29 de marzo (Urgente.bo).- Descendientes de bolivianos esclavizados se oponen a la recuperación de los restos del galeón del siglo XVIII que presuntamente llevaba oro, plata y esmeraldas valuadas en más de 17 millones de dólares que se hundió en Cartagena en 1708 y que Colombia planea recobrar. Piden la intervención de España y la Unesco para detener el proyecto.
Los pueblos bolivianos Caranga, Chicha y Killaka se oponen a la recuperación de artefactos de los restos del naufragio del San José que espera comenzar Colombia en los próximos meses ya que dicha excavación se robaría el patrimonio “común y compartido” con Bolivia.
“No contar con nuestro consentimiento, nuestra participación y sin tomar en cuenta cómo impactará el presente y futuro de nuestras comunidades es irresponsable y contrario a la justicia. No tenemos derecho a olvidar, ni España ni ninguna de las repúblicas americanas… tienen derecho a borrar o cambiar nuestra memoria”, mencionan los descendientes de esclavos en una carta formal a la Unesco.
Localización del “Santo grial de los naufragios”
Después del hundimiento en 1708, el 2015 se localizaron los restos a 600 metros (casi 2000 pies) bajo el agua, desde entonces fue disputa legal internacional, incluido en La Haya. Colombia, España y EEUU reclaman los restos y carga del “santo grial de los naufragios” valuado en 17 millones de dólares.
Presuntamente, la riqueza de la carga del San José pertenece a las minas del Potosí en Bolivia, lo que lo convierte en "patrimonio histórico y cultural compartido".
Colombia anunció en febrero que 7,3 millones de dólares serán invertidos en explorar el San José, y construirá un museo dedicado al barco de 150 pies (46 metros) después de recuperar los restos.
Las comunidades indígenas esperan la intervención de la Unesco para evitar que se recupere unilateralmente los restos del naufragio, ya que “la memoria de nuestro pueblo está pegada a esos restos que reposan en aquellos barcos hundidos, de una manera que no elegimos nosotros, como uno de los pueblos que entregó su trabajo y su propia historia para trabajar en las minas del Cerro Rico de Potosí”, agregan en la carta.
