Noviembre 06, 2025 -HC-

Evo habla, los medios copian; bienvenidos al periodismo vacío


Jueves 6 de Noviembre de 2025, 6:15am






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Recojo este post del muro de Cecy Angulo Torrico quien comparte este criterio de Jimena Salinas Valdivieso: «¿Tiene que ser noticia todo lo que cree/piensa/siente/teme/ama/odia este sujeto (Evo Moralaes)?”

Como Cecy, Jimena y quien escribe, muchos quizás se hacen la misma pregunta: ¿Cuántas cosas de las que dice Evo en RKC o en sus tuits vale la pena oír o ver... y esparcir? ¿Por qué muchos medios de comunicación y periodistas reproducen cada declaración, cada párrafo, cada mensaje, cada pavada incluso en calidad de primicia, habiendo temas realmente importantes que apuntan por lo menos a sugerir soluciones a los múltiples problemas que atraviesa la gente?

Evo, que siempre busca testera para satisfacer su hedonismo criollo, encuentra eco precisamente en medios que no tienen más que difundir, que carecen de agenda propia, que le rehúyen al periodismo de investigación o les queda grande el periodismo profundo o el pensamiento crítico. Por eso están pendientes cada día, cada minuto de lo que habla en RKC, tomando sus ‘sesudas’ e ‘inteligentes’ declaraciones incluso como «exclusivas», y reproducen sus tuits como si hubieran encontrado el Santo Grial. Por ejemplo, cuando afirma que Rodrigo Paz y Javier Milei han pactado 'deshacerse' de él. Vaya periodismo al que hemos llegado.

Mientras los medios que se dicen serios o grandes viralizan declaraciones llenas de rencor, cargadas de victimismo, saturadas de incoherencias, ausentes de sentido común, vacías de argumentos... 74 jóvenes han recibido el Premio Kamay por sus proyectos innovadores que hablan de cómo cuidar el planeta, cómo preservar el medioambiente, como salvar vidas con tecnología. Pero ellos no son noticia. Quizás porque los jóvenes no amenazan o no dicen disparates como la diputada Gladys Quispe, como Rolando Cuéllar, como Reynaldo Ezequiel. Como Evo.

Ya lo decía el francés Gilles Lipovetsky, allá por 1983: somos la “sociedad del vacío”, esta cultura donde predomina lo efímero, la moda, los reveses de los valores sociales, la pérdida de grandes ideales y proyectos colectivos, entre otras cosas.

El problema no es que Evo hable —siempre lo hizo, siempre lo hará, y está en su derecho—. Sin embargo, el vacío no lo crea él. Lo creamos nosotros cada vez que clickeamos, compartimos y viralizamos su último berrinche. Lo crean los medios cada vez que le entregan portadas fáciles mientras los 70 jóvenes del premio Kamay pasan desapercibidos, ignorados.

Si el periodismo no rompe con esta 'Evo-dependencia' y deja de glorificar el ruido por encima de la sustancia, seguiremos siendo una sociedad que, con micrófono en mano y cámaras encendidas, solo reproduce… la receta del vacío de Evo y el vacío de nosotros mismos

Tal vez sea hora de cambiar el dial. O mejor aún, de apagarlo.

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