24 de julio (Urgente.bo).- La madrugada de este viernes falleció el doctor Óscar Urenda, secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, que pese a su edad y el riesgo que corría, encabezó la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Urenda contrajo el virus y semanas después se conoció la buena noticia de que superó a la pandemia. El doctor de inmediato se integró a la batalla contra el virus, sin embargo, volvió a enfermar y lamentablemente el desenlace fue fatal.
El doctor Carlos Ibáñez, presiente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna, explicó que con el doctor Urenda pudieron ocurrir dos situaciones.
La primera es que la prueba COVID-19 que se le hizo al doctor pudo dar un resultado falso negativo y por eso a Urenda se lo consideró curado.
“Creo que lo que ha sucedido con (Urenda) hay que tenerlo muy encuenta en el tema médico y clínico y establecer que por ejemplo evidentemente es probable que él haya tenido una prueba falsa, errónea al principio”, contó Ibáñez en una entrevista con radio Panamericana.
La otra explicación es que el doctor tuvo una recaída y la virulencia fue más fuerte que la primera vez que contrajo la COVID-19. Según el especialista, cuando una persona enferma de coronavirus y es asintomática o muy leve, su sistema inmunológico enfrenta y neutraliza rápidamente al virus, pero lo malo es que no genera la cantidad de anticuerpos suficientes para que vuelva a superar al virus en caso de que vuelva a enfermar.
“Cuando uno enferma con coronavirus de manera asintomática o muy leve, su sistema inmunológico no tiene mucho problema para enfrentar al coronavirus y los neutraliza rápidamente, pero lamentablemente no genera la cantidad suficiente de anticuerpos, o sea que el número de anticuerpos y la capacidad inmunológica es muy limitada. Eso quiere decir que las personas que han enfermado de una manera leve con coronavirus, pues inclusive su sangre, su plasma no va servir para transfundir a los que están con una enfermedad grave, porque no tienen la calidad suficiente de anticuerpos para neutralizar el ataque que está recibiendo un enfermo grave”, precisó el doctor.
En ese entendido, según el especialista, el plasma hiperinmune, que en algunos casos salva la vida de otras personas, no es la solución a la pandemia de la COVID-19.
Ibáñez recordó que cuando Urenda se recuperó casi de forma inmediata viajó a Beni, que en ese entonces era el departamento más golpeado con la pandemia y prácticamente era el foco de infección.
“Es probable que aquí ha sido el epicentro donde él haya podido de repente tenido nuevamente contacto con el virus y dependiendo de la carga viral al que ha estado expuesto, ha ingresado a su organismo y ha sido devastado para él (Urenda)”, acotó.
Finalmente, el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna recomendó a la población que superó al coronavirus, continuar cumpliendo las normas básicas de bioseguridad, porque el hecho de haber vencido a la pandemia en una primera instancia, no significa que no vuelvan a contraer el virus.
“Todas las personas que han tenido el coronavirus y en este momento piensan que ya están libres, también deben tener las mismas precauciones de cuidado, evitando estar cerca de personas potencialmente enfermas y que las medidas de bioseguridad no deben ser subestimadas, porque pueden contraer y recaer ante una nueva enfermedad similar con una agresividad superior al primer caso”, advirtió.
Consultado sobre cuántas veces una persona puede volver a recaer en la enfermedad, Ibáñez comentó que aún no se conoce lo suficiente sobre la COVID-19, por ende, no se sabe cuántas veces podría volver a contraer el virus una persona que la superó, sin embargo, estima que puede ser una o dos veces.
“Probablemente una persona puede recaer una o dos veces, como ocurre con la gripe estacional que cada año de repente una persona puede tener un episodio o dos episodios con una febrilidad diferente”, dijo.
