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Historia de los censos desde 1831: el espejo de un país turbulento


Jueves 21 de Marzo de 2024, 7:15pm






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La Paz, 21 de marzo (Jacqueline Maydana, Urgente.bo).- Bolivia está a muy poco tiempo de cumplir el bicentenario de su creación. En casi doscientos años de vida, el Estado boliviano tuvo solo 11 censos. El primero, realizado en 1831, estableció que la naciente República tenía 1.088.768 habitantes y el último, el del 2012, que nuestro país tenía 10.059.806 habitantes. Entonces, ya era Estado Plurinacional. En su historia, la actualización demográfica nacional ha sufrido tropiezos como prolongados vacíos y en ese proceso ha sentido el efecto de la construcción nacional, marcada por la coyuntura.

El Instituto Nacional de Estadística considera que el censo es el “operativo estadístico de mayor magnitud que debe afrontar el país en su conjunto en todas su historia” porque moviliza cerca de 700 mil personas en todo su proceso de realización.

Llama la atención que en el siglo XIX se hayan realizado cinco de los once censos nacionales. En este periodo, el posterior a la Guerra del Pacífico puso en evidencia una disminución de la población boliviana. Mientras que en todo el siglo XX se desarrollaron cuatro recuentos demográficos. En ese espacio de tiempo, el de 1950 es el predecesor de la revolución nacional del 52 mientras que el de 1992 sienta las bases de la modernidad.

“Durante el siglo XIX, en varias ocasiones, los diferentes gobiernos levantaron información estadística relacionada con la población y en esa labor lograron establecer algunos resultados que, pese a las deficiencias e imperfecciones, reflejan la evolución y el crecimiento poblacional”, señala el Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, INE.

Ya en el nuevo milenio hubo dos censos. El tercero se llevará adelante el próximo 24 de marzo, con la misión de recuperar la confianza de las regiones en este registro y para proyectar a Bolivia hacia el Bicentenario de la fundación.

El recuento de población se llevó a cabo desde el inicio de la República. El primero, el de 1831, fue impulsado por el gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que creó la oficina de Estadísticas. Estableció que Bolivia tenía 1.088.768 habitantes.

El segundo se realizó en 1835, en el mismo gobierno de Andrés de Santa Cruz, que contabilzó 1.060.777 habitantes. Diez años después, en 1845, se realizó el censo en el gobierno del general José Ballivián, con 1.378.896 habitantes.

El cuarto censo se llevó a cabo en 1854, en el gobierno de Manuel Isidoro Belzu y puso en evidencia un incremento sustantivo frente al tercero, con 2.326.126 habitantes. Veintiocho años después, en 1882, se lleva a cabo el quinto censo, en el gobierno de Narciso Campero.

En 1900, el gobierno de José Manuel Pando implementó la Oficina Nacional de Inmigración, Estadísticas y Propaganda Geográfica, y lleva adelante el quinto censo. La historiadora María Luisa Soux menciona que este censo se efectuó con el trabajo del político estadístico Manuel Vicente Ballivián, con la idea de sentar las bases de un estado más revitalizado.

Cincuenta años después se realizó el séptimo censo de población y el primero de vivienda (1950). Soux expone que en esta versión se conoció la cantidad de extranjeros y bolivianos; mujeres y varones; y las actividades a las que se dedicaban. “Estos datos fijan toda la política liberal a futuro”, indica la historiadora.

“El de 1950 tiene un contexto histórico diferente”, porque incorpora elementos como la lengua materna en el contexto de una sociedad que exige grandes transformaciones. Es prolegómeno de la Revolución Nacional, de 1952. Sus datos marcan la política que se llevó a cabo por parte del Movimiento Nacional Revolucionario.

El de 1950 es un censo que pone en evidencia el aumento de la población en tierras bajas y una población rural mayoritaria o situaciones críticas como la mortalidad infantil, la más alta de la región.

El segundo censo de población y vivienda se efectuó en el gobierno de Hugo Banzer Suárez en 1976, mostró la migración del campo a la ciudad. “Prácticamente era igual la población urbana y rural”, dice Soux. También expuso la migración organizada, planificada y espontánea de tierras altas a tierras bajas, en especial a Santa Cruz. Sus resultados dieron lugar a políticas de desarrollo en el oriente del país.

Después de 16 años, en 1992, la encuesta nacional buscó analizar el idioma y las lenguas de los grupos étnicos en Bolivia. Se realizó en un contexto internacional donde se pregonaba la recuperación de las poblaciones indígenas, porque se cumplía los cinco siglos de la conquista e invasión de España en las Américas. Sus resultados fueron importantes ya que incidieron en el cambio de la constitución, que posteriormente reconoce a Bolivia como país multicultural.

El penúltimo tuvo lugar el 2001, su eje central fue la autoidentificación cultural y étnica, en un contexto de levantamiento social y política por parte del movimiento campesino. Gran parte de la población boliviana se identifica indígena. Además, sus datos dieron un impulso a las luchas regionales, porque a partir del 2001 se fortaleció el movimiento cruceño por la autonomía, como un ejemplo, recuerda Soux.

El último censo de población y vivienda se realizó el 2012, pero ha sido objeto de críticas desde diferentes flancos por sus debilidades técnicas e importantes omisiones. Por ejemplo, omitió la pregunta sobre las actividades económicas.  “Ha sido mal llevado, por eso el impacto que pudo haber tenido ha sido mínimo, fue un ejercicio de fortalecimiento político, pero estadísticamente no llevó a ningún cambio”, menciona.

Lo indígena y lo no

Para el anañista Pedro Portugal, el censo en la historia atrapa una relación curiosa de la población indígena y la no indígena. En el pasado buscaba cuantificar la población indígena y los resultados daban el 60 o 70%. “Cada vez que se hacía una referencia con respecto a la población indígena era para tratar de subestimarla y de explicar una relación política de dominación”.

En esas épocas, según el historiador, en Bolivia intentaban concluir que se debía favorecer a la migración para reducir la población indígena. Pero en los últimos años, el caso no es el mismo, por ello, Portugal ve como una “moda reciente” la evaluación de aspectos cualitativos que cuantitativos como la identificación.

En ese marco los bolivianos se aproximan a un Censo que buscará superar los desafíos políticos con un trabajo técnico impecable.

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