los meses de Julio y Agosto de ese año, la exportación de gas a México y Estados Unidos por puertos chilenos, cuando nuestros padres en el altiplano estaban cocinando sus alimentos con bosta de animal, leña y no con gas.

Todo comenzó el 2 de septiembre de 2003, cuando iniciamos en defensa del Gas la primera marcha desde la localidad de Caracollo, Oruro. Felipe Quispe el “Mallku” se suma a la movilización en medio recorrido el 6 de septiembre junto a Rufo Calle; la marcha arriba a la ciudad de La Paz el 10, con una multitudinaria concentración en plaza San Francisco, junto a la Central Obrera Boliviana y campesinos se determina instalar una huelga de hambre en Radio San Gabriel de la ciudad de El Alto.

El sujeto protagonista de las movilizaciones que pedía la nacionalización del Gas, fue el alteño, después de los bloqueos de caminos de Sorata, Warisata, Achacachi, conformado por aymaras, siendo el epicentro del mayor derramamiento de sangre las zonas de Villa Ingenio y Ballivián de la urbe alteña.

Una de las jornadas más sangrientas de la llamada guerra del Gas se vivió el domingo 12 de octubre 2003, porque la madrugada de esa jornada Gonzalo Sánchez de Lozada y su gabinete ministerial habían firmado un Decreto Supremo que autorizaba a las Fuerzas Armadas salir a las calles para poner orden, dando rienda suelta a la matanza que terminó con la vida de decenas de alteños.

¿Las víctimas?

En esta “masacre”, tal como la denominamos algunos de nosotros, murieron 65 personas y quedaron más de 400 heridos, la mayoría con disparos de proyectil de guerra de uso militar. Posteriormente, como consecuencia de las graves secuelas con las que quedaron los heridos, fallecieron otras 11 personas; en total 76 son los muertos hasta la fecha, incluido Luis Villca, que murió hace escasos días.

¿Cuál es la situación de las víctimas a 14 años de la masacre sangrienta?. La vida de los heridos ha empeorado, dos de ellos están pidiendo limosna en las calles y en completo olvido por parte del gobierno, que no ayuda a los defensores del Gas.

Familias destruidas, huérfanos sin padre o madre, heridas que no cicatrizan, son las secuelas con las que viven los “guerrero del gas”, en completo abandono del poder gubernamental… esa es la situación de las víctimas que defendieron el Gas.

Irónico

Irónicamente la mayor parte de los recursos económicos hoy conseguidos por la venta del gas no llegan al departamento paceño, peor a El Alto, sino a los departamentos productores, por la injusta fórmula de distribución de la Ley de Hidrocarburos.

El gobierno de Evo Morales, pese haberse aprovechado de nuestra lucha porque no se encontraba en Bolivia sino en Libia, todavía carga en sus espaldas la deuda histórica de cumplir la Agenda de Octubre 2003, que consiste en nacionalizar de verdad los hidrocarburos, industrializarlos, activar el aparato productivo y finalmente extraditar a Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro Carlos Sánchez Berzaín.

Los dirigentes de entonces Jaime Solares, Roberto De La Cruz, Felipe Quispe y Rufo Calle, nos encontramos marginados del gobierno, hasta el extremo de que buscan nuestra desaparición para no estorbar la gobernabilidad. Para los alteños que buscamos un verdadero desarrollo de Bolivia…continua la lucha.