13 de marzo (Urgente.bo).- "Ellas hablan", la película de Sarah Polley, era la única de las 10 nominadas que está dirigida por una mujer y narra la historia de abusos y superación de un grupo de mujeres en una colonia menonita de Santa Cruz, Bolivia. Ganó en la categoría mejor guión adaptado.
La película de Sarah Polley narra la cautivadora historia de un grupo de mujeres que vive en una colonia religiosa aislada de la civilización y que buscan recuperar sus vidas después de haber sufrido abusos. Es también la historia sobre la opresión patriarcal y el poder de la imaginación femenina.
Aunque apenas contaba con posibilidades de llevarse el mayor galardón de la noche, este domingo, 12 de marzo, el elenco femenino de actrices que dan vida a esta historia fue reconocido con una nominación al mejor reparto en los SAG Awards. Además, Jessie Buckley obtuvo otra nominación en los Critics’ Choice Awards.
Polley empezó su carrera como actriz infantil, aunque muchos la recuerdan por su papel en "Mi vida sin mí" (2003), dirigida por Isabel Coixet, por el que ganó el premio Goya a mejor actriz. Sin embargo, en 2010 dejó la interpretación para dedicarse a la elaboración y escritura de guiones y la dirección de películas, entre las que destacan Lejos de ella (2006), Take this Waltz (2011) o Stories we tell (2012). Después se centró en el rodaje de cortometrajes y series para la televisión.
Conciencia colectiva frente al abuso
Ahora, tras 10 años sin rodar una película, vuelve con la abrumadora historia de "Ellas hablan" (2022), basada en hechos reales ocurridos entre 2005 y 2009 en una colonia menonita de Bolivia, aunque la versión cinematográfica no especifica el lugar, lo que ayuda a reflejar el abuso hacia las mujeres como un tema universal que puede ocurrir en cualquier parte del mundo. Además, en este caso, la película adapta el libro del mismo título, escrito por Miriam Toews, que se inspiró en lo ocurrido en Bolivia para escribir una novela en la que las mujeres se organizan para actuar en contra de la violencia.
"Ellas hablan" obliga al espectador a pensar en la difícil situación de las protagonistas, pero también invita a disfrutar de su compañía. A pesar de una educación casi nula, las mujeres de esta película demuestran una gran sabiduría, adquirida a través del trabajo agrícola y doméstico, con la crianza de sus hijos, la oración, el coraje y la intuición. Eso estimula la aparición de una conciencia política colectiva y cómo llegan a entender su opresión y su posible liberación.
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