La Paz, 05 de noviembre (Susana López, Urgente.bo).- “Yo vengo a la marcha a defender la democracia porque estoy cansado de que no nos escuchen, nadie nos ha pagado como dicen los de MAS, mucho menos es por nota, para eso estudiamos harto”, dice el estudiante universitario Javier Machaca.
Además, acotó que su curso se organizó mediante Telegram ya que sienten temor de que whatsapp no sea un lugar seguro para enviar mensajes. “Hemos escuchado que Telegram es más seguro, no sabemos si nos pueden espiar o pinchar nuestros whatsapps, estamos con duda” expresó.
Las acciones del Tribunal Supremo Electoral en la jornada del 20 de octubre provocaron un estallido social inédito en Bolivia, con el protagonismo de jóvenes universitarios y estudiatiles que, en diferentes ciudades, se manifestaron por la defensa del voto ciudadano. Jóvenes de universidades autónomas y privadas coincidieron en la calle para hacer conocer su voz, pese a las críticas del propio Presidente del Estado.
¿Qué hace que los jóvenes se movilicen en esta coyuntura? Pablo Rivero, investigador en Comunicación Política, afirma que los jóvenes sienten mucha frustración con el poder política y por la falta de oportundiades. “Las oportunidades de empleo, trabajo y expectativas de ingreso no logra satisfacerlos”.
Desde el 22 de octubre, los jóvenes han sido protagonistas de las protestas contra el Tribunal Supremo Electoral. En especial desde La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, se pusieron en primer línea de las protestas, cuando los políticos los consideraban como una generación sin compromiso política.
“No es una generación apolítica, es una generación que se reúne por causas, más que por grandes relatos históricos”, afirma José Daniel Llorenti, simpatizante del Movimiento Al Socialismo. Independientemente de las posturas ideológicas, políticas y filosóficas, los jóvenes hicieron presencia antes, durante y después de las elecciones.
Una muestra fue la movilización inédita de estudiantes de universidades privadas y luego de las autónomas, todos identificados por la bandera tricolor. De hecho, en las esquinas de diferentes urbes, ellas y ellos levantaron bloqueos, al margen de los liderazgos nacionales.
Durante los últimos meses, Latinoamérica fue escenario de movilizaciones sociales con protagonismo de los jóvenes. Ahí está el ejemplo de Puerto Rico en julio pasado, cuando el gobernador Ricardo Roselló renunció, a causa de un polémico chat en el que se burlaba de la comunidad GLBT y de algunos periodistas. Artistas de manifestaron su disconformidad, Ricky Martín, Bad Bunny, Nicky Jam y Residente (Calle 13), fueron algunos de ellos.
En las ciudades ecuatorianas de Quito y Guayaquil hubo concentraciones multitudinarias contra el paquetazo avalado por el FMI. En las movilizaciones de indígenas, los jóvenes ecuatorianos expresaron un claro discurso de descontento frente a las políticas del Presidente Lenin Moreno y la suspensión de la subvención de los combustibles.
En Chile, los manifestantes, estudiantes del nivel secundario y del sistema universitario tomaron las calles de Santiago y otras ciudades cercanas contra el alza del precio del transporte público. Sin embargo, el tema de fondo es la desigualdad económica en el vecino país.
“Les habían dicho que no se interesan por el bien común, que no les interesa el bien político, que no activan por causas y están demostrando todo lo contrario, en diversas causas pero expresadas de manera política en las calles”, dice Rivero. En la era de Internet, las manifestaciones fusionan el espacio digital y el físico. Las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea son los grandes medios durante esta coyuntura.
De hecho, durante las protestas en inmediaciones de la plaza Avaroa, cerca del Tribunal Supremo Electoral, los jóvenes presentes en la movilización mostraron diferentes carteles de protesta en los que destacan memes que circulan en Facebook. Inclusive, algunos de ellos acudieron al Joker, personaje de la película del mismo nombre de la franquicia de DC comics, para manifestarse con los rostros pintados y banderas bolivianas.
Este jueves, en el llamado cabildo cívico nacional, realizado en inmediaciones de la Cervecería Boliviana Nacional, también hubo una fuerte presencia de jóvenes de distintas edades. La creatividad de los carteles se entremezcló con el sentimiento de protesta, con la ayuda de memes y referencias a frases de la serie animada Los Simpson.
Para el economista y profesor universitario, Mauricio Medinaceli, este nivel de disconformidad manifestado por la juventud durante las últimas semanas, se entiende desde tres vertientes. El primero de ellos es el alto índice de desempleo juvenil y el segundo la mala calidad del empleo, en el caso de los que consiguieron estar en el ámbito laboral y el tercero tiene que ver con sus principios y compromisos muy relacionados con el medio ambiente y el respeto a la persona.
Entonces, ¿cómo recordarán los jóvenes estas jornadas de movilizaciones en el futuro? “Como la vez en que se unieron más allá del espacio virtual”, afirma Medinaceli.
El traslado del espacio virtual al físico, la organización y el uso de las herramientas digitales para ese fin retratan a un movimiento juvenil activo. “Se dijeron muchas cosas, que los jóvenes escuchan trap, reguetón y que la juventud de Puerto Rico está perdida, pero no estaba perdida estaba luchando en la calle”, decía en una entrevista el trapero Bad Bunny luego de los conflictos en el país centroamericano.
El espacio digital se trasladó al espacio público de la calle como el escenario principal de los acontecimientos. En la era de Internet este fenómeno es algo que ya se vio en otras partes del mundo. Manuel Castells, sociólogo español y autor del libro Redes de Indignación y Esperanza, hizo un recuento de las movilizaciones sociales durante la primavera árabe entre 2010 y 2013, el movimiento de los indignados en España de 2011, entre otros, y el uso de la tecnología para la organización y concentración de esas movilizaciones de jóvenes.
“Yo creo que, al igual que en muchos países, el espacio digital ayudó a que los jóvenes salgan a las calles. Quizás porque sintieron que dicho espacio digital no es suficiente en la coyuntura actual”, afirmó Medinaceli.
“Hay mucha frustración en esta juventud movilizada”, señaló Pablo Rivero. Lo cierto es que en las calles de las diferentes ciudades del país se ve la presencia de la juventud, algunos de ellos en edad de colegiales, que participa activamente en este tiempo político particularmente complejo.
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