Una investigación periodística de la red Globo reveló la noche de este domingo que Sérgio Luiz de Freitas Filho, alias “Mijão”, uno de los principales líderes del Primer Comando da Capital (PCC), lleva una vida de lujo y aparente tranquilidad en Santa Cruz de la Sierra.
“Llegamos a Bolivia para mostrar el lujo y la tranquilidad en la vida cotidiana del narcotraficante Sérgio Luiz de Freitas Filho”, adelanta el promocional del reportaje. En las imágenes se observa a Santa Cruz como una ciudad donde residen millonarios buscados por la Interpol.
De acuerdo con la cadena televisiva, Mijão reside desde hace más de 10 años en Santa Cruz de La Sierra, donde mantiene una lujosa rutina en barrios cerrados, protegidos por altos muros y seguridad reforzada.
“Sergio ha vivido en al menos seis mansiones de la ciudad boliviana. En una de ellas, la renta mensual alcanzaba casi los 30.000 reales (5.500 dólares)”, se lee en el reportaje.
El mafioso una identidad falsa: se hace llamar Sérgio Noronha Filho. Según el fiscal Lincoln Gakiya, fue enviado a Bolivia por Gegê do Mangue, otro líder del PCC, para supervisar el envío de pasta base de cocaína a Brasil.
En Santa Cruz de La Sierra, la vida de Sérgio está marcada por fiestas, reuniones con amigos y familiares y vídeos en los que aparece sonriente y relajado.
Según el fiscal Lincoln Gakiya, Sergio Luiz fue enviado a Bolivia por Gegê do Mangue, otro líder del PCC, para supervisar el envío de pasta base de cocaína a Brasil. "Ascendió en la organización", declaró Gakiya.
El caso de “Mijão” no es aislado. Las autoridades brasileñas identificaron a otros influyentes líderes del PCC que también residen en Bolivia bajo aparente protección. Entre ellos figuran André Oliveira Macedo (“André do Rap”), Sílvio Luiz Ferreira (“Cebola”) y Pedro Luiz da Silva (“Chacal”), todos prófugos de la justicia brasileña.
Documentos obtenidos por Fantástico (programa de la red Globo) muestran que, entre 2018 y 2019, el grupo PCC vinculado a Sérgio movió más de mil millones de reales. Fue visto en bares y restaurantes, sin ser molestado por las autoridades brasileñas ni bolivianas.
La investigación destaca cómo Bolivia, país fronterizo con el estado brasileño de Mato Grosso do Sul —uno de los principales corredores del narcotráfico—, se convirtió en un santuario para los cabecillas del PCC. Entre ellos figura Freitas Filho, también conocido como “Xixi”, quien según la Fiscalía de São Paulo es integrante de la “Sintonia Final”, la cúpula máxima de la organización criminal.
De acuerdo con el diario brasileño Estadão, Freitas Filho no solo gestiona desde Bolivia la logística internacional del tráfico de cocaína hacia Brasil y Europa, sino que también estaría vinculado directamente al asesinato del fiscal brasileño Amauri Silveira Filho, miembro del Grupo de Acción Especial para Combatir el Crimen Organizado (GAECO).
Estos criminales forman parte de una red transnacional que opera desde el territorio boliviano, aprovechando debilidades institucionales, falta de controles fronterizos y supuestos vínculos de corrupción.
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