Diversos análisis confirman que el país enfrenta tres crisis interrelacionadas:

1. Crisis de balanza comercial, debido a que las exportaciones no logran cubrir las crecientes importaciones.
2. Crisis fiscal, por el persistente déficit del sector público.
3. Crisis energética, marcada por la insuficiencia de producción interna de hidrocarburos y el aumento de la dependencia importadora.

Como consecuencia, el país atraviesa una escasez de divisas, dificultades en la provisión de combustibles y otros insumos productivos, además de presiones inflacionarias que afectan la calidad de vida de la población.

crisis.miultiple.jpeg

El próximo gobierno deberá adoptar medidas que atiendan simultáneamente estos tres frentes. Por un lado, se requieren dólares para asegurar la importación de combustibles y mantener en funcionamiento el aparato productivo. Por otro, es necesario corregir el déficit fiscal, reduciendo el financiamiento inflacionario proveniente del Banco Central de Bolivia.

Fuentes de obtención de dólares para el país

• Balanza comercial positiva. Un aumento de exportaciones frente a importaciones es la fuente más sostenible de divisas. Esto requiere liberar las exportaciones, garantizar un tipo de cambio competitivo y generar confianza en el sistema financiero para que los exportadores repatrien sus dólares sin restricciones.
• Inversión extranjera directa. Para atraerla, es imprescindible adecuar el marco jurídico, incluyendo compromisos de protección de inversiones y acceso a arbitraje internacional. Sin embargo, sus efectos solo se materializan en el mediano plazo.
• Remesas de trabajadores en el exterior. Aunque son un flujo constante y valioso, su magnitud no es suficiente para cubrir los requerimientos actuales de divisas.
• Donaciones internacionales. Generalmente se canalizan en especie (equipamiento médico, educativo, etc.), por lo que no resuelven el problema de disponibilidad de dólares líquidos.
• Créditos externos.
  1. De desarrollo, para proyectos específicos (carreteras, hospitales, etc.). Su desembolso es gradual y en parte se destina a compras externas.
  2. De libre disponibilidad, condicionados al cumplimiento de reformas o metas macroeconómicas (por ejemplo, reducción del déficit fiscal o reformas tributarias).
  3. De balanza de pagos, otorgados directamente por el FMI, sujetos a un programa de ajuste fiscal y monetario acordado con el país.

En el corto plazo, las únicas fuentes de financiamiento con capacidad de generar dólares líquidos de manera inmediata son los créditos de libre disponibilidad y los créditos de balanza de pagos del FMI. Al mismo tiempo, una política que libere exportaciones y normalice el funcionamiento del mercado cambiario puede contribuir a recuperar el flujo de divisas de los exportadores, aunque sus efectos no son instantáneos.

El papel del ajuste económico

Una pregunta frecuente es: ¿por qué el FMI impone condiciones? En realidad, los ajustes fiscales y monetarios son necesarios independientemente de si se acude o no al FMI, porque constituyen prácticas de buen manejo económico. La diferencia es que, con un programa de ajuste claro, el país no solo restablece la sostenibilidad de sus finanzas públicas, sino que también accede al financiamiento internacional requerido para normalizar el mercado de divisas, asegurar la importación de combustibles e insumos y recuperar la confianza de ahorristas y exportadores.

Conclusión

La salida inmediata a la crisis de divisas pasa por combinar dos ejes:

1. Reformas internas de ajuste fiscal y apertura comercial, diseñadas por los propios bolivianos, que sienten las bases de sostenibilidad y crecimiento futuro.
2. Acceso a créditos externos, especialmente de libre disponibilidad y del FMI, que provean liquidez en el corto plazo.

Adicionalmente, el gobierno entrante deberá incluir programas de apoyo social para aminorar los efectos de la crisis y de los ajustes en los sectores de la población más desprotegida.

Aunque estas medidas implican costos y sacrificios, constituyen un paso indispensable para estabilizar la economía y superar la actual coyuntura.

Waldo Gutiérrez Iriarte

Ex servidor público de carrera y Ministro de Hacienda