Mayo 07, 2024 [G]:

Inversión productiva para 2024


Lunes 18 de Diciembre de 2023, 11:15am






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El Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 tiene entre sus muchas cualidades el de “asegurar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de las finanzas públicas” y, además, en base a este plan, “profundizar el desarrollo del proceso de industrialización con sustitución de importaciones que fortalezcan la soberanía productiva” que permita “fortalecer el aparato productivo e industrial, impulsando la productividad y mayor rendimiento”. Este es el espíritu, el ajayu, del PGE 2024.

Para este propósito es fundamental la inversión pública tanto en su magnitud como en su composición. La inversión pública es parte de la demanda interna, que tiene entre sus objetivos generar incentivos para el crecimiento del producto en el corto plazo a través de las compras de insumos para la inversión y generar su efecto multiplicador al conjunto de la economía interna, que para el año 2024 se proyecta que estaría alrededor de 3,71% de crecimiento del PIB –a pesar del contexto externo adverso- .

La inversión pública, desde el año 2006 hasta el 2019, estuvo inclinada hacia la inversión en el sector de infraestructura y dentro de ésta, a su vez, en la construcción de carreteras, caminos, etc, es decir, en la construcción de infraestructura carretera, lo que obviamente no es malo, sino que no fue una utilización óptima del excedente económico registrado en ese periodo, con la consecuencia de que no permitió dotar a Bolivia de capacidad productiva que permita industrializar el país y afrontar de mejor manera la crisis internacional actual y constituirse en una nación con diversificación productiva. Y esto no es nuevo, sino que, de la misma manera, en la época del dictador Hugo Banzer, donde también se tuvo una gran magnitud del excedente económico, que luego de ser trasladado a Santa Cruz, fue despilfarrado.

Es pertinente indicar que la construcción de infraestructura –en este caso carretero-, en el proceso transformador –el proceso de trabajo- de las materias primas en bienes, tiene una participación indirecta; a su vez, la inversión pública destinada al sector productivo tiene un incidencia directa en el proceso de trabajo y tiene la función de reducir el tiempo de trabajo en la producción de bienes. Por lo que la diferencia entre ambos es esencial.

En ese sentido, la inversión pública para el año 2024 es de 4.274 millones de dólares y tiene el énfasis en el sector productivo con 2.378 millones de dólares que representa el 56%, en el sector de infraestructura con 690 millones de dólares que es 16%, el sector social con 962 millones de dólares que es 22% y multisectorial con 248 millones de dólares con el 6%.

Desde el 2022 la inversión pública en el sector productivo es lo fundamental, pues el año 2022 que fue de 5.016 millones de dólares –el sector productivo fue 42%-, el 2023 fue 4.006 millones de dólares –el sector productivo fue de 34%- y el 2024 que es de 4.275 millones de dólares –el sector productivo alcanza el 56%.

Entonces, por donde se mire, a partir del año 2022 se está dando un giro, por demás importante y estratégico, en la orientación de la inversión pública que tiene el objetivo de apuntalar la industrialización con sustitución de importaciones y que, en el corto plazo, tendrá la función de dotar la orientación al conjunto de la economía nacional hacia la industrialización con sustitución de importaciones, anhelo innegociable del país.   

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