Perú inaugura este jueves el primer puerto chino en Latinoamérica y las expectativas son enormes. Se espera que la infraestructura dinamice el comercio entre la región y Asia, además de catapultar al país andino entre los grandes en materia portuaria, pero también hay preocupaciones latentes.
La bahía de Chancay ha cambiado de apariencia y transformará la economía del Perú. Sus modernas instalaciones contrastan con las vetustas casas construidas sobre los arenales que lo rodean y que ya estaban ahí desde hace décadas. Las precarias vías de acceso a este pueblo ubicado al norte de Lima están muy lejos de igualar al asfaltado dentro de las instalaciones del puerto que lleva ese mismo nombre.
Chancay, bahía de pescadores y agricultores situada a unos 80 kilómetros al norte de Lima, está en proceso de convertirse en un polo logístico de gran importancia para Perú y Latinoamérica, pero hay mucho camino por recorrer aún.
En poco tiempo Chancya ha cambiado. Desde la carretera principal que atraviesa esta localidad de la costa central peruana se pueden observar las enormes grúas y parte de la infraestructura del megapuerto que, con una millonaria inversión mayormente china, promete revolucionar el comercio de Latinoamérica con Asia.
El megapuerto es tan importante para Asia que el propio presidente chino Xi Jinping dará por inaugurada la monumental obra de infraestructura en una ceremonia virtual desde el Palacio de Gobierno de Lima.
El megapuerto de Chancay es propiedad en un 60 % de la estatal china Cosco Shipping Ports y el otro 40 % es de la minera peruana Volcan. El proyecto ha despertado el entusiasmo del gobierno y del sector empresarial, que consideran que catapultará a Perú a entre los grandes en materia portuaria.
La frase “De Chancay a Shangái” ha calado en el país andino y es usado frecuentemente por importantes funcionarios, ejecutivos y medios de comunicación, haciendo referencia al trayecto directo, sin escalas, que podrán hacer los buques cargueros en menor tiempo que el actual.
Inauguración virtual
La inauguración, prevista para este jueves 14 de noviembre, se celebrará de manera “virtual” en Palacio de Gobierno de Lima. La Cancillería peruana informó en días recientes que “por razones de seguridad” el mandatario chino no se desplazará al mismo puerto.
Para llegar a Chancay se debe sortear el pesado tránsito limeño y una carretera serpenteante cubierta de neblina casi permanente, en un viaje que puede demorar poco más de hora y media.
Además, aprovechando el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que cuenta con la presencia de varios líderes mundiales, incluyendo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, diferentes gremios organizarán protestas en demanda de medidas más eficaces para combatir la creciente criminalidad en el país.
Ante ello, la presidenta peruana Dina Boluarte ha decretado días no laborables en Lima y el Callao “para la atención y seguridad de los visitantes” y ha movilizado a miles de policías y militares “para resguardar las sedes de las reuniones y preservar el orden público”.
Chancay, el Singapur de América Latina
El puerto de Chancay ya se encuentra en la etapa de puesta en marcha inicial y ha comenzado a recibir mercancías, dijo a la Voz de América el gerente general adjunto de Cosco Shipping, Gonzalo Ríos.
Ya llegó un primer barco carguero procedente de China, con equipamiento que complementará su operación y se prevé que, cuando el presidente chino lo inaugure, otras cuatro naves estén ya amarradas en el puerto, trayendo consigo vehículos eléctricos, maquinaria agrícola, paneles solares, excavadoras hidráulicas y más. La operación comercial como tal comenzará el primer bimestre del 2025, precisó el ejecutivo.
El ministro de Transportes y comunicaciones de Perú, Raúl Pérez Reyes, dijo a los periodistas durante una reciente visita al megapuerto que este cuenta con "la tecnología más elevada" en términos de vehículos totalmente autónomos y otros medios de avanzada.
Pérez Reyes afirmó que una vez en marcha, Chancay competirá con Manzanillo, el principal puerto comercial del Pacífico mexicano, y con el estadounidense de Long Beach, una de las importantes puertas para el comercio entre Asia y Estados Unidos.
“Vamos a tener rutas directas hacia el Asia, prácticamente hacia los puertos en China, que van a reducir 10, 15, 20 días (las travesías) dependiendo de la ruta”, dijo el ministro.
La intención “es convertirnos en el Singapur de América Latina, de forma tal que la carga portuaria pase por aquí cuando vaya a Asia. Cuando alguien desde Brasil, Venezuela, Bolivia, Paraguay Argentina quiere ir a Asia piense en el Perú como un punto de salida hacia Asia, a eso apuntamos”.
Chancay será capaz de recibir buques de 400 metros de largo y con capacidad para 18.000 contenedores. Esto es posible a una importante característica geográfica del lugar: su profundidad de casi 18 metros.
La superficie portuaria inicial es de 141 hectáreas, cuenta con cuatro muelles, grúas y vehículos automatizados, una zona operativa portuaria, un túnel de 1,8 kilómetros, áreas de carga y un complejo administrativo. “Este es un puerto que viene a cambiar el transporte tradicional del hemisferio sur del Pacífico”, dijo a la VOA Mario de las Casas, Gerente de Relaciones Institucionales de Cosco Shipping.
Para que la carga comercial de Sudamérica llegue a Asia se tenía que llegar primero a Manzanillo o Long Beach y esta travesía demora 35 días aproximadamente, explicó. Una reducción de más de 10 días en el viaje beneficiará a toda la región, afirmó.
“Esto es fundamental para el crecimiento de América Latina lo que se tiene que complementar ahora es la conectividad interna”, dijo De las Casas.
El gobierno peruano anunció días atrás que pretende impulsar un proyecto ferroviario de 10.000 millones de dólares para su costa central, precisamente en el marco del desarrollo del puerto de Chancay.
///