Agosto 26, 2025 -HC-

Dan ganas de reir… ¿o de llorar?


Martes 26 de Agosto de 2025, 7:45am






-

Tomé un taxi el lluvioso anterior fin de semana. La ciudad mostraba un techo de nubes oscuras y amenazantes que San Pedro las exprimía de rato en rato. Olvidé decir que, para tomar la movilidad, tuve que pararme en la orilla de una acera y sufrir más de un chapuzón provocado por conductores indolentes a los que el prójimo no les preocupaba.

Paró un taxi apiadándose de mi humanidad. A esa altura ya me encontraba temblando y casi sin fuerza para levantar el brazo y detener un móvil. Su conductor era una señora (o señorita) simpática y con cara sonriente. Por lo mismo, me senté a su lado “¿A dónde vamoj?” preguntó. Le mencioné mi destino y el taxi bramó, partiendo raudo, como queriendo tomar venganza de mi mojazón que ya era evidente. Nos tocó mojar a nosotros, obviamente mi chofer no lo advirtió. Condujo indiferente, sin darse cuenta que su taxi levantaba y lanzaba olas de agua de lluvia mezclada con la de alcantarilla. Las bocas de tormenta, mal diseñadas y peor mantenidas por la desastrosa administración municipal que nos gobierna, (con viaje tras viaje del alcalde populista de la ciudad más grande del país), rebalsaban, aumentado el caudal de agua que corría buscando su cauce, sin encontrarlo. Pero bueno, esa es otra historia.

“Que le parecieron laj eleccionej”, rompió el ruido del motor la voz de la taxista, añadiendo, “por quién votó, si puedo preguntar” “Claro” respondí, “no es secreto…y a diferencia de los masistoides, no tengo vergüenza de mencionar por quién voté; espero que Ud. no sea masista” “noooooooo ¡Ni llorando!” Me respondió, casi gritando. “Yo voté por Doria Medina” me dijo, “…pero ejte Doria lo fregó a último momento queriendo hacerse, pué, el populijta” “¡Exacto!” le respondí “ese fue su pequeño gran error” “¿Y Camacho? Camacho no fue de mucha ayuda por su dijcurso regional, no tiene raigambre nacional, pué…tampoco se esfuerza por llegar a la gente de La Paj, Cochabamba.. y parece que aquí tampoco tiene mucho arrajtre por lo visto”, me dijo mi taxista empezando a despertar mi asombro. “Ej que loj políticos, especialmente loj de aquí, ya no se dan cuenta que Santa Crú ya no e’ lo que elloj creen que ej… Santa Crú ej otra cosa, pué”. Me callé, queriendo salir de mi asombro. Es que, dentro de este pequeño diálogo, me di cuenta que mi taxista de turno, (que no sabía quién era ni qué se llamaba), tocó ¿sin darse cuenta? Temas sumamente profundos… y no solo de las elecciones.

“Pero todavía hay ejperanza” recalcó, “ejte Lara dijqué, se ejtá ahorcando solingo y a Rodrigo Paz…lo lleva con él. Ej tan opa el ex policía que no se da cuenta que cada que habla, mete la pata…¡elay! No sé si dan ganaj de reír o Llorar” repitió. “Así es”, le dije. “Es que el estrato del que sale es así, avasallador, incongruente, agresivo y suelta la lengua antes de pensar nada” le dije, “pué” replicó.

“Llegamos” y abriendo la puerta, me dirijí a ella “ya solucionamos los problemas del país, muchas gracias… por la sabrosa conversación… y no sé si Ud. se da cuenta de lo acertada que está en sus apreciaciones” le manifesté. “Hasta luego y que le vaya muy bien”, “Gracias”, me contestó riendo, “a Ud también” y se fue sonriente.

Mientras caminaba el poco trecho que quedaba para llegar a mi destino, cavilé que el futuro del país no está lejos. Ese día lluvioso terminó por señalarme que Bolivia, sin importar lo que digan los cívicos, los “influencers” o quienes se aferran al pasado, están completamente equivocados. Sin darnos cuenta, unos y otros, nosotros y aquellos, aquí y allá, la “masa”, que es en definitiva la que hace los líderes, bien o mal, y por lo tanto la historia, está forjando el nuevo país, la nueva Bolivia, la patria nueva, que ya no será lo que fue, sino algo muy distinto y que es muy probable que esté renaciendo en Santa Cruz.

Un buen líder, consecuentemente pienso, no es el que indica el camino a seguir, es el que sigue al pueblo, el que sabe interpretar su sentimiento; no es aquel que quiere que piense o sienta de la manera que él mismo piensa y siente. No es el que quiere guiarlo para conseguir sus intereses; es el que ve los intereses del pueblo y hace lo posible por satisfacerlos. De otro modo aparece una revolución francesa, un glasnost y perestroika, una caída del muro de Berlín… en fin. No me malinterpreten. Todo eso comienza bien, pero termina mal, simplemente porque esos movimientos se desviaron del curso indicado por el pueblo. Un ejemplo inmediato es el movimiento del cocalero, comenzó con mucha esperanza, pero terminó, sobre todo, con la corrupción más espantosa, entre otras varias mega degeneraciones.

Pienso: ¿Será posible, que en esta etapa de la vida de Bolivia estemos atravesando no solo un cambio de paradigma político, sino de concepción de país? ¿Será posible que seamos protagonistas o espectadores de un cambio estructural de verdad que haga de Bolivia el país pujante, libre y fuerte que todos queremos? ¿Habrá llegado – por fin – el tiempo de la razón y la unión de todos los bolivianos? ¿Será el comienzo del liderazgo del pueblo cruceño? Ojo, estoy hablando DEL PUEBLO cruceño, no de aquellos que se creen dueños de la verdad y que viven una mentira monumental, trazando caminos irreales o sendas imposibles que no van con los ideales del pueblo.

Si no es así, después de la conversación que tuve con la taxista, por lo menos se atisba el comienzo de un proceso histórico, más allá de lo político. Y tal vez, solo tal vez, estemos viviendo una etapa que la historia se encargará de traducir, moldear y mostrar a las generaciones venideras.       

///

 

.