Septiembre 17, 2025 -HC-

Autos chutos y RRII: El enfoque cómplice y vulgar de Rodrigo Paz


Lunes 15 de Septiembre de 2025, 7:00am






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Las últimas declaraciones del candidato a la presidencia Rodrigo Paz Pereira, referidas a la legalización de autos denominados “chutos”, han sobrepasado los niveles de lo tolerable. De ser simples arengas populistas, vocinglería demagógica electoral, cargada de promesas irrealizables, devienen a ubicarse en afirmaciones que ponen en riesgo y entredicho la seguridad jurídica a nivel interno y peor aún, a nivel internacional de Bolivia.

Una cosa es tratar de regularizar autos indocumentados adquiridos legalmente con observaciones administrativas o aduaneras y otra cosa muy distinta es pretender legalizar la introducción o tenencia clandestina de automotores robados (chutos), tratando de blanquear un accionar doloso, surgido de actividades delincuenciales que van desde la sustracción individual hasta la asociación delictuosa y la organización criminal, que tienen como objeto, blanquear conductas ilícitas tipificadas penalmente.

Téngase presente que estamos hablando de delitos como robo (Art. 331) y robo agravado (Art. 332), figuras antijurídicas tipificadas en el ordenamiento penal boliviano. Estos automotores indebidamente obtenidos, seguramente han sido sustraídos con el uso de la fuerza en las cosas, incluso con víctimas fatales, siendo hechos punibles que no pueden ser legalizados por el Estado, porque se configuran en tipos dolosos perseguidos incluso a nivel internacional.

Lamentablemente, este tipo de inconducta de un mero postulante a la presidencia, que ya se arroga soberbiamente el triunfo, ha llevado tensionar innecesariamente nuestra relación con un país con el que tenemos problemas geopolíticos, diplomáticos, territoriales y comerciales de larga data como es Chile.

No se da cuenta el señor Paz Pereira, que existe un Tratado de Paz y Amistad firmado el 20 de octubre de 1904, que nos condiciona y que establece claramente lineamientos de convivencia mutua entre los dos Estados que estuvieron en guerra entre 1879 y 1880, y, para evitar cualquier tipo de conflicto ambos deben respetar la soberanía y seguridad de ambos países, además de fomentar el libre comercio LÍCITO con reglas establecidas para las dos partes, bajo alternativa de ruptura del pacto.

Téngase presente que la propuesta de Paz Pereira es contraria al Artículo VI del Tratado precitado que señala lo siguiente: “La República de Chile reconoce a favor de la de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico. Ambos gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado”.

Esto quiere decir que el libre tránsito y comercio está garantizado pero sujeto a reglamentaciones acordadas por las partes suscribientes, velando por los intereses fiscales recíprocos, es decir que la internación de bienes debe encontrarse en el marco de la licitud y el respeto de aranceles y tasas sujetos a reglamentación especial. Por tanto, de ninguna manera se podría internar bienes ilícitamente obtenidos que evadan los intereses fiscales de ambos países. 

Es inimaginable, aceptar o pensar que el gobierno boliviano pretenda regularizar la tenencia de autos robados en Chile. Eso significaría ser un país paria en América del Sur, puesto que los estados fronterizos considerarían que Bolivia se encuentra sometida al capricho de grupos irregulares y delincuenciales avalados por el gobierno de turno, que pretenden legalizar sus actividades ilícitas bajo protección estatal. No se percata además que, con estas absurdas promesas electorales, estaría encubriendo delitos que ponen en riesgo nuestra seguridad interna y externa.

Y un aspecto lamentable en lo formal, Paz Pereira le da un tratamiento vulgar, chapucero, frívolo e irrespetuoso a un tema por demás serio, pretendiendo hacer ver a la comunidad internacional que temáticas como la lucha contra el robo y el crimen organizado, son asuntos meramente triviales, que se resolverán deglutiendo un plato de comida en un ambiente pueril para las partes. Una vergüenza que un postulante presidencial piense que está en una juerga o en una parranda de comparsa, para tratar así, problemas importantes. Gracias a ese tipo de declaraciones pasamos ridículos internacionales.

Téngase presente que Chile, a petición de muchos de sus senadores está pidiendo al gobierno de Santiago, se realice un reclamo formal al gobierno de Bolivia, por las irresponsables declaraciones del postulante Rodrigo Paz Pereira. Y lo peor, solicitar que se pida visa de ingreso a los bolivianos, entorpeciendo de peor forma el difícil comercio y circulación de nuestro país mediterráneo, alegando además el incumplimiento del Tratado de 1904

¿Este es el destino de nuestro país? ser un Estado sometido a las directrices y caprichos de grupos al margen de la Ley, dedicados al robo, viéndonos reducidos al triste panorama de Estados sin ley y orden del África subsahariana como Somalia o Yemen, que permiten como forma de vida la piratería y el crimen organizado. ¿Eso es lo que Rodrigo Paz Pereira busca para Bolivia, en su afán de ser presidente como sea o con quién sea? ¿Un país más atrasado y repudiado?? ¿No tuvimos suficiente??

Es una vergüenza nacional e internacional que Rodrigo Paz Pereira pretenda reducir a nuestro país, a ser el paraíso de actividades ilícitas totalmente reñidas con la Ley por simplemente buscar votos, una nociva y torpe iniciativa que significaría el aislamiento y repulsa para Bolivia, en el contexto internacional. Y eso no se resuelve invitando a ingerir una sopa de cerdo, cual resaca de borrachos.

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