Un sentimiento de profundo pesar golpeó a todas las personas que conocieron al destacado psicólogo Bismarck Pinto Tapia, quien falleció en las últimas y dejó un enorme vacío en quienes aprendieron de él como estudiantes, fueron pacientes suyos o amigos.
“El Colegio de Psicólogos de Bolivia y el Colegio Departamental de La Paz, a través de sus directivas, expresan sus condolencias y se adhieren al dolor de la familia de nuestro colegiado, amigo, maestro y colega”, publicaron desde el Colegio de Psicólogos por la partida del profesional.
En las redes sociales circularon palabras de dolor por la partida de Pinto Tapia, uno de los psicólogos más importantes del país, y un ser humano que generaba empatía con quienes conversaba.
Arlet Curcuy expresó: “Amigo, maestro y colega hoy siento una enorme triste en mi corazón y lloro tu partida... Quedan guardados en mi mente y mi corazón todos los momentos que compartimos y las interminables charlas siempre cargadas de sabiduría y ternura... Me apoyastes cuando más lo necesitaba y creíste en mi aun cuando yo misma no lo hacía... Es triste decirte adiós pero sé que nos volveremos a encontrar y te contaré los logros que conseguí”
Claribel Ramírez Hurtado: Perdimos a un grande en todo sentido. Gran profesional en la Salud Mental, excelente persona, gran maestro y buen amigo. Ilumínanos desde donde estés querido Bismarck Pinto Tapia. Te vamos a extrañar mucho.
Jose Urey recordó algunos de los preceptos que Pinto Tapia compartía con sus estudiantes. “El amor es libertad. El amor es respeto. La ética implica hacer el menos daño posible. Uno protege al más indefenso. Son estas de las palabras más impregnadas en mi memoria por quien considero un maestro, tutor y amigo, que después de una gran clase te invitaba una salteñita afuera de la U y se despedía con un abrazo de oso”.
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