13 de marzo (Urgente.bo).- Hace tres años, en Bolivia se reportaba el primer caso de Covid-19 y se convertía en el inicio de una gran calamidad, pues se han contabilizado bastantes muertes en medio de la desesperación a falta de camas de hospital. Sin embargo, desde los primeros contagios hasta el momento, la forma de la enfermedad ha cambiado y las variantes han jugado también un rol importante.
Los primeros casos
El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud, Freddy Armijo, informó que al inicio de la pandemia, en la primera ola, la sintomatología era relativamente fácil de identificar: dolor de cabeza, tos, fiebre, pérdida de olfato y hasta dolor de espalda.
Armijo indicó que esta sintomatología, similar a la gripe, era benigna, es decir, que no producía ningún riesgo de fallecimiento, pero había un porcentaje de la gente que presentaba dificultades para respirar, y la misma debía hospitalizarse para evitar consecuencias fatales.
“¿Cuánto de la población cursaba con esta sintomatología sin mayor alerta? El 81%. El 11% presentaba una sintomatología de falta de oxígeno, esa sintomatología era un signo de alarma que requería que esa persona tenga que hospitalizarse, porque o bien tenía que tener un tratamiento en una cama, clínico o el 5% de estos casos requerían terapia intensiva”, indicó Armijo a Urgente.bo.
La autoridad en salud dijo que esta sintomatología fue una característica que ayudó a hacer frente a la pandemia, ya que se cortaba la transmisión de ese 81% de contagiados que tenían síntomas similares a la gripe.
En mayo del 2020, Bolivia tuvo que enfrentar a la variante brasileña que ocasionaba además vómitos, diarreas y dolor abdominal.
La forma del Covid-19 tres años después
“Esta misma sintomatología existe el día de hoy, lo que se ha reducido son los casos graves”, afirma Armijo.
Los síntomas en lo general se asemejan a la de una gripe y la gente los combate con remedios eficaces. De acuerdo a la autoridad en salud, se presentan casos graves en aquellas personas que no se han vacunado o que presentan enfermedades de base.
Ahora, esta forma grave del Covid-19, que se presentaba con falta de oxígeno, no ocurre con frecuencia, ya que la población está protegida, ya sea por la vacuna o por la inmunidad de su cuerpo.
“Seguimos más o menos con el 85% de formas gripales y el resto requiere hospitalización sin riesgo de fallecimientos, siempre y cuando hayan recibido la vacuna”, indicó.
Cómo han cambiado las variantes
Armijo explicó que las variantes que se presentaron anteriormente eran más agresivas, acortaban el tiempo de la evolución de la enfermedad. Sin embargo, las últimas variantes no fueron de riesgo, ya que eran poco agresivas, y principalmente eran de estudio.
Ahora, las variantes son menos agresivas. “Es muy posible, a partir de eso, que nos estemos aproximando al final de esta pandemia”, puntualizó Armijo.