La Paz, 19 de septiembre (EFE y Agencias).- Al menos 47 personas han muerto tras un terremoto de magnitud 7,1 en la escala Richter que se ha producido este martes en el centro de México. En la Ciudad de México y otras capitales se han derrumbado edificios y hay personas atrapadas en su interior en cuyo rescate trabajan los equipos de emergencias.
La televisión mexicana muestra imágenes de equipos de rescate y voluntarios trabajando sobre los escombros de edificios que se han venido abajo en varias zonas de la capital mexicana.
Las autoridades han confirmado que hay varias personas atrapadas en ellos y temen que la cifra de muertos aumente en las próximas horas. El gobernador del estado de Morelos ha declarado a la agencia Associated Press que en esa región hay 42 muertos tras el seísmo.
A ellos se suman otras dos muertes que ha confirmado en el Estado de México su gobernador, Alfredo del Mazo. En Puebla, las autoridades han reportado que se han caído varios edificios, entre ellos una torre de la emblemática catedral de Cholula, construida sobre los restos de una pirámide precolombina.
Epicentro en Puebla
El movimiento telúrico se ha producido cerca de las 13.00 hora local, justo una hora y media después de que la Ciudad de México y varias otras capitales hubieran desarrollado un simulacro de evacuación en caso de terremoto que se realiza todos los años en esta fecha, la efeméride del fatídico terremoto de 1985 que destruyó una gran parte del centro histórico.
En un
rincipio, el Servicio Sismológico Nacional calculó su fuerza en 6,4 Richter, pero momentos después actualizó la información y lo midió en 7,1 y con epicentro en el estado de Morelos, en el centro del país.Durante el terremoto ha habido mucha confusión porque el movimiento se ha notado mucho antes de que saltaran las alarmas sísmicas, un sistema de altavoces distribuidos por la ciudad que se debe activar en los segundos previos a la llegada del movimiento telúrico.
El terremoto se ha producido casi dos semanas después de otro seísmo de magnitud 8,2 que sacudió el centro y sur del país, y que dejó casi un centenar de muertos.
El presidente del país, Enrique Peña Nieto, estaba volando en el momento del seísmo hacia Oaxaca, para visitar las zonas afectadas por el terremoto de hace dos semanas.
Tras conocerse el nuevo movimiento telúrico, decidió dar la vuelta y volver a la Ciudad de México, en donde ha convocado al comité de emergencias.