Desaparecidos: La búsqueda eterna y el escaso apoyo policial
Hay padres de familia que buscan a sus hijos por décadas. Los tratantes los hacen desaparecer con fines de explotación sexual, tráfico de drogas y hasta de órganos.
La Paz, 06 de julio (Urgentebo.com).- “En mi caso mis hijos quedaron al cuidado de su hermana mayor, ella para mantenerlos se quedó con mi negocio, una venta callejera de pollos. Cuando mis hijos crecieron se fueron a la calle y desconocieron la autoridad de mi hija, uno de mis hijos es clefero, cuando me viene a ver me dice que se fue de la casa porque cuando llegaba no había comida y con la clefa se le pasa el hambre”, se lamenta Maria Mamani.
Un informe elaborado por la Fundación Construir da cuenta de las críticas consecuencias que se generan cuando una mujer es enviada a la cárcel, generalmente por delitos pequeños. La investigación concluyó que por cada mujer que entra a la cárcel, tres niños van a la calle, lo que es una manifestación de la desintegración familiar, pues en muchos casos, cuando ella es recluida, el hombre deja el hoga..
Según el estudio, el 75 por ciento de las mujeres confiesa haber abandonado a sus hijos; otros niños quedaron al cuidado de los parientes cercanos, a la cabeza del hijo mayor o se cuidan solos. El 25 por ciento de las mujeres viven con sus hijos en las cárceles en espacios pequeños y se ven restringidas al acceso de programas laborales y educativos.
En Bolivia, existen alrededor de 1181 mujeres encarceladas. De los 61 recintos carcelarios existentes en el país, ocho son habitados por mujeres; sin embargo, solo cuatro de ellas han sido construidas exclusivamente para albergar esta población, el resto fueron instalaciones adaptadas para convivir de manera mixta.
La mayoría de ellas fueron víctimas de violencia doméstica, son madres que cometieron delitos al tratar de alimentar a sus hijos, “no son violentas, cometieron delitos por necesidad y no por tendencias delincuenciales”, argumentó Jimena Freitas, responsable del informe.
Causas del encierro
Se descubrió que muchas de las mujeres que están recluidas son mujeres de bajos ingresos, vivían con menos de 1.085 bolivianos al mes.
Microtráfico de drogas y hurto son los delitos por los que la mayoría de las mujeres se encuentran en las cárceles del país, señala el estudio realizado por la fundación Construir, durante la gestión 2016.
Según los datos arrojados por el mencionado informe, las mujeres encarceladas en el país viven en pésimas condiciones de vida y la mayoría no tiene una sentencia, sino que están “detenidas preventivamente”. Además, están recluidas en infraestructuras readecuadas y la mayoría abandonó a sus hijos o viven con ellas pero en espacios pequeños.
El estudio sistemático, cuantitativo y socio económico de la Fundación Construir se hizo en los Centros de Orientación Femenina de Miraflores y Obrajes, San Sebastián y Palmasola, en el 2016.
Se revela que el 80 por ciento de las mujeres se encuentra recluidas por delitos menores y el 20 por ciento por asesinato o robo agravado.
“Algunas están encarceladas justamente, pero en algunos casos están recluidas preventivamente por razones que ni siquiera son delitos”, indicó Freitas, responsable del informe.
Pese a las medidas desarrolladas para reducir las tasas de presos sin condena, los datos dan cuenta que el 51 por ciento de las 1181 reclusas en el país, hasta junio de 2016, se encontraban en situación de detención preventiva a la espera de una sentencia que defina su situación jurídica. El resto contaba con una condena.
La directora de la Red Andina de Información del grupo de trabajo de políticas de drogas y mujeres privadas de libertad, Katrina Ledebu, dijo que se debe tomar en cuenta la situación especial de las mujeres con la reducción de penas y alternativas al encarcelamiento, sugirió que las mujeres madres no violentas de delitos menores puedan pagar su deuda fuera de la cárcel.
