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Montero: Un emprendedor autodidacta progresa en la industria de la goma


Jueves 17 de Agosto de 2023, 9:45am






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Jorge Luis Maquera nació en Potosí. Tras perder a sus padres y con 14 años llegó a Santa Cruz para buscar una oportunidad de vida. Debido a sus circunstancias, no pudo completar su educación, pero se formó de manera autodidacta como mecánico. “Dios me dio el don de absorber conocimiento como una esponja”, describe. Aprendió a hacer bujes de goma “hechizos”, es decir, a imitar las piezas de goma de los automóviles y de las maquinarias importadas, para usar estas imitaciones como repuestos de los mismos. Así se adentró en el mundo de la goma, en el que luego creó Fabugoma, una empresa que comenzó a reciclar los residuos de goma de su taller mecánico, para convertirlos en “gránulo de caucho”, un material del que ahora produce una tonelada diaria en la ciudad cruceña de Montero. Fabugoma es uno de los 15 finalistas del concurso “Emprender en tiempos de pandemia” de la Fundación Samuel Doria Medina Arana.

La historia es todavía más interesante si tomamos en cuenta que Maquera, sin estudios formales, construyó él mismo la maquinaria que realiza el reciclado industrial de la goma. Se trata de una cadena de aparatos de cortado, triturado y molido fino, semiautomatizada. “Cuando ven la maquinaria que hice, me preguntan en qué universidad estudié, pero mi única universidad son los libros que leo”, dice Jorge Luis con legítimo orgullo.

Como muchos otros emprendimientos en el país, el suyo comenzó por el acicate de la pandemia, que le había quitado los ingresos a su taller mecánico. Junto a su hermano, decidió hacer algo con la basura de goma que se acumulaba en este. “Teníamos poco dinero, así que fuimos a las chatarrerías, compramos lo que necesitábamos y armamos el primer molino de goma; con él trituré dos toneladas en dos meses”, relata. Ahora produce esta cantidad en dos días.

El gránulo se usa directamente en las canchas de césped sintético, donde sirve como amortiguador de caídas. Además es materia prima de infinidad de otros productos de la industria liviana (pisos de goma, palas de goma, etc.) Manquera tiene el proyecto de hacer baldosas y está construyendo la maquinaria que necesitará para eso. Mientras tanto, vende gránulo a los revendedores mayoristas de Santa Cruz, que adquieren el 100% de su producción. Por eso necesita expandirse. “Somos pequeños, pero los únicos que estamos en Santa Cruz”, explica. Su potencial, entonces, es muy importante. Las otras empresas del ramo se hallan en Cochabamba y La Paz. Entre todas han formado una asociación con el objetivo de no canibalizarse mutuamente con guerras de precios. Fue necesario porque se trata de un mercado en crecimiento en el que existe relativamente poca inversión. 

“Esta industria forma parte de la economía circular. Reciclamos lo que está en desuso y destinado a la basura. Le damos un alto valor agregado al residuo”, señala Maquera.

Del proceso de molido, Fabugoma saca gránulos sin impurezas de entre 0,5 y 2,5 milímetros de diámetro y polvo de goma, que también se usan para múltiples propósitos. La empresa continúa haciendo bujes de goma de manera artesanal, la actividad con la que empezó.

Maquera busca elevar su producción de una a dos toneladas diarias. Para ello, usaría el premio del concurso de la Fundación Doria Medina para automatizar completamente sus procesos y fabricar molinos. Ser finalista entre 4.833 postulantes es, para él, ya un gran premio. “La vida me trató duro, pero me estoy levantado”, dice con optimismo. 

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