30 de octubre (Urgente.bo).- Este miércoles, la Alianza Libre sufrió un impasse interno a raíz de la elección de su jefe de bancada. Algunos legisladores cuestionaron la designación de los nuevos jefes, señalando que hubo “dedazo” en la elección, mientras que otros expresaron su satisfacción con el resultado.
En la entrante Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) habrá tres fuerzas políticas clave para mantener la gobernabilidad y proyectar una nueva imagen respecto a la gestión saliente: el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Alianza Libre y la Alianza Unidad. Sin embargo, a juicio de analistas, ninguna de ellas posee una “estructura política consolidada”.
“Estos partidos no tienen solidez en su pensamiento o ideología, ni consignas políticas que puedan ser el común denominador de sus bases. Hay una heterogeneidad de diputados y senadores en el Parlamento que responden a intereses particulares, pero como partidos consolidados, ninguno está en ese camino”, explicó Édgar Sánchez, analista político, a Urgente.bo.
El PDC, que tiene mayoría en la ALP, está conformado por agrupaciones como Nuevas Ideas con Libertad, Democracia Directa y Primero la Gente. En tanto, Libre reúne en su base a sectores provenientes de Demócratas y ADN, entre otros; mientras que Unidad incorpora a representantes de Creemos, Cambio 25, entre otros.
El analista Ricardo Paz considera que este panorama es habitual en el país, donde no existen organizaciones políticas sólidas, sino agrupaciones coyunturales que emergen al calor de las elecciones.
“En Bolivia no existen partidos estructurados; más bien, surgen alianzas temporales que se organizan únicamente para las elecciones. Una vez que termina el proceso electoral, los distintos grupos de interés comienzan a emerger y a hacer valer sus derechos o lo que consideran que son sus derechos”, señaló Paz.
Ante este escenario, Sánchez cree que el desafío principal es “consolidar los partidos, construir una ideología, un pensamiento y una estructura”, aunque reconoce que esto será complejo por las pugnas internas y las ambiciones personales que pueden exteriorizar.
Sánchez advirtió además que ante una posible falta de cohesión dentro de las tres principales fuerzas políticas podría tener consecuencias.
“La principal es que tendremos un Parlamento débil, que no resolverá los problemas desde el Legislativo, y trasladará esa debilidad al Ejecutivo, liderado por Rodrigo Paz. Si eso ocurre, será muy difícil enfrentar la crisis económica que dejó el MAS”, subrayó.
El analista insistió en que para superar este escollo es necesario generar consenso entre las tres principales fuerzas dentro de la ALP. En la misma línea, Paz advirtió que el contexto traerá dificultades: “Será complejo el proceso de concertación y acuerdos, porque habrá más grupos y más personas con las que habrá que dialogar, discutir y debatir. Es mucho más difícil lograr consensos en un ambiente de precariedad”, concluyó.
Los asambleístas del PDC, Libre y Unidad coincidieron este miércoles, durante el acto de entrega de credenciales, en que el gran reto de esta nueva gestión será recuperar la imagen de la ALP y, para ello, afirmaron que deberá primar el consenso político.


