Julio 29, 2025 -HC-

La CNI califica de insuficiente la recuperación de la economía boliviana y fija los desafíos 2022


Jueves 16 de Diciembre de 2021, 2:15pm




En su evaluación de la gestión 2021, la Cámara Nacional de Industrias calificó de insuficiente el crecimiento de la economía boliviana y dijo que, al ritmo en que se avanza, el país volvería a los niveles de actividad industrial del año 2019, es decir antes de la pandemia, el subsiguiente año, el 2023, y no en el próximo 2022.

“La Cámara Nacional de Industrias - CNI, en su Informe Anual de Evaluación de la Industria estima una recuperación del PIB de la industria manufacturera (excluyendo los rubros relacionados a la minería y gas) para el 2021 en torno al 4%, lo que significa un desempeño insuficiente para alcanzar el nivel de actividad previo a la pandemia. Hay que recordar que la contracción del PIB Industrial en el 2020 fue de 8,4%, por lo que, al actual ritmo de recuperación, volveríamos a los niveles de actividad industrial observados en el 2019 recién en el 2023”, dice el informe que fue leído por el presidente de la CNI, Ibo Blazicevic.

El ejecutivo identificó al contrabando y la informalidad, el creciente costo del dinero, los conflictos políticos y sociales, el lento avance de la vacunación así como las rupturas en las cadenas de provisión y de logística, como los principales factores para la presente situación  de las industrias bolivianas.

“Ante este escenario, nuestra perspectiva para el 2022 estima una recuperación de la industria del orden del 4%, si y solo si los factores señalados se mitiguen y, sobre todo, la política de lucha contra el contrabando adquiera algún grado de relevancia”, dijo el presidente de la CNI.

En detalle, los factores de la baja recuperación económico presentan la siguiente situación:

1.            El contrabando y la informalidad: que se han visto incrementados a partir de la situación cambiaria entre Bolivia y sus vecinos. Brasil, Argentina, Chile y Colombia, después de Turquía, han sido las economías cuyas monedas se han devaluado de manera más acelerada durante el 2021. Estas devaluaciones, impulsadas por los fuertes estímulos monetarios implementados durante la pandemia y la salida de capitales de la región, han abaratado de manera extraordinaria los productos de esos países y, por lo tanto, han generado una situación poco sostenible para la industria nacional.

Evidentemente, existe una vinculación directa entre el contrabando y los canales de venta informales, al margen de competir de manera asimétrica con la producción formal. La consecuencia ha sido una disminución sustancial del margen en sectores industriales, principalmente aquellos relacionados a los alimentos, bebidas y productos del cuidado personal, hogar y limpieza, todos ellos muy representativos para la industria nacional.

2.            El creciente costo del dinero, empujado por la falta de liquidez en el mercado, el incremento de los indicadores de riesgo y una agresiva estrategia de financiamiento del sector público en el mercado interno han repercutido en la reducción del crédito disponible para el sector industrial y privado en general.

3.            Los conflictos políticos y sociales, y un avance lento en la campaña de vacunación, han incrementado el riesgo a nivel general en la economía, por lo que estos factores muestran un evidente incremento en los costos operativos de las empresas industriales, el patrón de consumo y restricciones municipales. Estos costos se constituyen en una carga adicional en un entorno muy agresivo para la actividad industrial.

4.            Las rupturas de las cadenas de provisión, la crisis logística y los problemas en las cadenas de producción de insumos han generado retrasos en la producción, incrementos en los costos de transporte y dificultades para la realización de la producción, sobre todo durante la segunda mitad del año.

Por otro lado, la Cámara Nacional de Industrias lamentó la política económica del gobierno del presidente Luis Arce, “que plantea la industrialización con sustitución de importaciones, llevará adelante la creación de empresas públicas que desplazan a la inversión privada e impulsará una mayor presión recaudatoria sobre los contribuyentes para financiar la inversión pública y aliviar el déficit fiscal”

Ante este panorama, las tareas pendientes para el 2022 son:

1.            Asegurar la provisión de energía para la industria (gas y electricidad), para lo que es necesario conocer el estado de situación de aparato de extracción y producción de energía.

2.            La lucha eficiente contra el contrabando.

3.            Asegurar que el financiamiento interno pueda llegar a todos los actores de la economía, ya que el bache de liquidez que ha representado la pandemia se sigue arrastrando en los balances de muchas empresas que requerirán crédito para sostener sus operaciones.

4.            Evitar los incrementos en las presiones recaudatorias y regulatorias sobre el sector formal de la economía, que podrían deteriorar aún más el clima de inversiones en el país.

5.            Tramitología, facilitación y simplificación.

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