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Los hitos que marcan a la democracia boliviana desde 1982


Lunes 10 de Octubre de 2022, 11:45am






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10 de octubre (Jacqueline Maydana, Urgente.bo).- Uno de los hitos más importantes de la democracia en Bolivia fue sin duda la victoria de este modelo de gobierno sobre la dictadura, lo que ocurrió el 10 de octubre de 1982, cuando el general Guido Vildoso entregó el poder a Hernán Siles Zuazo tras las  elecciones presidenciales.

Otro aspecto a resaltar es la llegada de Remedios Loza al parlamento, en 1.989, convirtiéndose así en la primera mujer de pollera en participar del poder legislativo en un momento en el que la mujer era bastante excluida del ejercicio de los derechos plíticas. Años después, Loza llegóa ser candidata a la Presidencia. "Ella se convirtió en la representante de la clase social que no era tomada en cuenta", menciona la historiadora Sayuri Loza.

Para el periodista Rafael Archondo, un hito importante fue la “Marcha por la Vida” en 1986 y la marcha in-dígena de 1992.

La Marcha por la Vida inició el 21 de agosto de 1986 en Oruro y culminó el 28 de agosto del mismo año. Alrededor de 25 mil trabajadores (mineros, campesinos, gremiales y universitarios) pedían al presidente Víctor Paz Estenssoro la abrogación del Decreto Supremo 2106 que desencadenó el desempleo masivo en los centros mineros del país y hizo estallar la migración.

La Marcha por la Vida se realizó entre el 21 de agosto al 28 de agosto de 1986, con la participación de más de 25,000 trabajadores. ​La marcha comenzó después del ampliado de trabajadores mineros en la avenida Cívica Sanjinés Vincenti, en Oruro y su objetivo era llegar a la ciudad de La Paz, sede de gobierno a una distancia aproximada a pie de 300 km. El 22 de agosto se unieron otros sectores de trabajadores como campesinos y gremiales, llegando el 22 de agosto hasta la localidad de Panduro.

El 28 de agosto el gobierno decretó estado de sitio y 2000 militares reprimieron y pararon la marcha en la localidad de Calamarca con tanques y carros de asalto. Ante estos hechos, los dirigentes de la Central Obrera Boliviana, Simón Reyes y Filemón Escobar, piden disolver la marcha9​ a 60 km de llegar a la ciudad de La Paz, para evitar otra masacre.

Otro hito, según la historiadora Loza, es lo ocurrido en enero de 2006 cuando Evo Morales juró a la Presidencia; no por ser indígena, sino porque representaba a las mayorías marginadas. Evo Morales ganó con más del 50% a su rival de entonces, Jorge “Tuto” Quiroga, quien logró solo el 31%. El contundente resultado fue inédito en la democracia boliviana, como parte de un levantamiento social que se había iniciado el 200, contra el gobierno de Banzer.

Para el historiador y expresidente Carlos Mesa, no debe pasar desapercibido la victoria del “NO” en el Referendo del 21 de febrero de 2016 y que se opuso a que Morales vaya otra vez a la reelección.

 La consulta se efectuó el 21 de febrero de ese año y la pregunta que debía responder la población era si aprobaba o rechazaba el proyecto de modificación constitucional que permitía la reelección del presidente o vicepresidente. El “No” ganó con el 51.30% y el “Sí” obtuvo el 48,70%.

 Y la lista continúa, pues la historiadora Loza ve que la caída de Morales y la resistencia social del 2019 como algo crucial para la democracia en Bolivia. “Esto da fin a un periodo que se hubiese convertido en un periodo similar a lo de Nicolás Maduro (en Venezuela) o Fidel Castro. Es decir, se hubiera pasado de la democracia, poco a poco, a un totalitarismo (...) la caída de Evo significó una resistencia social que exigió que se respetara la CPE y la democracia”, explica.

 Luego, cita la victoria de Luis Arce en las urnas del 2021. “Nos demuestra que los bolivianos, por muy polarizados que estamos, hemos optado por las elecciones para poder zanjar los conflictos políticos”, resalta.

 Por su parte, la analista Bejarano no deja de lado la Asamblea Constituyente del 2006, que tuvo el propósito de redactar una nueva Constitución Política del Estado.  “El hecho constituyente creo que es el reflejo más grande, más importante de la democracia y de la credibilidad en los bolivianos como el sistema mejor en el que decidimos convivir”, menciona la analista Bejarano.

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