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La Paz, 06 de julio (Urgentebo.com).- Este jueves se recuerda el 110 aniversario del natalición de Frida Kahlo, quizás la figura más importante de las artes plásticas de México a nivel mundial y una de las mujeres referentes del siglo XX.

Su vida fue muy dramática y estuvo siempre llena de dolor, a la edad de 6 años contrajo polio y a los 18 sufrió un accidente de tránsito que la dejó postrada en una cama durante mucho tiempo, justo en ese momento decidió comenzar a pintar.

Los tintes autobiográficos de su obra hicieron que fuese reconocida a nivel internacional, es por su estilo que se acerca al expresionismo y al surrealismo, lo cual rechazó diciendo:

“Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

Kahlo construyó su mito a costa de la relación inseparable de su vida con su producción artística. En su obra, ella es el único objeto de análisis es ella misma y la manera en la que conjugó sus limitaciones físicas con una mente llena de inquietudes e impregnada de temáticas populares y tradicionales mexicanas.

Ella

Nacida el 6 de julio de 1907 como Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, fue la tercera de las cuatro hijas de Wilhelm Kahlo, de ascendencia húngaro-alemana y de Matilde Calderón, originaria de Oaxaca, de acuerdo con la biografía de la artista publicada en el sitio web del Museo Frida Kahlo.

Durante su infancia, Frida padeció de poliomielitis, pero ello no le impidió continuar con sus estudios y asistir a la Escuela Nacional Preparatoria.

Sin embargo, el 17 de septiembre de 1925 estuvo involucrada en un accidente de autobús que le fracturó varios huesos y le provocó lesiones en la espina dorsal, y de acuerdo con la Enciclopedia Británica, fue sometida a 35 operaciones.

Debido a ello, la joven Frida quedó postrada en una cama, por lo cual comenzó a pintar y a través de esta actividad se relacionó con la sociedad artística de la época, entre ellos, el artista Diego Rivera (1886-1957), con quien se casó en 1929, y tras el enlace vivieron en La Casa Azul, que sirvió como estudio para ambos.

Debido a diversas infidelidades del muralista, la pareja se divorció en 1939, pero la artista volvió a contraer matrimonio con él un año después. Ambos fueron miembros del partido comunista mexicano y fueron quienes acogieron al revolucionario ruso León Trotsky.

Entre las obras de Frida Kahlo, destacan: “Las dos Fridas” (1939), “Viva la vida” (1954), “Unos cuantos piquetitos” (1935), “Diego en mi pensamiento” (1943), “La columna rota” (1944), “El verano herido” (1946), y “Frida y Diego” 1931), según la biografía publicada en el portal web de Frida Kahlo Foundation.

La pintora mexicana falleció el 13 de julio de 1954, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes le preparaba, como homenaje nacional, una muestra retrospectiva. De acuerdo con Frida Kahlo Foundation, la artista escribió en su diario unos días antes: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.

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Sus frases

1. Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco.
2. ¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo.
3. … Lo único de bueno que tengo es que ya voy empezando a acostumbrarme a sufrir…
4. Niño de mis ojos (Diego Rivera), tú sabes lo que yo quisiera darte hoy, y toda la vida. Si estuviera en mis manos ya lo tendrías. Al menos puedo ofrecerte para estar contigo en todo… mi corazón.
5. Siento que desde nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de la misma materia, de las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido.
6. Todo puede tener belleza, aun lo más horrible.
7. No me hace falta comprar vestidos ni otras cosas semejantes, porque como “tehuana” ni siquiera uso calzones ni me pongo medias.
8. Como siempre, cuando me alejo de ti, me llevo en las entrañas tu mundo y tu vida, y de eso es de lo que no puedo recuperarme.
9. Siento que te quise siempre, desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y a veces siento que me naciste a mi.
10. Yo aquí en Gringolandia me paso la vida soñando con volver a México.
11. Cada momento él es mi niño. Mi niño nacido diario de mí misma.
12. Quise ahogar mis penas en licor, pero las condenadas aprendieron a nadar.
13. Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas pa’ volar?