El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció desde Oruro que su Gobierno proyecta construir presas y carpas solares para garantizar la producción de alimentos ante los persistentes efectos del cambio climático.
“La meta es no seguir dependiendo de las lluvias para tener agua, tanto para riego y consumo humano. Por eso ingresaremos al ciclo de construcción de presas para contar con reservas. Y las carpas servirán para contrarrestar las heladas”, afirmó el presidente Arce.
En el acto de entrega de 30 viviendas en el departamento de Oruro (oeste), el jefe de Estado precisó que su administración trabajará en esos proyectos de ayuda al sector agropecuario principalmente en tierras altas, zona donde más se evidencia la sequía.
"La crisis climática está afectando no solo a Bolivia, sino a toda la región y al mundo. Es el tercer año que la región está enfrentando el efecto de La Niña. El mundo está cambiando y para eso hay que prepararse", alertó Arce.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, hasta fines de enero se contabilizaron 486.045 familias afectadas en todo el país por la falta de lluvias, cuando en diciembre de 2022 la cifra era de 102.440 familias.
El estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología anunció que la sequía, principalmente en el occidente boliviano, continuará hasta el primer trimestre del año.
En tanto, en el oriente y parte de la Amazonia boliviana se prevén intensas lluvias con riadas e inundaciones en algunos casos.
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