Mayo 22, 2025 -HC-

Gastón Soza: “Quiero que me recuerden como el cantante del pueblo”


Jueves 22 de Mayo de 2025, 11:45am






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22 de mayo (Urgente.bo, Marco Quispe).- Referente indiscutible de la cumbia boliviana, Gastón Soza ha conquistado al público con su voz, su historia de vida y su carisma por más de tres décadas. A pesar de los desafíos que enfrenta desde niño, debido a un problema de salud, ha forjado una carrera sólida y profundamente emotiva.  

El intérprete de éxitos como: “Sol negro,” “Vuelve a mi lado” o “Te conquistaré” recuerda sus inicios, su paso por América Pop (histórico grupo cumbiero nacional) y reflexiona sobre la música, sus ídolos, la inclusión y la perseverancia.

“El cantante del pueblo”, así le gustaría que le recuerden y asegura que aún tiene fuerzas para seguir enamorando a los bolivianos con su voz y su talento musical, que —según afirma— es un “don que Dios le dio”.

¿Cómo fueron tus inicios en la música?

Nací cantando, creo que desde el vientre de mi madre ya tenía ese don. La primera vez que subí a un escenario fue en mi escuelita en un pueblito entre Tupiza y Villazón (Potosí), cuando tenía unos siete años. Recuerdo que esa vez no empecé cantando, sino tocando un pequeño bombo con música folclórica en las horas cívicas. Ahí empezó mi pasión y mi amor por la música. La música nació conmigo y es un don que le agradezco a Dios.

¿Cuál fue la primera canción que cantaste?

En la escuelita nos enseñaban quechua y el aymara, cantábamos en esos idiomas. En mis inicios aprendí a tocar el charango, la guitarra y cantaba canciones de Savia Andina, Los Kjarkas (históricos grupos folclóricos nacionales) y otros grupos.   

¿Cuál fue el punto de partida profesional en tu carrera?

A los 16 años. Me invitaron a un grupo que se llamaba “Libertad” y comencé a cantar con ellos; hacíamos conciertos por el norte argentino y todo el departamento de Potosí. La gente conocía nuestra música. Luego me fui a la ciudad de Potosí y más adelante a La Paz.

¿Qué artistas te inspiraron en el inicio de tu carrera musical?

Lo mío son la balada y la música romántica. Mi inspiración para seguir ese camino llegó gracias a artistas de la década de los 60 y 80 como: Camilo Sesto, José Luis Perales, Raphael, Emmanuel, entre otros, pero mi gran influencia fue Luis Miguel a quien admiro.

¿Cómo llegaste a América Pop?

En 1992, cuando llegué a La Paz, me escucharon cantar unos primos y me invitaron los del grupo América Pop, primero para unas fiestas. Luego se dio todo: grabamos discos y hubo aceptación del público.

Cuando grabé el primer disco con América Pop me di cuenta de que sí había nacido para esto y sentí que el escenario era lo mío.

¿Qué buscas transmitir con tu música?   

Me baso en las vivencias de las personas y muchas de mis canciones nacen de historias que me cuentan. Es por eso que disfruto mucho del público, de ver gente emocionada, llorando, cantando, bailando, divirtiéndose. Eso es lo que quiero transmitir.    

Es por eso que creo que mi música ha llegado al corazón del público.  Imagínate: desde 1993, cuando grabé “Sol Negro”, hasta este 2025, la gente siente que esta canción forma parte de su vida.

¿Cómo comparas la música de antes con la actual?

Ha cambiado mucho. Algunos géneros han perdido valores. Hay letras que incitan a otras cosas. Pero eso también nos da la oportunidad, a quienes venimos de los 90, de seguir trabajando. El público de aquella época aún se siente orgulloso de su música, porque realizar una canción tiene su magia.

¿Te identificas personalmente con alguna canción tuya?

Nunca escribí una canción que hable exactamente de mí. Soy muy hermético con mi vida. Inclusive hasta hoy me cuesta subirme a un escenario y cada escalón que subo me pesa el cuerpo, la vida, el alma.

Por eso me basé siempre en otras historias, pero tal vez alguna frase o palabra me identificaba en una etapa de mi vida como en “Simple vida”, la primera canción que grabé, un clásico del rock boliviano y “Vuela mariposa”.

¿Cómo lidiaste con tu problema de salud?

Fue algo muy traumático. Cuando tienes meses de vida y te das cuenta de que no puedes caminar, que algo no anda bien, empiezas a hacer preguntas, a madurar antes de tiempo.

No sé si todas las personas con discapacidad lo viven igual, pero para mí fue muy difícil. Me marcó saber que no era como los demás niños porque no podía correr, jugar o hacer travesuras.

¿Qué fue lo que te ocurrió?

Sufrí de poliomielitis a meses de haber nacido debido a la falta de vacunas. Más tarde me enteré que en Buenos Aires (Argentina), donde nací hubo un problema con las vacunas y miles de niños fueron afectados, entre ellos yo.      

¿Cómo lo afrontaste y cómo lo haces hasta hoy?

Tuve que luchar contra eso. Ahora me movilizo con muletas, pero soy muy afortunado. A veces me quejo, pero pienso en quienes no tienen brazos o piernas que la pasan muy mal. Poder moverme por mí mismo es el mayor logro de mi vida.     

¿Sufriste discriminación alguna vez?

Sí, irónicamente en Argentina, donde nací. Recuerdo una vez que, en un viaje junto a América Pop, en un programa famoso del género tropical, no me dejaron entrar al escenario con las muletas. Me sentaron en un banquito. Sea como sea, eso era discriminación.

En Bolivia fue diferente. Cuando supieron que “el chico de las muletas” había grabado “Sol Negro”, sintieron sorpresa, pero no lástima. Valoraron mi voz y me aceptaron desde el primer momento.

¿Qué significa el canto para ti?

Es el mejor momento para expresarme, para decirle al público lo que quiere escuchar. Cantar desde el corazón es distinto a solo tener una buena voz.

Muchos cantan bien, hacen maravillas vocales, pero no te llegan al alma. El secreto está en saber interpretar. 

¿Qué consejo darías a quienes inician en la música?

Si uno ama lo que hace, no importa qué sea. Si le pones amor, si lo disfrutas, vas a llegar a la gloria.

No solo se trata de cantar bien. Puedes hacerlo maravillosamente, pero si no tienes eso que te identifica, solo caminarás unos kilómetros de todo lo que la vida te puede dar.

¿Cuál es tu meta una vez que dejes los escenarios?

Apoyar a otros artistas. Ser productor, componer, ayudar a nuevos talentos. Mi aporte empezaría cuando alguien diga: “Este cantante fue descubierto por Soza, para seguir su legado”.  

¿Cómo te gustaría que te recuerden?

Como el cantante del pueblo. El que enamoró con su voz a todo un país. El que era distinto, no solo físicamente, sino por su entrega, su amor y su personalidad.  

El que movilizaba multitudes solo con interpretar una canción y tocar el corazón.   

¿Qué te motiva a seguir con tu carrera musical?

Mi familia. Tengo cuatro mujeres en casa, y por ellas sigo con fuerza. Son mi inspiración y mi sostén. La mayor estudia medicina, canta hermoso. La del medio también ama la música. Y la más pequeña, con apenas dos años, canta, toca el piano, pero no quiero empujarlas. Si algún día salen al escenario, que sea por vocación.

¿Alguna anécdota que guardes con cariño?

Cuando la gente se me acerca con fotos de hace 20 años, de cuando yo tenía 22 y ellos eran niños. Me cuentan que su papá me escuchaba, que me admiraba. Eso no tiene precio. Es la mejor anécdota que puedo guardar.    

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