Diciembre 07, 2024 -H-

CEDLA: Las organizaciones sindicales e indígenas perdieron su autonomía política en 15 años

El estudio establece que las organizaciones sindicales y representativas de obreros, campesinos e indígenas han perdido su autonomía política durante los últimos 15 años que gobernó el Movimiento Al Socialismo (MAS).


Miércoles 8 de Julio de 2020, 8:30pm






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De acuerdo con la investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), las organizaciones sindicales y representativas de obreros, campesinos e indígenas han perdido su autonomía política durante los últimos 15 años que gobernó el Movimiento Al Socialismo (MAS), lo que ha profundizado la relación clientelar que los partidos políticos neoliberales establecieron con estas organizaciones en el periodo anterior.

“En principio, la principal mediación entre Estado y sociedad civil se daba mediante mecanismos de representación y de negociación entre partido gobernante y núcleos corporativos, que introducían representación sectorial en el Estado”, indica la investigación “Producción y reproducción de desigualdades: organización social y poder político” elaborada por Luis Tapia y Marxa Chávez en colaboración con el CEDLA.

De acuerdo con los autores, esa mediación se vio seriamente afectada por otro elemento, que es el que sirve para caracterizar el punto más fuerte del régimen de dominación (del MAS), y que consiste “en la cancelación de la autonomía política de muchos sectores corporativos de la sociedad civil aliados del Gobierno”.

Entre los mecanismos que describe la investigación para que se haya dado esta pérdida de autonomía política se encuentran: i) se invita a líderes no orgánicos de sectores corporativos para ser candidatos o para ocupar cargos como autoridades, sin que rindan cuentas a sus bases; ii) se da un amplio control de la sociedad civil, con el resultado de un grado de despolitización; iii) se mantiene sólo una discusión de intereses sectoriales y corporativos, lo que evita la acción política que dinamice una esfera pública para fiscalizar al Gobierno; iv) se penaliza y reprime la acción política autónoma desde sectores críticos.

Tapia y Chávez señalan que este control de la crítica de la sociedad civil alcanzó también a la normativa, que buscaba “reducir o a eliminar la autonomía política en las iniciativas de investigación y de intervención en la esfera de lo público para muchas instituciones de la sociedad civil  (…) y se obliga a que las actividades de la sociedad civil sean necesariamente compatibles con la definición del plan político gubernamental estatal o con el plan de desarrollo, bajo amenaza de perder su reconocimiento y ser penalizadas”.

Esta n

rmativa contradice el reconocimiento de los derechos a la libre asociación y opinión pública y, por lo tanto, a la producción de conocimiento para sostener una opinión informada y autónoma. “Este rasgo de los regímenes totalitarios empezó a desplegarse en el modo en que el Estado intervenía directamente sobre la sociedad civil, controlando y recortando, asimismo, el ámbito de lo político y de las libertades políticas y civiles”, concluyen.

Sin voz, sin poder, un evento virtual

El libro de Luis Tapia y Marxa Chávez será presentado en un evento de Zoom “Sin voz, sin poder: política y desigualdad social en Bolivia”, el miércoles 8 de julio, a partir de las 18:30. En el evento estarán como comentaristas Raquel Gutiérrez Aguilar, Carlos Revilla y Huáscar Salazar Lohman.

Esta investigación forma parte de la iniciativa del Índice de Pobreza Multidimensional, del CEDLA, que mide la pobreza y las desigualdades en Bolivia desde múltiples dimensiones. Una de las dimensiones es poder y voz, que el CEDLA identificó que no cuenta con plena vigencia para reivindicar derechos, debido a la división y fragmentación de las organizaciones sociales, así como su menor influencia en las decisiones políticas, lo que ha generado más pobreza.

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