29 de julio (Revista Oxígeno).- Héctor Uriarte es presentador de televisión. Se inició en televisión universitaria de La Paz. Hizo carrera en Bolivisión y desde hace un tiempo está en Red Uno de La Paz. El comunicador habla de todos los temas, con amplitud. Se explaya sobre su amor por los animales. Conoce más de él.
¿Cómo empiezas con la comunicación?
Yo empecé en la radio. Siempre les digo a las nuevas generaciones, estudien cosas que vayan relacionadas con el mundo digital. Porque el periódico ya se fue. Es digital. La radio va por casi el mismo camino. Hay muchos radios que se han vendido. Yo trabajaba en la Doble Ocho y la vendieron. De aquí a unos 20 años tal vez pase lo mismo con la televisión.
¿Dónde empezaste en televisión?
Televisión universitaria. Quiero mucho a ese canal. De ahí me fui a Bolivisión, donde estuve 14 años de mi vida. Si Bolivisión fuera una persona, los dos hemos caminado juntos y hemos crecido. Y en esa construcción yo le agradezco mucho al canal.
¿Qué lecciones te dejó Bolivisión?
Mira, yo creo que es importante la necesidad de tener empatía. Y he aprendido a reforzar eso, a ser más cariñoso, a ponerte en los zapatos de otra persona. Cuando ayudábamos a mucha gente y se hacían más cosas. Eso se ha quedado en mi.
Ahora, ¿cómo te va en Red Uno?
Hubo un tiempo en el que dices: este ya no es mi lugar, por muchas cosas. Yo no quería volver a la tele. Dije, no, me voy de aquí, porque no tengo tiempo para ver a mi mamá. Cuando renuncié, al poco tiempo me llamaron. Ven, vamos a charlar.
Y me llevaron, me acuerdo, de la noche de la Gri, luego 100 bolivianos dicen. Y me gustó mucho ese espíritu que volví a encontrar aquí. Tengo compañeros con los que me llevo como en el colegio. Ese bullying sano que tienes, que es con Marcela, por ejemplo, ¿no?
Con Pablito reímos. Es un capo, no solo de los deportes. Ahora que transmitimos en la Red 1 El Chavo y El Chapulín, Marcela se vistió de la Chilindrina y Pablito del Chavo. Y fue muy bonito. ¿Y qué más puedes hacer?
Recomiendas a los jóvenes sumergirse en el mundo digital y tú tienes un podcast. ¿Qué proyectos más tienes dentro de la comunicación?
Primero, aquí hay valorar que la televisión sigue teniendo peso, pese a todo lo que se pueda decir, porque no todo lo que ves en redes sociales está perfecto. Te ponen las fake news y no sabes si es verdad o no.
Ustedes, como Urgente.bo, tienen una marca ya registrada, ya sabemos que esa sí es una fuente confiable. Pero hay casos en que la gente no se da cuenta de lo que cualquier persona pone. La televisión siempre te va a dar esa solvencia de que lo que les estamos mostrando. Por eso muchos han tenido que fusionarse, es decir, la televisión tiene un complemento más, que es el medio digital. Entonces, creo que eso es parte de las siguientes generaciones.
¿Alguna vez tuviste la oportunidad de en escenarios? ¿O tienes sueños pendientes?
En realidad, sí, tengo un pendiente de grabar un CD. En mis épocas decíamos CD, grabar un compilado de canciones. Pero ya no existen, así, qué horror. Imagínate, cuántos años me he quedado en ese pensamiento de grabar una que otra composición. Me gusta mucho cantar, porque, como te decía, te libera, te ayuda.
En las mañanas, por ejemplo, escucho mucha música cristiana para comenzar la jornada con Dios. Eso es bien importante porque no sabes si vas a volver.
¿Cómo nace tu amor por los perros? También te hemos visto muy mal por la partida de un can que tuviste.
El amor por los animales creo cuando ellos te entregan algo. A mí Cairo, me lo regalaron. Me lo mandaron desde Sucre. Me lo mandó un chico. Él tenía dos labradores y me dijo, quiero que tú lo tengas.
Se me fue a los seis años y medio por un tumor en el vaso, una semana antes de que yo me vaya a Televisión Española. Y fue muy duro. Porque yo decía, mi hijo, se me está yendo y se me fue así, en un abrir y cerrar de ojos.
Y yo no entendía lo que era realmente arañar la tierra, de tenerlo un día viendo por la ventana y el día siguiente a tener que llevarlo en una bolsa. Siempre que hablo de él, me pongo así. Tuve que contratar los servicios funerarios y todo lo demás. Y me costó mucho dejarlo ir, dejar que él trascienda. Sufrí una depresión muy fuerte. Agradezco a mis compañeros del canal, porque estaban todos preocupados. Las gerencias, mis compañeros.
A raíz de eso, pasaron unos meses, yo hago algo que se llamaba constelar, que es liberar energías, porque yo había buscado todo tipo de ayuda. Entonces, logré soltarlo, logré hacer que él trascienda tranquilo. Y a partir de ese momento, yo empecé a comenzar a escribir mi libro, que habla justamente sobre cómo prepararte para cuando tu mascota se vaya y cómo sobrellevar el momento.
En medio de tu duelo, llega Quilla.
Me llaman de la Policía y me dicen, oiga, ¿no quiere adoptar? Yo les digo: ay, no, no quiero saber de perros. Pero después voy a ver a esta niña. Y me trató con tanto amor que fue conexión inmediata. Pasaron unas tres semanas y la llevaron al canal. Y en vivo, dije: Ok, me la llevo. Y nos hemos complementado tan bien.
¿Cuánto tiempo tiene Quilla?
El 16 de junio, Quilla cumplió siete años. Tiene la energía de una cachorrita. Y me ha devuelto muchas cosas. El día que fui al cementerio, lo primero que hizo ella fue acercarse a la tumba de Cairo y comenzó a lamer la tumba. Entonces, entendí muchas cosas y el por qué ella, justamente, le ganó a mi vieja.
Como defensor de los derechos de los animales. ¿Crees que a Bolivia le faltan leyes que los protejan?
Mira, la Ley 700 es un chiste. No sé en qué han pensado cuando la hicieron. Desde las penas, desde las formas, desde los compromisos.
¿Deseas adoptar en un futuro o planeas formar con una pareja?
No, porque creo que es una responsabilidad muy grande. Ya. El hecho de que tú tengas un hijo no estoy en contra de la adopción, pero creo que es una responsabilidad muy grande. Mi papá es un cero a la izquierda en mi vida, y solamente mi mamá ha sido la que me ha apoyado, ha estado ahí conmigo hasta el último.
¿Conociste a tu papá?
Lo conozco, lo conozco a mi papá, pero creo que él no hubiera querido conocerme a mí. No nos llevamos, nuestra relación es realmente muy reacia. Nunca hemos podido conversar, a pesar de que yo he intentado. Entonces he entendido que me puso un alto no quiero saber de ti, puntualmente. Y bueno, tampoco lo he necesitado en mi vida.
Siempre decimos, en mi familia somos tres humanos, mi mamá, mi hermano y yo, y nuestras guaguas dos. Choco, que es el perrito de mi mamá, y Quilla, que es mi guagua.
Vamos a otro punto. Los sábados eres maestro de ceremonias.
Sí, los sábados soy maestro de ceremonias en El Alto. Trabajo en bodas, 15 años, cabos de año, me llevan a Brasil, me llevan a Chile. En el único lugar en el que no trabajo es en Perú. ¿Por qué? Por las razones que en algún momento yo las he contado, porque debemos defender los derechos de nuestro folclore.
¿Te gusta el folclore boliviano?
Me gusta el salay y la morenada, pero a mí me gustaría entrar con la banda, con un bombo, generalmente todos van a los conjuntos, que no está mal; pero a mí me gustaría entrar con una banda y en la entrada universitaria espero hacerlo.
¿Cuán importante es tu mamá para ti?
Yo soy muy parecido a mi mamá, ¿no? Entonces, es como que tenemos muchas cosas. Y mi hermano es como que, siempre nos dicen, ustedes dos son iguales, yo no sé, mi hermano es el bicho raro de la familia.
Pero mi mamá es una mamá que nunca se ha medido en las cosas con tal de pasarla bien. Y me encanta. Porque mi mamá siempre la vas a ver así, ya, ¿qué quieres hacer ahora?
Yo tengo vértigo extremo, pero lo hago, y creo que viene de ella, no, viene de ella, porque a ella le encanta, le gusta, yo le digo, hazlo, mamá, por favor.
¿Perteneces a la comunidad LGBT? ¿Cómo crees que está esta comunidad en Bolivia?
No me considero parte de la comunidad. Porque creo que hay una disputa interna de muchas cosas. Y aquí me voy con esto.
Y aquí le doy la razón a mucha gente y creo que lo que te voy a decir sí va a ser como que duro para algunos sectores. Yo no estoy a favor, por ejemplo, de la E en el lenguaje.
Porque creo que la manera de inclusión es muy diferente.
Recientemente se ha presentado algo así como un musical donde las canciones las interpretaba una chica que hacía señas. Nunca ha habido un musical o una escena teatral que haga eso. Me voy al menú, que tenga braille.
Hay banderas de todos los colores. O sea, yo conozco la bandera, digamos la bandera LGBT, que es de todos los colores y pare de contar. Pero ahora hay unas nuevas que con un punto negro, que con un punto blanco, que a la derecha. Y yo no entiendo. Entonces digo... Si ni yo entiendo eso, ¿cómo la gente lo va a entender? Y por eso hay mucho rechazo. Porque hay gente... No, yo no soy ella, yo soy él.
Pero a veces la gente no te lo dice por mala onda. Te lo dice porque desconoce. Entonces hay una falta de información muy delicada.
Y por eso yo no me considero parte de una comunidad. No me estoy burlando, pero no entiendo. Hay una sigla que al final de esto le ponen el plus. Pero yo no sé qué significa ese plus.
No, no sé. Entonces quizás son esas cosas que causan rechazo en la población. Por ejemplo, en este tema de la familia, hay quienes dicen solamente es papá, mamá e hijos. Pienso que unos dirán, claro, Héctor va a salir a defender y va a decir, una familia son dos hombres. No, señores, no solamente es eso. Por otro lado, yo tengo un rechazo contra un grupo de personas que se llama “Con Mis Hijos No Te Metas”, porque hablan de que la familia original es papá, mamá, hijos. Y eso no está bien. Una familia jamás va a ser solo eso. Una familia es, como en mi caso, una mamá con sus dos hijos, una abuela con sus nietos, dos hermanos, porque no hubo más. Una tía con su sobrino. Un hombre con su perro Y lo digo al final, yo creo que tenemos que considerar que los modelos de familia no son el que te dicen.
¿Tuviste alguna experiencia o con personas que rechazan la orientación sexual que tienes?
Sí, me ha pasado. Pero también quiero agradecerle a la gente que no lo ha tomado de mala forma. Y, por mucha orientación que tenga, no han dejado de creer en el Héctor que ama los animales, en el Héctor que siempre va a estar ayudando a la gente.
En muchos hogares hay un joven o una señorita que tiene una orientación sexual diferente y que no los aceptan, pero que la gente entienda que no es que tú vienes al mundo y, bueno, agarras una varita mágica y dices: voy a ser así. son años de lucha contigo mismo. Son años de pelea contigo mismo. Imagínate, yo creo mucho en Dios. Yo estaba en la iglesia evangélica y le rogaba todos los días a Dios que me ayude y me diga de una vez qué voy a ser.
No fue fácil, pero el hecho de decir soy una persona homosexual, eso no significa que yo no creo en Dios, que no me arrodille todas las mañanas y le pida por mi
mamá, por mi hermano, por mi trabajo, por lo que estoy haciendo. Y eso es necesario que la gente lo entienda.
Creo que es bien importante conversarlo, hablarlo, debatirlo y decir ok, esto está pasando, danos un cacho, porque también hay chicos que sabes que mamá te cuento esto que es mi chico. O sea que claro y también me pongo en la situación de los padres. Entonces estamos en una sociedad en la que tiene que ir cambiando.
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