18 de junio (Mane Montalvo para Urgentebo).- Tuvo que ser 25 años después de la apertura de la Copa del Mundo de Estados Unidos, donde Bolivia estuvo literalmente en los ojos del mundo frente a una de las selecciones de Alemania más poderosas de toda su historia, el día en que toquemos fondo en la Conmebol.
El partido de hoy frente a un Perú de Gareca, que cuenta con jugadores de jerarquía internacional como Farfán y Guerrero y un esquema de juego muy bien aceitado por el DT, dista años-luz de ese momento estelar cuando los dirigidos por el vasco Azkargorta pusieron a la Verde entre los 24 mejores equipos del planeta.
Cuatro días atrás decíamos que Villegas no tenía “Plan B”. Que su plantilla de jugadores era totalmente insuficiente para afrontar al Perú y buscar el partido. El día de hoy Bolivia se encontró casi de casualidad con un penal tan salvador como el imponente Cristo Redentor que domina la bahía de Guanabará en Rio de Janeiro. Luego de otra “pausa VAR” de alrededor de 3 minutos, se acordó un penal a Bolivia que Marcelo Martins transformó holgadamente. Era el primer gol de Bolivia en cinco partidos, y el primer momento luego más de 720 minutos en que se pone al frente del marcador (la última vez fue frente a la débil Birmania el 13 de octubre de 2018).
Sabiendo lo anterior, cuesta creer que en vez de mantener la especie de “Catenaccio criollo” al que apuesta Villegas desde siempre, pues la Verde se desordena y en un momento de euforia pasajera se va al ataque buscando… ¿golear a Perú? En ese triunfalismo pasajero viene la pifia enorme de Saavedra que dejó totalmente sólo a Guerrero frente a Lampe, cerrando el primer tiempo 1 a 1.
En el entre tiempo es que uno empieza seriamente a extrañar a un Ronald Raldes. El segundo gol llega como un nuevo error garrafal de la defensa. Bolivia ya no tiene un defensor central de jerarquía y al parecer Raldes pasará a la historia por ser el último de una larga serie de grandes zagueros centrales bolivianos como Sandy, Rimba, Cabezón Sánchez, Jiguchi por citar algunos grandes nombres.
Para el final Perú fue pidiendo hora para sellar el 2-1, porque de manera increíble Bolivia casi se encuentra con el empate un par de veces (si al menos Villegas no hubiese sido tan terco y hubiese tenido en la banca Conejo Arce, a Jhasmani Campos, a Cardozo…). El 3-1 final de Flores al minuto 96 sólo sentenció el hecho de que Bolivia ya no sólo la “Cenicienta” de la Conmebol… es una selección extremadamente frágil, sin jugadores internacionales jugando en grandes clubes, sin estilo de juego y con nulo poder ofensivo.
El desastre en el Maracaná debe llevar a abrir los ojos sobre la situación real del fútbol boliviano. Más allá de que se llenen o no los estadios en los Clásicos paceños o cruceños, el bajo nivel de los equipos bolivianos en la Sudamericana y Libertadores de este año (sólo pasó de fases Royal Pari que encima…¡no tiene un sólo jugador en esta selección!) fue una alerta temprana de esta noche amarga contra el Maracaná en un Copa América terrible para Bolivia. El nivel actual es bajo…muy bajo. Tan bajo que seguramente no será la última vez que recordemos con mucha nostalgia en la prensa (y ahora mediante videos de Youtube) aquellos vibrantes momentos de la Verde frente a la Mannschaft en el Soldier Field de Chicago…
///
//