14 de junio (Urgente.bo).- En medio de la incertidumbre política, la crisis económica y el dolor colectivo por las recientes tragedias que ocurrieron en el país, la faustosa entrada del Gran Poder en La Paz se convirtió en mucho más que una festividad folklórica. Para muchos paceños y visitantes, es un respiro necesario, un momento de unión en tiempos difíciles.
La población busca alegría en medio de la preocupación e incertidumbre, entre los colores vibrantes, el sonido de las bandas y los brillantes trajes de los bailarines.
"Como cada año, venimos con fe y devoción, pidiendo por paz, tranquilidad y bienestar para todos los bolivianos", comentó el presentador Joseph Jardín a Urgente.bo.
"Es un movimiento económico muy grande para los paceños, especialmente en esta época complicada. Era difícil que se suspenda; por suerte, se está llevando a cabo y la gente se está portando bien”, señaló Jardín.
La Entrada, más allá del espectáculo, se convierte en una vía de escape emocional y, a la vez, ayuda al movimiento económico. Isabel, comenta que este evento la distrae un poco de todo que está pasando en el país, sobre todo precios elevados de la canasta familiar.
"Es un respiro dejar de ver todos los problemas que está atravesando el país. Todo está subiendo, estamos mal económicamente, y esto tal vez nos distrae un poco. Pero también genera economía: la gente vende refrescos, comida, asientos, todos ganan algo", indica Isabel.
Algunas graderías de la ciudad de La Paz lograron llenarse de espectadores, no sólo locales, sino también visitantes del interior del país e incluso una comitiva de UNESCO para observar este patrimonio cultural.
“Es lindo compartir con la gente que viene a vernos desde el interior del país incluso desde la UNESCO para hacer una observación porque vale la pena no solo participar como bailarín, sino como público para poder difundir nuestra cultura, nuestro folclore y nuestras tradiciones”, señaló Claudia Torrez, periodista.
Sin embargo, comenta que detrás del entusiasmo también se sienten las heridas que dejaron la muerte de efectivos policiales en conflictos de Llallagua. Claudia, como muchos otros, no puede evitar recordar estas pérdidas. "Bolivia está con un profundo dolor por las tragedias en Llallagua y Cochabamba. Me adhiero al dolor de todas las familias que están pasando un mal momento. No peleemos entre bolivianos", dijo Torrez.
De esa manera se desarrolla este evento entre tristeza y celebración, sin embargo, otros espectadores comentan que “no todo en la vida es trabajar, también hay que disfrutar de nuestras tradiciones y seguir adelante.”, dijo Juan, quien estaba sentado en una gradería ubicada en la avenida Camacho. "Al mal tiempo, buena cara", añadió.
Para otros, como María, es un espacio de reencuentro familiar y mostrar la tradición que tiene el país al exterior para que Bolivia no solo se vea como un país conflictivo. "Es un momento para disfrutar, compartir con la familia, ver lo lindo que tiene nuestro país y no olvidarnos de lo bello que tenemos", señaló.
Los bailarines este año se enfrentaron con montos casi duplicados en el costo de sus trajes, pero señalan que la fe por el “tatita” hizo que logren cubrir los gastos que muchos son ahorrados por un año. “Ahorran todo el año para darse este lujo”, indica Alejandra.
El traje de chola paceña tiene un costo de Bs 7.000 aproximadamente solo para el día de la entrada, un precio elevado por la escasez del dólar, señalan las fraternas. Sin embargo, algunas fraternidades abarataron costos para sus integrantes puedan participar y cumplir su promesa.
“Gracias a nuestros prestes se han mantenido los costos. Nosotros estamos con un costo de 7 mil a 8 mil bolivianos, solamente para este día”, explicó Marlene Gutiérrez.
Los fraternos, consultados por Urgente.bo, resaltaron la importancia de esta fiesta y los preparativos que se realizaron desde hace varios meses, pero no dejaron de lado la situación que enfrenta el país y los fallecimientos que dejaron los enfrentamientos en los puntos de bloqueo.
“Esta fiesta es en devoción al Tatita del Gran Poder, aunque estamos de luto, lo vamos a cumplir, pedimos a él que pueda dar paz a nuestro país, que pueda estabilizar la economía”, agregó Juana.
Alrededor de 90 mil bailarines recorren las calles y avenidas de La Paz acompañados de 30 mil músicos en 74 fraternidades.
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