El Alto es una de las ciudades determinantes en el escenario electoral boliviano. Lo ha sido desde fines del siglo XX. Su votación ha sido sólida y en gran proporción se decanta por una fórmula. Lo mismo ha ocurrido en los comicios presidenciales del 17 de agosto, cuando dio un contundente respaldo a Rodrigo Paz y Edmand Lara, ambos candidatos por el Partido Demócrata Cristiano (PDC).
El jueves 21 de agosto finalizó el cómputo de votos y El Alto respaldó al PDC con el 59.05 % lo que representa 336.879 votos, seguido del candidato Samuel Doria Medina de Alianza Unidad con el 11.98% y Jorge Tuto Quiroga de Alianza Libre con el 10.87%.
El departamento de La Paz contó con 1.285 recintos electorales distribuidos en 87 municipios y 14 circunscripciones. De estos, 163 estaban ubicados en la ciudad de El Alto, donde solo en 7 recintos ganó la Alianza Unidad, mientras que en el resto se impuso ampliamente el PDC.
“El voto alteño es el más boliviano de los votos”, argumenta el analista Guido Alejo, quien también inicia el vota en El Alto suele marcar la tendencia política en Bolivia. “Esto va a conllevar que gran parte de las preferencias políticas que florecen en El Alto van a acabar también floreciendo en otras regiones del país”, señala. Los datos oficiales del cómputo señalan que el 59,05% de los alteños apoyaron a Rodrigo Paz y Edmand Lara; casi el doble del municipio de La Paz, donde el 27,90% se pronunció por esta opción.
A nivel nacional, la fórmula del PDC obtuvo el 32% del voto. Y el peso del occidente ha sido determinante: el 47% del departamento de La Paz, el 48.39% de Oruro, el 43,20% de Potosí; el 35,8% de Chuquisaca y el 28,62% de Cochabamba, han definido el triunfo de Paz y Lara, frente a Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina, quienes eran vistos como los potenciales ganadores.
“El alteño nos cree y votó por nosotros. Como se ha visto en cada una de las mesas, hemos logrado obtener entre el 70% y el 80% y por qué no decirlo en algunas mesas hasta el 90% porque hemos transmitido honestidad”, asegura la senadora electa por La Paz del PDC, Ana María Crispín, quien acompaña a Nicanor Gonzalo Cochi, como primer senador.
Los resultados obtenidos en El Alto no fueron casualidad. Según los senadores electos, la clave estuvo en la conexión real con los vecinos y en la presentación de candidatos con un historial de lucha social y trabajo en terreno. “Cada uno de nuestros candidatos tiene trascendencia con acciones que ha trabajado en bien de su entorno”, sostiene Crispín.
Crispín y Cochi coinciden que el descontento social en contra del actual Gobierno y el desgaste de los partidos tradicionales favoreció su campaña. Fue la reacción del pueblo en busca de cambio a la crisis económica y política que vive el país. “El Alto da una directriz y eso hemos visto, un descontento de la gobernabilidad estos 20 años de gobierno. (…) Las políticas que el gobierno central ha tomado no son productivas, no ha trabajado con la gente de a pie y la gente tomó bien nuestra propuesta y el voto fue este”, explica Cochi.
“Los pueblos indígenas han madurado diferente a las especulaciones de los académicos criollos y se encamina por senderos extraños a las ONG. Varios representantes de estos grupos se esforzaron por vincularse a los diferentes frentes, entre ellos los de Doria Medina, encontrando extrañeza hacia sus propuestas y, finalmente, dejamiento y exclusión.
Este último factor es el que explica el triunfo de Rodrigo Paz: Se debe en gran medida al factor Edmond Lara, pero también al de activistas aymaras y quechuas, como Edgar Morales. Este último es, quizás, el verdadero artífice del entronque de Rodrigo Paz en El Alto y provincias del altiplano. Esta nueva dirigencia popular es reacia al tratamiento colonial imperante en los otros partidos, en donde son tratados como objetos a negociar y manipular”, argumenta el intelectual Pedro Portugal.
APOYO ROTUNDO DE LAS PROVINCIAS
Precisamente por eso, el respaldo al PDC no fue sólido únicamente en El Alto. También en las provincias cercanas se evidenció un apoyo mayoritario a esta sigla. Municipios como Achocalla (58,19%), Mecapaca (41,50%), Patacamaya (58,16%), Sica Sica (55,55%), Guaqui (60,30%), Desaguadero (64,26%), Tiahuanaco (55,93%), Viacha (60,03%), Batallas (67,38%), Laja (60,61%), Pucarani (62,94%), Copacabana (55,15%), Achacachi (66,73%) y Huarina (63,96%) reflejaron esta tendencia. Incluso municipios más alejados, distribuidos en las 20 provincias del departamento, votaron mayoritariamente por Paz y Lara.
“La gente está molesta con el gobierno, cansada de la corrupción. Vimos cómo, de manera cínica, algunos se volvieron a postular, queriendo mostrar que no hay inflación. Eso ha generado aún más molestia”, dijo Crispin.
El binomio conformado por Paz y Lara se mostró como una alternativa sólida en sectores históricamente dominados por el MAS, como las provincias y la ciudad de El Alto. De acuerdo con Crispín, este avance se debe a una suma de liderazgos y “una lectura acertada del sentir popular”.
"Este binomio nace de liderazgos natos", afirma Crispín y resalta el rol clave de Edgar Morales, vocero del PDC y dirigente con arraigo en el ámbito rural, quien ayudó a tender puentes con las comunidades indígenas y campesinas. "Morales ha sido uno de los precursores que nos abrió las puertas en las provincias. Él entiende y respeta los usos y costumbres, y eso fue clave para que nos escuchen", explicó.
La incorporación de Lara al PDC, como activista anticorrupción, también marcó un punto importante "Al inicio éramos solo Rodrigo Paz y el PDC, con bajo apoyo. Pero la suma de Lara, con su lucha contra la corrupción, hizo que la población comenzara a mirarnos con otros ojos", reconoce Crispín. La figura de Lara, conocida por su firme postura contra los actos ilícitos en el sector público, atrajo a un electorado desencantado con el sistema político.
Y la exclusión que Paz Pereira sufrió de los debates organizados por redes televisivas y otras instituciones marcó un efecto positivo para los del PDC. "Muchos nos habían excluido, pero ese debate fue el momento en que la gente lo vio, lo escuchó, y dijo: 'yo me quedo con él'. Vieron experiencia y transparencia", aseguró.
Algo que también llamó bastante la atención fue el apoyo de sectores afines al MAS. Los senadores electos atribuyen esta determinación al agotamiento por la crisis de que vive país.
"Los masistas también son ciudadanos bolivianos. Si hemos ganado en El Alto y en provincias, no es porque la gente se volvió antimasista, sino porque está cansada de la corrupción y del estancamiento económico", sostuvo Crispín.
Asimismo, Paz y Lara evitaron en definirse por etiquetas ideológicas. La fórmula apostó por un enfoque inclusivo y una política basada en la cercanía con la gente. "Cada uno de nuestros candidatos tiene algo bueno que puede transmitir a la sociedad. No han sido nombrados a dedo, son personas que quieren generar un verdadero cambio".
Según Alejo, los alteños y personas del área rural tenían una sensación de abandono por parte de los candidatos. El Foro Macroeconómico organizado en El Alto, con participación de organizaciones sociales, solo contó con la presencia de Manfred Reyes Villa y Paz Pereira. En contraste, Doria Medina y Tuto optaron por asistir ese mismo día a un foro en Santa Cruz, organizado por el Comité Cívico pro Santa Cruz. “La participación en foros fue también una señal clara”, dijo.
En los debates organizados por el Tribunal Supremo Electoral, en Santa Cruz estuvieron presentes todos los principales candidatos. En cambio, en el de El Alto solo se presentaron Eduardo Del Castillo, Pavel Aracena y Paz Pereira.
La ausencia de figuras como Andrónico Rodríguez, Tuto y Samuel profundizaron la percepción de abandono. “Entonces ahí se ve que han abandonado a gran parte de lo que vendría a ser el voto de casi 800.000 alteños”.
“En El Alto hay mucho descontento en ese sentido, porque tanto Samuel como Tuto han enfocado muchos días, muchas acciones, muchas jornadas de debate, muchos foros, especialmente en Santa Cruz, mientras que no a El Alto”, añadió.
Ahora el PDC apuesta a mantener el mismo camino de cara a la segunda vuelta, pero buscará reforzar el voto con nuevas iniciativas. “En esta segunda vuelta, lo que queremos hacer es trabajar de la misma manera. Trabajar limpiamente. Estoy segura de que, así como nos ha ido bien una primera vez, nos va a ir bien una segunda vez”, mencionó Crispín.
La clave del éxito fue el trabajo de hormiga; el reto es cumplir
Sin los recursos que suelen acompañar a las grandes campañas políticas, los candidatos del PDC lograron posicionarse gracias a una estrategia enfocada en redes sociales y el contacto directo con la ciudadanía.
“Esto nadie se lo imaginaba, pero hemos hecho un trabajo de hormiga, con el objetivo de llegar a la gente por redes sociales como TikTok y Facebook”, explica el senador electo del PDC, Nicanor Gonzalo Cochi.
Asimismo, la campaña territorial fue determinante. Como en las campañas del siglo pasado, los del PDC recorrieron barrios, ferias y asambleas. “El otro medio fue llevar nuestra pequeña propuesta a la gente una por una. Hemos llegado a cada una de las ferias, donde hubo ampliados, concentración de gente”, sostiene. El contacto directo con el votante fue determinante.
Sin embargo, ese respaldo trae consigo una fuerte responsabilidad, ya que la desconfianza hacia los políticos es generalizada, el PDC reconoce el mandato ciudadano como un encargo de compromiso real y sostenido.
“Hay mucha desconfianza en los políticos, pero por esta vez están confiando y ese es el encargo: ‘vamos a confiar una vez más, porque los candidatos nos buscan en tiempos de elecciones y después se olvidan’ ”, afirmó.
El senador se compromete a no repetir los errores del pasado y cumplir con quienes le dieron ese voto de confianza. “Esa confianza depositada no podemos quebrantarla, y hoy por hoy, como senador electo, hay un trabajo: debemos cumplir con el pueblo y tener conexión constante con el pueblo”, dijo.
Mientras que Doria Medina y Tuto optaron por centrar sus campañas en el oriente del país, particularmente en Santa Cruz. Aunque en un principio Doria Medina aparecían como una opción viable para los sectores urbanos y populares, éstos no se sintieron cercanos con el empresario y político.
“Con el tiempo Samuel empieza a abandonar esta veta de votación y empieza a enfocarse netamente al gran empresariado cruceño y los sectores cívicos de esas regiones. Lo mismo que Tuto Quiroga, que asumo que desde un principio ya tenía prácticamente planeado o planificado que su base de operación iba a ser Santa Cruz”, explica Alejo.
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