El uso de la solución $imple, cobros y pagos con QR ha crecido en más del 700% en los primeros ocho meses del 2022 frente al mismo periodo del 2021. El informe oficial de la Asociación de Bancos de Bolivia pone en evidencia la potencia de transacciones financieras con QR y la confianza del cada vez mayor número de clientes en el territorio boliviano.

Entre enero y agosto de 2021 se concretaron 2.296.549 transacciones con la solución $imple que fue lanzada poco antes del inicio de la pandemia por el coronavirus. Su ingreso fue paulatino y una vez que la gente conoció de sus beneficios, el uso de esta plataforma se disparó. Por eso, del 1 de enero al 31 de agosto de este año se registraron 18.457.695 operaciones.

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Ese dato representa el 704% de crecimiento exponencial de $imple, según el informe oficial de Asoban, al que accedió este medio.

En realidad, el crecimiento, incorporación y utilización de este medio de pago, por su seguridad, agilidad, y múltiples beneficios, no presenta límites. En otras palabras, aún no ha tocado su techo, si se considera que cada día más personas hacen uso de esta solución.

Es el caso de la señora María, del mercado de Villa Victoria, de la ciudad de La Paz, que accedió a usar el método de cobranzas con QR, cuando una de sus caseras le comentó sobre esta novedad. Aquello ocurrió en julio pasado y desde entonces, ella también promueve el uso de este medio de cobro con sus compañeras del mercado.

Del 1 de enero al 31 de agosto del 2021, esta aplicación hizo posible la transacción por un total de 174 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo del 2022 el monto de las operaciones llegó a 1.357 millones de dólares. Estos montos denotan un crecimiento del 679% en un año.

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Desde ASOBAN se alienta el uso de “$imple” pago móvil, ya que con este instrumento de cobro/pago se estimula la inclusión financiera, la formalización, el acceso a los servicios bancarios y, particularmente, el uso de servicios digitales dentro el sistema de pagos, beneficiando las transacciones electrónicas por la interoperabilidad entre bancos, comercios y personas.

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