La papeleta de las elecciones generales del 18 de agosto tendrá aproximadamente 10 franjas. Los candidatos ya están casi definidos y las alianzas en marcha. Pero ¿Quiénes son los electores? Conocemos los rostros de los postulantes, pero poco se ha hablado de cuál es el perfil del votante boliviano. Este artículo es un intento de una “radiografía” cuantitativa.
Según el Conteo Poblacional del Censo 2024, en Bolivia hay 11.312.620 habitantes. Los departametnos de La Paz (3.022.566 millones), Cochabamba (2.005.373 millones) y Santa Cruz (3.115.386 millones) suman el 72%, mientras que el resto de departamentos suma 38% de la poblaciòn: Potosí con 856.419, Chuquisaca con 600.132, Oruro con 570.194, Tarija con 534.348, Beni con 477.441 y Pando con 130.761 habitantes.
En cuanto a las ciudades capitales, la ciudad de La Paz tiene 755.732 habitantes y El Alto 885.035.
Santa Cruz de la Sierra tiene 1.606.671 habitantes, Cochabamba 661.484, Sucre 296.125, Oruro 297.497, Tarija 238.942, Potosí 218.336, Trinidad 124.357 y Cobija 54.386. Suman 55% de la población, con contar municipios muy poblados, como Sacaba o Riberalta.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó en enero que el parón de votantes llega a 7.600.000.
Entonces la primera conclusión: el votante vive mayormente en el eje central o en centros urbanos.
¿Cuál es el nivel de estudio? Según datos del INE de 2023, la tasa de estudios superiores en habitantes mayores de 19 años en Bolivia es de 33%, sin embargo, esta tasa es mayor en el área urbana (42%) frente al área rural (10%).
¿Y por edades? 780.000 habitantes tienen de 18 a 24, es decir el 10% del padrón. 950.000 tienen de 25 a 34, 753.000 de 35 a 44, 551.00 de 45 a 54, 402.000 tiene de 55 a 64 y 495.000 tienen más de 65 años, según las proyecciones revisadas del INE al año 2023.
¿Cómo viven los votantes? En la zona urbana, el 68% vive en una casa, choza o pahuichi; el 21% en habitación suelta y el 10% en departamento. En el área rural, el 92% vive en casa, choza o pahuichi y solo el 7% en una habitación suelta. El 66% de los habitantes vive en casa propia, 16% en casa de un pariente y 12% en alquiler.
En cuanto a su acceso a la salud, para 2023, el 85% de la población estaba afiliada a algún seguro de salud (SUS, corto plazo, privado) y el 15% no tiene ninguno. Las diferencias entre área rural y urbana no son significativas. Ojo, solo son cifras, no se mencionada nada de la calidad de atención, equipos, infraestructura o acceso a medicamentos.
En cuanto al acceso a la tecnología, el 8% tiene telefonía fija, 33% computadora, 75 % Internet 81% televisor y 45% radio. Aquí lo interesante es la diferencia entre campo y ciudad. En los centros urbanos el 42 % usa computadora, frente al 10% del área rural. En las ciudades, el 85% tiene y usa Internet, mientras en el campo solo el 49% lo hace. El 91% de los pobladores urbanos tiene tele pero solo el 57% del campo accede a este dispositivo. Solo la radio tiene más presencia en el campo que en la ciudad: 46% frente a 45%.
Entonces, en el campo el votante no verá mucho las redes sociales ni la televisión, pero sí escuchará radio. Esto se refleja con claridad en el consumo promedio de los últimos tres meses: En 2023, según datos del INE, el 76% utilizó Internet en la ciudad frente al 47% del campo.
Otro elemento importante es la sensación de inseguridad. Con datos de 2023, el 51% se siente inseguro al caminar en la noche, siendo la cifra más alta en mujeres (54%) que en varones (47%). Además, hay mayor sensación de inseguridad en personas de 40 a 49 años años (54%) y de 29 a 39 años (53%). La inseguridad es mucho más alta en el área urbana (58%) frente al 29% del área rural.
La discriminación también es un elemento que preocupa a los votantes. El 13% se sintió discriminado por algún motivo según datos del 2024, con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años (16%) o personas sin nivel de instrucción (21%), también en el área rural (15%). La edad (4%), el color de piel (3,2%) y la condición socioeconómica (5,2%) son los principales motivos de discriminación.
En cuanto al empleo, la tasa de ocupación es del 70%, aunque la precariedad e informalidad alcanza el 80%, con cifras de 2024. Adremás, el 17% de la población coupada no es remunerada, siendo el porcentaje de mujeres (25%) el de mayor nivel de no remuneración frente al de varones (11%). La tasa de desocupación es de 4,3% pero es mayor en mujeres (4,9) que en varones (3,8).
En cuanto a la incidencia de pobreza extrema en Bolivia para el 2021 era de 11,1% (6,1% en el área urbana y 23% en el área rural) pero se estima que esta tasa se ha duplicado con la crisis. Lo mínimo que una persona necesitaba para su alimentación del mes en diciembre de 2021 era de 434 bolivianos en el área urbana (346 en el área rural) pero esa cifra también se ha incrementado debido a la inflación. Por hoy, se estima que una canasta de alimentos mínima cuesta 550 bolivianos.
Entiendo que son muchos datos. Pero esta es realidad de los votantes. Entre uno y otro indicador se va a definir el voto de agosto.
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