Qué pena tener que titular así a este artículo, en una semana de eliminatoria mundialista y a solo algunas horas del partido entre Bolivia y Ecuador por la fecha 3 del torneo clasificatorio. Y, es que la verdad no tengo de donde sacar una “pisca” de pensamiento positivo y transmitir mi sentimiento derrotero a Usted lector que seguro arrastra la misma sensación negativa luego de los resultados ante Brasil y la Argentina.
Pasó un mes y lejos de haber mejorado o al menos de saber que el trabajo de La Verde está en franca mejoría; la paralización de los torneos de la División Profesional en pasados días por denuncias, hechos de corrupción, con el tan controvertido y lamentable término de “amaño de partidos”, lo único que se logró es que los equipos pierdan ritmo de competencia, los jugadores demuestren en dos jornadas que están faltos de actividad y una producción muy irregular, que nos obliga a preguntarnos, ¿Qué pasará con la selección ante Ecuador este jueves en La Paz y con Paraguay en Asunción el martes próximo? La respuesta es. Seguro que mal.
Gustavo Costas, el técnico del Seleccionado Nacional, hizo la nueva convocatoria con algunos nombres que faltaron en los anteriores partidos y dejó de lado a otros que claramente no demostraron nada bueno.
¿Será tan sustancial el cambio en los 2 partidos que se avecinan? Lo más seguro es que no. Vaya problema. Cómo no levantar cabeza y simplemente mirar con resignación lo que pueda pasar. Y es que no tenemos más. El balompié boliviano está atravesando por su peor momento histórico. Seré aún más enfático; la Selección Boliviana, cruza por su nivel más bajo.
Todos los problemas en nuestro fútbol a nivel dirigencial, arbitral y cuanto concepto empleemos, nos dará como resultado negativo, el rendimiento de la Selección y sus partidos por las clasificatorias a la Copa Del Mundo.
De nada sirve que hoy este deporte mueva tremendas sumas de dinero a toda escala, si el nivel competitivo en Bolivia es paupérrimo y tristemente mediocre. Luego de lo que pasó con el tema de denuncias y estar 40 días sin jugar los torneos, nos daremos cuenta que la más perjudicada fue la Selección, pues en dos días de trabajo será imposible que pueda adquirir un patrón de juego acorde a las exigencias de la eliminatoria. ¿A quién le reclamaremos entonces?
Los jugadores, se están quedando sin motivación porque al margen de saber que están bajos de nivel, el aficionado espera una mejora el jueves ante los ecuatorianos. Bolivia está obligada a ganar y luego ir a Paraguay a buscar sumar unidades, de lo contrario a lo único que aspiraremos es a luchar por los últimos lugares en la tabla, como siempre.
Hoy el más entusiasta de los seguidores del cuadro nacional mueve la cabeza de un lado a otro en señal de incertidumbre porque no sabe cómo jugará la selección; en qué condiciones está el equipo que viene de perder los dos primeros encuentros y si tiene posibilidades físicas, técnicas y mentales como para demostrar que finalmente esto es fútbol y depende del coraje que ponga cada uno en la cancha para demostrarse que el viejo lema “por amor a la camiseta y al país” todavía en el siglo 21 está vigente.
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