El candidato presidencial por el PDC, Rodrigo Paz, aseguró en entrevista con Unitel que, si llega al gobierno tras la segunda vuelta, implementará un perdonazo tributario para promover la formalización de la economía. La medida será parte de un paquete que incluye la reducción de impuestos, aranceles y regulaciones. Todo para que “ser formal sea barato” en el país.
Esta medida se suma a sus primeras tres medidas de gestión en caso de que resulte electo luego de la segunda vuelta de la elección presidencial que se llevará a cabo el 19 de octubre: “asegurar el suministro de hidrocarburos, controlar el gasto público y descentralizar la economía hacia las regiones”.
Paz explicó que un gobierno firme y transparente es esencial para generar gobernabilidad y confianza en la población. En esa línea, planteó un déficit fiscal cero, la creación de un fondo de estabilización cambiaria y un sistema de bandas para el tipo de cambio que permita al mercado fluir con confianza, evitando la emisión inorgánica de dinero por parte del Banco Central.
El candidato reveló que su equipo económico ha identificado un gasto superfluo de 1.300 millones de dólares que puede ser reorientado para garantizar objetivos sociales, como la salud y la educación, además de respaldar el aumento gradual de la Renta Dignidad desde los actuales 350 bolivianos mensuales a 500 bolivianos, en primera instancia; hasta llegar a los 2.000 bolivianos mensuales a futuro. “Se trata de administrar con eficiencia lo que tenemos y reordenar el Estado para que cumpla con su rol social y productivo”, subrayó.
Paz también destacó los gestos de apoyo del gobierno de Estados Unidos hacia Bolivia y remarcó que su trabajo de gestión internacional está guiado por el interés nacional, más allá de la coyuntura electoral. “En los Estados Unidos ha habido gestos del gobierno americano para colaborar en las necesidades del futuro gobierno de Bolivia. Ahora, lo quiero decir de frente: si Rodrigo Paz no es presidente, toda la gestión que estamos haciendo va a ser para la patria. Vamos a ayudar, porque esto no depende de si soy o no soy presidente”, afirmó.
El candidato insistió en que su visión de gobierno se basa en un “capitalismo para todos”, que proteja a los más necesitados hasta que puedan levantarse y, al mismo tiempo, abra oportunidades para quienes quieren emprender y transformar el país de manera diferente. “Bolivia no puede seguir atrapada en el racismo, en la confrontación o en la división. Necesitamos un país que dé certezas y abra caminos de progreso para todos”, enfatizó.
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