Abril 30, 2024 [G]:

Terminamos por este año


Miércoles 22 de Noviembre de 2023, 4:45pm






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La derrota de Bolivia 3 a 0 en Montevideo frente a Uruguay no sorprendió a nadie y es más pienso que la sacamos “barata”, pues el rival jugó haciendo un mínimo esfuerzo, no fueron tan intensos como en otros partidos y les alcanzó para lograr un resultado holgado y contundente. Sin despeinarse, los “charrúas” dominaron todo el compromiso y nunca se vieron en problemas al enfrentar a un equipo boliviano sin mayores argumentos futbolísticos más que defenderse, carente de cualquier aspiración para proponer algo, sabiendo que no tiene nada.

Todos sabemos que Uruguay es en este momento la selección favorita de la eliminatoria sudamericana y como tal recibió a La Verde, un equipo modesto, pobre, sin ideas, sin jugadores aptos para un torneo de esta naturaleza. Con problemas estructurales en su organización, sin formación de futbolistas, sin un torneo competitivo acorde a exigencias internacionales. Con una Federación que planifica su actividad con limitaciones en todo sentido y que seguro la noche de este martes rogaba al Divino Hacedor que el árbitro Kevin Ortega de Perú haga sonar el pitazo definitivo y concluya con el año de competencias para nuestro seleccionado que termina una gestión para el olvido.

La consigna de Montevideo era no salir duramente goleados. Bueno, perder 3 a 0 es salir con 3 golpes fuertes en el rostro, que confirma lo lejos que estamos de la alta competencia. Es hasta risible como los diferentes análisis deportivos previos en los medios de información nacionales apostaban a una hazaña boliviana en el Estadio Centenario. No hay con qué; no cómo, no hay con quiénes. Llega el momento en los partidos de Bolivia en esta eliminatoria que no solo miramos con resignación, también con pena y hasta con envidia como todos evolucionan de alguna manera, mientras nosotros vamos con contra sentido.

Haciendo un poco de ironía. Es cierto que con Zago la Selección boliviana ha mejorado. Se le ganó a Perú en La Paz, lastimosamente nos tocaba Uruguay de visita. Bolivia se movió mejor, al menos ya se logran 4 pases; antes no llegábamos a 2. El técnico logró hacer funcionar esta radio a transistores con repuestos caseros, rudimentarios. El aparato suena, pese a que es muy antiguo, pero no puede entrar a competir con equipos de sonido de última generación, digitales, con sistemas modernos bluetooh, wifi y otros dispositivos que hoy marcan de lejos la modernidad y la exigencia de los estándares del mundo competitivo. Zago hace lo posible para que esta radio a transistores, análoga y obsoleta, compita con gigantes del sonido y el video.

El fútbol moderno hoy es de trabajo físico exigente al más alto nivel. La velocidad es fundamental, el juego es largo, profundo, de un toque. Las definiciones deben ser precisas, inteligentes, colectivas. Los movimientos en la cancha deben tener muchísima coordinación. Se tienen que aprovechar las jugadas a balón detenido. No se pueden desperdiciar jugadas de ataque, pues si no marcas goles, te los marcan a ti y fin de la historia. Estamos demencialmente lejos de eso. Los jugadores deben tomar conciencia que no solo es tener talento y calidad individual, eso solamente hoy ya no alcanza. Deben trabajar más en su estado físico.

No hay jugadores bolivianos, los que tenemos están muy lejos de llegar a un nivel competitivo apto. Lo peor es que tampoco se avizoran juveniles que puedan más adelante lograr una renovación. Nuestro campeonato es paupérrimo, no tenemos gente capacitada para la formación; no hay presupuesto para escuelas de fútbol, menos para organizar torneos de divisiones inferiores, que al menos nos den una esperanza a largo plazo.

Los campos deportivos son una vergüenza. Nadie hace nada para mejorarlos; el estado no ve la necesidad de fomentar actividad deportiva y de dar recursos para mejorar estos detalles que no son menores. Es un clamor del día a día tener buenos escenarios deportivos, canchas en buenas condiciones para jugar al fútbol. En fin, por no tener nada, se debería hacer todo.

Ha terminado el año deportivo para la Selección nacional; las actividades volverán a mediados de marzo del próximo año con las fechas FIFA programadas, luego la Copa América entre junio y julio en EEUU para reanudar en el mes de septiembre la eliminatoria mundialista, esta que es tan fácil y tan difícil a la vez. Una dicotomía que no se puede entender, pues clasifica a 6 equipos a la Copa Del Mundo de manera directa y uno más en repechaje. Hoy por todo lo expuesto y desglosado en este texto, Bolivia es uno los que puede quedar fuera.

Esperemos de todo corazón que el año que termina, se lleve estos malos momentos y el 2024 venga al menos con mayor suerte para La Verde y los equipos nacionales que jugarán los diferentes torneos del calendario internacional. Las victorias en el fútbol nos hacen bien a todos. Crucemos los dedos para tener mejores días y que los remedios que hoy intenta la dirigencia del balompié boliviano sean paliativos buenos para sacar a nuestro enfermo de la unidad de terapia intensiva, a punto de “sucumbir” y desparecer para siempre en el fracaso y la mediocridad.

Gracias a Marcelo Martins por su participación en la Selección boliviana. Un jugador emblema, que deja La Verde con el título de goleador de la pasada eliminatoria. Un gesto valiente, honesto y simpático su alejamiento en un momento duro, donde, sin embargo, el deportista dice “hasta ahí pude dar”. Su despedida fue ante un rival muy difícil y tuvo el reconocimiento hasta de las figuras uruguayas de renombre mundial. Bien por “El Flecheiro”.

Terminamos penúltimos, Perú empató con Venezuela en Lima y se queda en la cola. Esperemos mejores días para nuestra Selección. Al menos hoy decimos “terminamos por este año”.

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