El Tribunal de Sentencia N° 2 de Quillacollo definió que Jhasmani Torrico, llevado a la cárcel por sus métodos de tortura para avanzar en sus casos, se beneficie con detención domiciliaria. Dicho fallo significa un peligro para la vida del mecánico Juan Antonio Cuellar, quien denunció al aboganster cochabambino. Por eso, el denunciante ha decidido iniciar una marcha.
Torrico L. ha sido sentenciado a seis años y seis meses por secuestro y lesiones, detención domiciliaria con custodio policial, entre otras medidas, sin embargo, se ha beneficiado con detención domiciliaria.
El viernes, el Tribunal dio lectura a la resolución. El Ministerio Público rechazó esa determinación y apeló en desacuerdo con la decisión de que Torrico, conocido como el “abogado del diablo o el abogado torturador”, reciba detención domiciliaria, fianza de 80 mil bolivianos y arraigo. En tanto, aguardan que se fije el día y hora de audiencia donde se definirá si se revoca la medida en favor del imputado.
Cuéllar peregrina por justicia desde hace tres años y siete meses. El 16 de marzo de 2018, fue secuestrado, torturado y obligado a firmar unos papeles aceptando que le devolvieron 20 mil dólares, dinero ganado en varios años de trabajo, por un inmueble en anticrético. Le tomaron fotos contando billetes, pero no le dieron ni un dólar. Según la denuncia, Jhasmani y su gente torturaron al mecánico realizándole toques eléctricos, sumergiéndole la cabeza en un bañador con agua y golpeándolo en distintas partes del cuerpo.
El mecánico dijo, en entrevista con OPINIÓN, que marchará hasta La Paz buscando reunirse con los ministros de Justicia y de Gobierno, Iván Lima y Eduardo Del Castillo, respectivamente, para pedirles que sigan su caso puesto que, en su criterio, el Tribunal se parcializó con Torrico poniendo en riesgo su integridad y la de toda su familia.
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