El Salar de Uyuni es una fuente inagotable de inspiración. Lo ha sido para artistas, creadores, deportistas, empresarios y muchos otros. Su singular y magnética belleza es una fiesta para todos los sentidos, ahora para el olfato, que tiene una fuerza estimulante cuando se trata de productos como los que produce la corporación Yanbal. Sí, la compañía internacional ha lanzado una de sus campañas más importantes, con la energía de ese espejo de sal que conmueve al mundo.
Y allí precisamente se ha podido apreciar con mayor nitidez y naturalidad la belleza de la mujer boliviana. Ambos, el salar y ella, se han fundido en una de las campañas más interesantes de Yanbal.
Hoy, el producto estrella del catálogo es Uyuni, una joya moderna, con piezas en duotono, que captura la magia de los destellos del sol sobre el salar en tonos dorados y plateados. Dicha joya fue exhibida por Jimena Suárez y Miranda Montealegre, dos modelos que encarnan la diversidad de la mujer boliviana.
“Esta joya tiene combinación de baños de oro y de plata, muestra esa diversidad, esos contrastes que caracterizan a nuestro país, entonces el frío, el calor, los Andes, la Amazonia, realmente hasta en nuestra gente, esa diversidad que tenemos, se expresan en esta hermosa joya”, dice Daniela Fiocchetta, directora de Comunicaciones de Yanbal en Bolivia.
En otras palabras, “sabemos lo que significa tener alma latina y queremos mostrar al mundo nuestra forma increíble, optimista, bella, generosa y alegre de afrontar y compartir la vida”. Por eso, la nueva campaña busca empoderar el talento boliviano con proyectos enfocados en mostrar la belleza real de las mujeres y formando emprendedores con libertad financiera.
LA CAMPAÑA
“Yanbal Alma Latina” es el nuevo proyecto de la empresa como resultado de un trabajo de reflexión e introspección: “Estamos orgullosos de ser latinos”, es el precepto de la corporación que ha permitido que los productos Yanbal se expandan por el continente americano, incluyendo Estados Unidos, incluso allende del mar, por Italia y España
En especial, la colección Uyuni que ha logrado muy positivas reacciones internacionales, en especial “Ecuador, Perú y Colombia. Les ha encantado, nos han felicitado por esta campaña, se han sorprendidos con el talento nacional”, asegura Daniela.
Ahora bien, el objetivo no solo es que estos productos con esencia boliviana se destaquen en el mercado internacional, también lo es empoderar y promover la autoestima de ellas, como las modelos Miranda Montealegre y Jimena Suarez. “Ambas son mujeres muy enamoradas de Bolivia y convencidas de impulsar la belleza real”.
Y, ¿qué es la belleza real? En primer lugar es partir del criterio de que la perfección no existe y luego significa impulsar el concepto de que la belleza lo es más, cuando no se la retoca. Es decir, explica Fiochetta, lo imperfecto y lo natural son más bellos.
Así Miranda Montealegre, una modelo cochabambina, de madre camireña y padre potosino, es una expresión de la campaña de Yanbal, pues ella es una mezcla interesante de culturas. Ella tiene unos rasgos étnicos únicos que fueron recientemente descubiertos para el mundo de la pasarela y los flashes.
Ximena Suárez es la otra modelo. Bloguera, influencer y viajera sin remedio, muestra lo que tenemos como riqueza en paisajes y en cultura.
Y en esta campaña de Yanbal Sedrich Cespedes, un joven fotógrafo boliviano, de 22 años, tiene un particular papel porque trabajó con Miranda y Jimena sin retoques.
Y el videasta Eduardo Salvatierra captó las imágenes y creó la música inspirándose en cada fotografía.
El catálogo Uyuni se ha completada con un neceser producido por Los hijos de Ramón, dos cruceños que tienen una tienda de moda. “Les dijimos necesitamos que se inspiren en la mujer boliviana y nos hagan una propuesta y lograron reflejar la variedad en tonos de tés y formaron el rostro de una mujer con flores y hojas”.
No es la primera vez que muestran la diversidad de Bolivia, anteriormente se hicieron diseños inspirados en la Virgen de Urkupiña y pulseras con dijes de distintas regiones del país. Así, Yanbal tiene argumentos para destacar la belleza, talento y diversidad de Bolivia.
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