Abril 29, 2024 [G]:

Sayuri Loza: el DS 21060 y la irrupción del MAS son los dos hechos relevantes de la democracia

La promulgación del decreto 21060 tuvo como consecuencia la emergencia de El Alto, donde irrumpieron con fuerza los movimientos sociales, dice la historiadora


Domingo 10 de Octubre de 2021, 9:30am






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La historiadora Sayuri Loza es parte de la primera generación de la democracia boliviana. Ella nació el año en que Hernán Siles Zuazo juró a la Presidencia de Bolivia. Desde esos tiempos convulsos hasta los actuales, también afectados por la polarización, el país tuvo avances importantes y también frenos. Abrió y cerró periodos económicos y políticos, que son analizados por Loza, quien señala que la promulgación del decreto supremo 21060, que puso los cimientos del periodo neoliberal, y el ascenso del Movimiento Al Socialismo al poder, son los hechos significativos para Bolivia en este periodo.

En el análisis de Sayuri Loza, ambos hechos tienen estrecha relación, uno es consecuencia del otro. Ambos definen realidades políticas y económicas que son palpables para los bolivianos.

“El decreto 21060 puso fin al Estado del 52 y demostró, por un lado, que Bolivia no podía sustraerse de la economía internacional, y, por el otro, fue la causa de la creación de una de las ciudades más importantes del país: El Alto, producto de la relocalización, donde se nutrieron de miembros, actividades informales como el transporte y el comercio minorista y allí se crearon sindicatos, los mismos que serían protagonistas políticos posteriormente, conocidos como "las organizaciones sociales", señala Loza.

Antes de agosto de 1985, cuando nació la llamada Nueva Política Económica con dicho decreto, el presidente de la restauración democrática, Hernán Siles Zuazo, firmó el decreto que convirtió a El Alto en cuarta sección de la provincia Murillo. Fue el primer paso para que se convirtiese en municipio. Ocurrió el 6 de marzo de 1985. Meses más tarde, Víctor Paz Estenssoro provocó la relocalización minera y, a su vez, la impensada explosión demográfica de El Alto.

“El 21060 y las consiguientes reformas, fue el que definió la realidad económica de país y no ha podido ser eliminado, a pesar de su abrogación, hasta el presente”, apunta Loza.

Casi 21 años después, el 22 de enero de 2006, juró a la Presidencia Evo Morales, como líder del IPS-MAS, al cabo de una serie de hechos sociales y políticos, iniciados con la rebelión de las organizaciones sociales contra los gobiernos de Hugo Banzer y Gonzalo Sánchez de Lozada.

“El segundo hecho importante es el ascenso al poder del MAS tras la crisis de 2002. No me refiero al ascenso al poder de Evo Morales, sino del MAS como fuerza política representante del nuevo modo de hacer política, donde se pacta con instituciones que se vinieron fortaleciendo desde la recuperación de la democracia: sindicatos, organizaciones indígenas, interculturales, etc”.

La historiadora se refiere a la reestructuración del Estado a partir de los movimientos sociales, lo que se manifestó en la creación del Estado Plurinacional a partir de la Constitución Política del Estado promulgada en 2009. En su análisis, ese momento fundacional “está cobrando factura en la actualidad con los conflictos ligados a identidad, territorio e independencia regional  y de poderes”.

Uno de los problemas de la democracia boliviana es que los gobernantes asumen el papel de servicio que les dio la ciudadanía, cuando ésta acude a las urnas para elegir a las autoridades. Esa visión debilita la democracia en el país.

“Los gobernantes, aunque elegidos por votos, siguen siendo considerados una especie de realeza incuestionable que incluso busca ser hereditaria. También debemos evitar el clientelismo donde el gobernante pacta con grupos de poder para ganar más poder”, apunta Loza.

La de la historiadora es otra de las voces que demandan “la tan añorada independencia de poderes. Si el poder judicial y electoral están supeditados y al servicio del partido de gobierno, ¿cómo será posible fiscalizar los atentados a la democracia que éste pretenda realizar?”, cuestiona.

En suma, al hacer una retrospectiva sobre lo que Bolivia hizo en este periodo de la democracia, “no cabe duda que no volveremos a la dictadura militar como la conocimos, pero tampoco es saludable ni deseable una democracia cuyo única prueba de existencia sea la existencia de elecciones. Merecemos más por la lucha que hicimos”.

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