Septiembre 04, 2025 -HC-

¿Quién es Arturo Murillo y qué papel jugó en el gobierno de Jeanine Añez?


Jueves 4 de Septiembre de 2025, 12:00pm






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4 de septiembre (Urgente.bo).- En las primeras horas de este jueves, Arturo Murillo pisó territorio boliviano. La Policía lo aprehendió apenas llegó al aeropuerto de Santa Cruz, tras ser deportado desde Estados Unidos, donde cumplió una condena por lavado de activos.

Todavía en suelo cruceño, Murillo es trasladado la ciudad de La Paz para comparecer ante la justicia por los diversos procesos que pesan en su contra, de los cuales dos ya cuentan con sentencia.

¿QUIÉN ES ARTURO MURILLO?

Arturo Carlos Murillo Prijic nació el 7 de diciembre de 1963. Es empresario del rubro turístico y hotelero, y comenzó su carrera política a mediados de la década de 2000. Fue jefe de campaña de Samuel Doria Medina en las elecciones de 2010 y también su vocero. Posteriormente, compitió por la Alcaldía de Cochabamba, pero perdió ante el candidato del MAS, Edwin Castellanos.

En 2015, Murillo volvió al Legislativo como senador por Cochabamba, electo por Unidad Demócrata (UD). Tres años después, anunció su alejamiento de Unidad Nacional (UN), tras un desacuerdo con Samuel Doria Medina.

En noviembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales, seguidores del MAS saquearon e incendiaron el Hotel Victoria Resort, de propiedad de Murillo, en Villa Tunari. Días después, tras la asunción de Jeanine Áñez como presidenta transitoria, Murillo fue designado ministro de Gobierno.

EL PAPEL DE MURILLO EN EL GOBIERNO DE AÑEZ

Murillo se convirtió en la mano derecha de Añez, quien depositó en él toda su confianza. Desde ese cargo, se caracterizó por su discurso duro contra el MAS y por respaldar la actuación de las fuerzas del orden en los conflictos de 2019.

“Meter bala sería lo políticamente correcto”, dijo en una entrevista al referirse a los enfrentamientos de noviembre de 2019, cuando seguidores de Evo Morales exigían la renuncia de Áñez.

“Cualquier ciudadano, autoridad, funcionario, incluso ministro que contradiga al todopoderoso Murillo tiene como destino el quedar fuera”, sostuvo en ese entonces el senador masista Omar Aguilar.

Murillo defendió las operaciones militares en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), donde 30 civiles murieron por impactos de bala, hechos que la CIDH calificó como “masacres”. Tras ello, negó responsabilidad del Gobierno y aseguró que los manifestantes “se mataron entre ellos”.

Su rol fue tan central que incluso se le vio aconsejando a Añez en plena conferencia de prensa en junio de 2020, cuando le susurró: “No hables de eso, no comentes”.

En su gestión también fue señalado por irregularidades y escándalos: fue acusado de nombrar a su hermana como cónsul en Miami; difundió información falsa sobre el número de muertos en la pandemia de COVID-19; y expuso públicamente a detenidos preventivos. Además, acusó falsamente a una mujer de secuestrar a un bebé.

Murillo fue un férreo crítico de Evo Morales. “Que venga a Bolivia; acá están las esposas para llevarlo a Chonchocoro (cárcel de máxima seguridad) y no por política ni por persecución, por terrorista”, declaró en una ocasión.

DE MINISTRO A CONDENADO EN EEUU

En 2021, tras dejar el poder, Murillo fue detenido en Estados Unidos, acusado de recibir sobornos y lavar dinero en un contrato irregular para la compra de gases lacrimógenos durante su gestión en el Ministerio de Gobierno. Un año después se declaró culpable y en 2023 fue sentenciado a seis años de prisión por conspiración para el soborno y lavado de activos.

Tras cumplir parte de su condena, autoridades estadounidenses dispusieron su deportación a Bolivia, lo que derivó en su aprehensión inmediata en Santa Cruz este jueves.

En el país, Murillo acumula múltiples procesos judiciales. Fue condenado en dos casos “Caso gases lacrimógenos” (sentencia de 8 años de prisión) por la compra con sobreprecio de material antidisturbios y el “Caso gases Ecuador” (sentencia de 5 años y 4) meses por la introducción irregular de armamento desde ese país para reprimir protestas sociales contra el gobierno de Áñez.

Además, enfrenta al menos 22 procesos penales en La Paz, según confirmó el fiscal departamental Luis Carlos Torrez.

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