4 de mayo (Urgente.bo).- Alfonso Pedrajas no es el único religioso que cometió agresiones sexuales contra niños en Bolivia. Eduardo Revich es otro sacerdote que fue acusado por 40 personas por el mismo delito, cuando trabajaba en el internado San Miguel de Icla en Sucre, Chuquisaca, entre los años 2000 y 2007.
De acuerdo a la Agencia Boliviana de Información, Revich fue enjuiciado por los delitos penales de corrupción de menores, de mayores y abuso deshonesto el 2007 y a consecuencia fue sustituido de su cargo, como encargado de dicho internado.
En el marco de las investigaciones, la Fiscalía allanó la habitación de Revich y confiscó sus pertenencias, entre ellos una regla con la que presuntamente medía el pene de las víctimas.
La conducta de Revich fue descrita de pedófilo, pues según testimonios, sostenía relaciones sexuales con los niños, los obligaba a dormir desnudos con él y los llevaba a otras poblaciones para las prácticas sexuales.
El internado tenía el apoyo de la Iglesia Católica en Bolivia y la diócesis de Tréveris, una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Alemania, y muchos niños pudieron acceder a la educación con él, ya que provenían de familias pobres.
La Iglesia Católica habría estado en contra de los allanamientos e incluso amenazó cerrar dicho internado ante las investigaciones contra Revich.
Además, la institución católica no reparó con la asistencia psicológica a las víctimas. Revich contaba con detención domiciliaria desde el 2011, pero dos años después se libró de aquella determinación tras quitarse la vida. Ese mismo día, iba a ser sentenciado con 15 años de cárcel.
